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Santi Cazorla: «Me dicen ‘no has estado en el Madrid’; he jugado … – Relevo



A Santi Cazorla (Lugo de Llanera, Asturias, 1984) le hace especial ilusión recibirnos en su casa, donde ha regresado para intentar cumplir el sueño de devolver al Real Oviedo a Primera.

Hace seis años me concedía la entrevista más dura de su carrera. Por entonces, volver a caminar por el jardín de su casa era el objetivo de los médicos. A pesar de las doce veces que pasó por quirófano, de pasar dos años en el ocaso más doloroso y de perder 8 centímetros del tendón de Aquiles, Santi nunca perdió la esperanza. Volvió a jugar, en el otro club de sus amores, el Villarreal, e incluso recibió de nuevo la llamada de la Selección. Por eso le recuerdo que puede ser una lección para todos, pero con su humildad de siempre niega que él pueda ser ejemplo de nada. Al acabar la charla, nos invita a comer con su familia y por las calles hay mirada que no vaya dirigida a su ídolo. Fotos, autógrafos y sobre todo “Gracias por volver”.  

Los años pasan, pero tu sonrisa sigue intacta.

Es que la ilusión es la misma, volver a casa es como revivir mi época de cuando era niño.

¿Tenías esa espina clavada de no haber jugado como profesional en el Oviedo?

Siempre la he tenido. Desde el día que me fui tenía en mente volver. Era el único sueño que me quedaba por cumplir.

¿Cómo se fraguó esta vuelta a casa?

En los últimos años he estado más en contacto con los dueños del Oviedo, pero por tema contractual era inviable. A medida que iba llegando el final de mi contrato en Catar, nos fuimos acercando mucho más. Empecé a mentalizarme a mí mismo y a la familia, y aquí estamos.

¿Qué te hacía dudar del regreso?

El tema familiar, porque todo el mundo ve que al volver a casa tienes mucho que perder y poco que ganar. Para mí es al revés. Lo que no quiero es que ellos sufran, es prácticamente la última etapa de mi carrera y quiero que ellos también la disfruten y lo vean como algo bonito.

Antes de que llegara el Oviedo, ¿pensaste en dejar el fútbol?

Si, muchas veces sí, porque también he conseguido todo, pero tenía esa ilusión de volver a casa. Es algo tan tan personal que es difícil que la gente lo entienda. Si no hubiera venido, me hubiese arrepentido por no haber aprovechado esa oportunidad y más estando a un nivel aceptable. En momentos puntuales tuve la idea de dar ese paso al lado, pero ganaron las ganas de volver a casa.

“Muchas veces pensé en dejar el fútbol antes de venir aquí, porque también he conseguido todo, pero tenía esa ilusión de volver a casa”

Santi Cazorla
Centrocampista del Oviedo

La gente no puede esperar que seas el Cazorla de hace diez años. ¿Eso puede suponer una mayor presión contigo mismo?

Por supuesto, no puedo ser el jugador de hace 15 años y no quiero engañar a nadie, pero por eso vengo en estas condiciones. He venido a ayudar al club y no a aprovecharme de la situación, ni a ganar dinero, sino a sumar. No puedo ser un jugador igual de referente como lo fui en otros equipos, pero puedo aportar en otros aspectos. No podré reprocharme nada, vaya como vaya, porque voy a dar todo de mí. Es un reto muy grande para mí, quizás me autoexijo más que en otros clubes.

Aquellos momentos en los que nadie te garantizaba volver al fútbol, ni siquiera volver a caminar con normalidad… ¿los sientes como muy lejanos? 

Lo que pasé lo tengo presente a diario porque tengo la suerte de disfrutar a día de hoy, estaba muy lejano jugar al fútbol o tener una vida normal. Primero pude disfrutar en el Villarreal, luego en Catar y ahora en el Oviedo. Debo recordar los problemas del pasado para saber disfrutar el presente. Valoro mucho las cosas, sobre todo los pequeños detalles.

Antes de la lesión del tendón de Aquiles veías normal entrenar cada mañana, ir a estadios bonitos, que la gente te reconozca en la calle. Y durante años nadie te ves en el olvido, nadie te conoce ni habla de ti. Después de la lesión disfrutaba mucho del viaje del autobús al campo y ver a la gente con las camisetas. Disfruto de ir al hotel, comer todos juntos, descansar antes del partido… Ahora valoro muchísimo todo eso.

