Música

Alexanderplatz: “Enseguida me sale el requiebro que convierte la alabanza en miedo o desencanto” – La Opinión de Murcia


Noches blancas, mañanas negras (2023) es el tercer álbum de Alexanderplatz, el proyecto de Alejandro Martínez tras la disolución de Klaus & Kinski. En la línea de los dos trabajos anteriores (Muera usted mañana y Parques nacionales españoles), esta impecable colección de canciones sigue profundizando en la combinación de estilos: un exacerbado eclecticismo musical, matizado con pop ochentero, synth y dream pop, electrónica de vieja escuela, shoegaze, rock, country, folk, canción melódica e incluso diferentes sabor iberoamericano. Si Parque nacionales españoles fue, de algún modo, su disco más contemplativo, Noches blancas, mañanas negras, título que remite a San Petersburgo y a la novela de Dostoievski, es un disco mayúsculo de la cabeza a los pies. Hay un polo en la alegría y la devoción y otro en la tristeza, un mundo interior de abrumadora humanidad. Está hecho con el corazón en un puño, perfecto compendio de luminosidad y melancolía que exhibe talento narrativo, irónico, poético, estoico, donde parece desnudarse totalmente como un San Jerónimo asceta para mirarte a los ojos.

Con Alejandro Martínez escudriñamos el interior de este tercer álbum que nos resquebraja como una obra de arte y que esta noche presenta en La Yesería.

 

Noches blancas, mañanas negras fue compuesto y grabado por ti durante 2022. ¿Qué circunstancias incidieron en la creación? ¿Cómo ha sido el proceso creativo y de grabación respecto a otros discos tuyos?

Pues en realidad todo ha sido como siempre:un trabajo minucioso en mi estudio de turno;sólo cambian las paredes. Grabo todo menos las baterías, que las hago con Antonio Illán en Algezares, y voy mezclando casi sobre la marcha. Lo más reseñable es que tuve un plazo para acabar: diciembre de 2022, porque nacía mi nena, y hacer el disco es incompatible con esos meses futuros. El estudio me absorbe mucho…

¿Qué significado tiene Noches blancas, mañanas negras para ti?

Parece ser que es una frase hecha, que escuchó mi señora, aunque sospechamos que es inventada. Tiene todo lo que me gusta: costumbrismo, dualidad, paradoja, lirismo y además remite a San Petersburgo y a la novela de Dostoievski. Y funciona metafóricamente a muchos niveles: ay, el mañana… Aunque en realidad mis noches blancas últimamente sólo pueden ser causadas por responsabilidades familiares, como entenderás.

Me dijo alguien que el indie ha sido poco empático con los problemas sociales a través de sus letras. ¿Has usado tu música para criticar cuestiones políticas, sociales y culturales de nuestra época? ¿Es realmente el indie un estilo con letras pijas?

Bueno, sea lo que sea lo que signifique eso del ‘indie’, cada vez me siento menos identificado con el uso que se hace de esta palabra. Sé que quejarse de ello parece un poco algo así como las eternas históricas discusiones dogmáticas acerca de la ‘izquierda verdadera’, pero es lo que hay. La cuestión es que la mayoría del indie ese no me gusta. Imagino que funciona por oposición a la omnipresente música urbana: todo aquello con cierta filiación por el pop anglosajón y con formación más o menos clásica de combo rock con guitarras es indie; pues vaya mierda… Ahí caben las propuestas más inofensivas y acomodaticias; yo entiendo la independencia como otra cosa. Y la temática no tiene por qué ser necesariamente política o social, pero se agradece la actitud crítica, o al menos no esencialmente estúpida.

¿Cuál sigue siendo ese referente musical que se ha mantenido incólume desde los inicios de este proyecto?

No sabría decirte. Escucho mucha música, y la mayoría no tiene nada que ver con esto que hago. Quizá en un plano más literario que estético, Franco Battiato, por lo de usar temas tan poco convencionales en el pop. Con eso sí que me gustaría identificarme.

El disco muestra sensaciones polarizadas que van de la felicidad a la tristeza en un ir y venir. ¿Te van las contradicciones?

Pues parece que sí… Emociones opuestas hay sugeridas hasta en el título del disco. Supongo que la contradicción es lírica porque los razonamientos no han de caer en ella, pero con las emociones eso se asume como algo común.

Este un disco en donde, de nuevo, juegas con los géneros musicales, las texturas, los timbres… ¿Cómo consigues un sello personal con tal cantidad de influencias y sonidos identificables a la primera por el oyente más curioso?

Imagino que un estilo de algún modo tendré, pero es que no pienso mucho en eso. Trato de divertirme y de entusiasmarme; de recrear lo importante que es la música para mí y de contribuir con pequeñas muestras literarias a lo que es el formato canción.

Me gusta mucho la forma en la que juegas con las palabras: del costumbrismo a la opacidad en versos siempre sugerentes. ¿Cuáles son tus fuentes de inspiración? Intuyo mucho clásico.

Es cierto que me interesa mucho la literatura, pero no suelo tener eso en mente, ni creo que se pueda tener demasiado en cuenta en este formato; al menos más allá de la contribución a la formación intelectual que le supone a cualquier persona el leer y valorar el lenguaje como elemento de expresión artística. Morrissey citaba a Keats, Yeats y Wilde, pero yo no veo que su mala leche, ingenio e ironía (su estilo me encanta) venga en esencia de nada de eso, más allá de parecer un tipo leído, que es lo de menos.

Las letras en la contraportada: ¿era economía o tenías interés en destacarlas? ¿Te sientes satisfecho de estas letras, te has esforzado?

Economía pura y dura, del «está todo muy malamente». Esforzarme siempre lo hago, claro. E intento creer en lo que hago.

Se puede intuir que has evolucionado hacia un tono menos explícito, más simbólico. ¿Dirías que te ha llevado más trabajo el aspecto lírico que el musical?

En los textos me esfuerzo, pero puedo acabar uno en una tarde o en unos días. Para la música, teniendo en cuenta que la compongo, interpreto, grabo y mezclo, es cosa a veces de meses. Entiendo el por qué de la pregunta, pero desde mi perspectiva es la cosa más llevadera.

¿Qué valor le das a lo visual en este disco, y los demás de la trayectoria de Alexanderplatz? En las fotos de promoción te encontramos representado por una vanitas barroca…

Me dan mucho pudor las fotos promocionales, y a la vez las odio un poco, porque suelen ser la cosa más convencional e insustancial que hay. Aunque, curiosamente, no tengo problema en disfrazarme y ser otra cosa; en este caso, un San Jerónimo en su cueva, el asceta de un tema del disco. Lo que realmente me gusta de estas cosas es que sean algo tan poco de moda, o que chirríen, o que no se entiendan porque no vayan con los tiempos. Quizá por llevar la contraria, que al final es donde me encuentro cómodo. La portada es cosa de Paco Martínez, que es un artista excelente y sabe concretar cualquier idea que le pida en cualquier estilo, en este caso algo muy art nouveau.

La cara A se abre con Hipnoparto, una tierna y juguetona pieza rockabilly a lo Cash, una suerte de dulce alumbramiento de lo que está por venir. ¿Tiene alguna relación con el hecho de haberte estrenado como papá?

Pues un poco, claro.

Echas mano de una ranchera eremita de sabor mariachi para cantar las virtudes del retiro ascético. ¿Te ha inspirado el sonido de Ry Cooder?

Creo que fue escuchando a Jackson Browne, pero Ry Cooder también me vale. Aquí sí que tenía claro, antes de empezar, letra y música: que iba a hacer una ranchera sobre ser eremita y vivir ascéticamente un retiro espiritual.

Para finalizar, tiendes un pacificador Puente de plata. ¿Es la canción más escapista, ambiental y etéreamente dream pop del disco? ¿Planean Los Planetas en esta canción?

Hombre, no sé si los Planetas… Me vale el shoegaze que apila muchas capas y usa la reverb muy exageradamente como herramienta para construir diferentes timbres.

¿Es mejor entusiasmarse con la indiferencia que consumirse con la impaciencia?

Nah, es sólo por llevar la contraria. Es nihilismo impostado, porque me irritan los lugares comunes, uso ciertos temas en las canciones por llevar la contraria a una positividad que me aburre por vacía: no hay nada épico generalmente en el derrotismo y en el conformismo, por ejemplo, por eso hago exaltación de estas cosas.

En El Arte de la fuga, ¿te planteas hacia dónde ir? ¿La mejor libertad es la que no puedes evitar? Me da que es una canción difícil de cantar.

Es un tema sobre la evasión como algo inevitable, de ahí esa frase. Otra contradicción más, es cierto, pero también una manera de estar en el mundo. O de no estar.

Con ecos de New Order y la llamada de almuecín, Oración es otra de las muchas canciones del disco que parecen interesarse por la contradicción y la paradoja. ¿Es duda o inseguridad?

También, pero es un canto de adoración, de lo más positivo que puedo dar de mí, lo que pasa es que enseguida me sale el requiebro que convierte la alabanza en miedo o desencanto. Es lo mismo que comentaba antes, el subvertir las temáticas tradicionales…

¿Se cierra una trilogía con Noches blancas, mañana negras, o ya se irá viendo?

Se cierra un tercer disco. El futuro mañana se verá, como dice nosequién.

FICHA

Fecha: Hoy, 21.00 horas.

Lugar: La Yesería, Murcia.

Precio: 10/12 horas.



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Marc Valldeperez

Soy el administrador de marcahora.xyz y también un redactor deportivo. Apasionado por el deporte y su historia. Fanático de todas las disciplinas, especialmente el fútbol, el boxeo y las MMA. Encargado de escribir previas de muchos deportes, como boxeo, fútbol, NBA, deportes de motor y otros.

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