Te mostrabas muy positivo con poder volver a jugar al fútbol, aunque te decían que no. ¿Era real? ¿Tú estabas convencido de que te ibas a recuperar?

Hubo momentos de todo tipo, soy muy positivo y siempre dicen que no era consciente de la lesión que tuve. Había momentos complicados lejos de la familia, hacíamos de todo y no dábamos pasos hacia delante, pasé mucho tiempo recuperándome en Salamanca, Vitoria… Dándole las vueltas a la cabeza… Aunque la gente de allí me entretenía mucho en las horas muertas.

¿Fuiste a terapia psicológica en durante ese proceso?

No fui nunca a terapia, pero la gente que tenía alrededor hacían de psicólogos y me considero muy fuerte de cabeza. No hubiera sido nada malo, probablemente hubiera sumado. Hoy la gente se lo toma como un problema y es importante soltar las dudas cuando estás solo.

¿Cuál fue el peor momento en esos más de dos años de lesión?

De lunes a viernes estaba en Vitoria y luego me iba a Salamanca con mi fisio. El fin de semana me venía a Asturias a estar con mi familia. Me dijo el médico que fuese el lunes por la tarde, así que esa mañana desperté a mi hijo y se sorprendió al verme en casa. ¿Por qué nos despiertas tú? Me preguntó. Se había convertido en algo normal que yo no estuviera en casa y se me hizo muy duro. Aquel trayecto de vuelta a Vitoria fue muy muy difícil.

¿Cuándo empezaste a ver la luz?

Cuando me desinserté el tendón con el doctor Mikel Sánchez. Llevaba haciendo todo tipo de cosas para mejorar, pero iban mal. Fue cuando me propuso ponerme anestesia local en algunos nervios, y ahí empecé a hacer cosas como ponerme de punteras, me sentía como un niño pequeño. Me preguntó: “¿Quieres correr en el pasillo del hospital?”. Le dije que sí y en un giro desinserté el tendón. Él se puso a llorar y yo me reía. “La hemos liado”, me dijo. Le respondí “mira, llevamos año y medio y esto no mejora, mañana me abres y a ver si ahí está la solución”. Yo hasta me alegré. Quería que me operara y ver si había algo diferente que poder hacer. Cuando me abrió y vio cómo lo tenia, confirmó que era imposible que hubiese podido hacer nada. Me reconstruyó el tendón y ahí empecé a dar pasos hacia adelante. Gracias a ese momento, a pesar de pasar por quirófano por décimo segunda vez, fue un momento de liberación. Aquello fue un punto de inflexión.

¿Te acostumbraste a jugar con dolor?

No tengo nada de dolor en ese pie, lo tengo en otros sitios. Lo único que noto es cierta diferencia en el golpeo, sobre todo en el empeine, que no tengo la misma fuerza al tener el tendón acortado.

“No tengo nada de dolor en el pie operado, lo tengo en otros sitios… Lo único que noto es cierta diferencia en el golpeo, sobre todo en el empeine, que no tengo la misma fuerza al tener el tendón acortado”

Santi Cazorla
Centrocampista del Oviedo

A jugadores como Hazard o Bale, ¿crees que les pudo el miedo a lesionarse?

Lo de ellos es diferente porque tenían lesiones musculares y yo no, y pueden ser peores, porque al final te rompes una rodilla o un peroné tienes un plazo, pero cuando te rompes tantas veces, entras y sales cada tres semanas, de cabeza es más difícil de llevar porque tienes miedo. Yo nunca he tenido, tal vez al ritmo, pero no a volverme a lesionar.

Víctor Camarasa. 

Le dimos su espacio, el club nos dio tranquilidad. Había que estar a su lado, todos hemos pasado por minidepresiones, y ahora le veo contento. No es ningún tabú que puedas tener problemas en tu vida personal.

“Había que estar al lado de Camarasa, todos hemos pasado por minidepresiones, y ahora le veo contento. No es ningún tabú que puedas tener problemas”

Santi Cazorla
Centrocampista del Oviedo

¿Habláis de estos temas en el vestuario?

No, no conozco casos que hayamos comentado. Con los psicólogos sí, pero entre compañeros es difícil hablarlo. Intentamos no traer problemas al vestuario, no hablamos si tenemos problemas con la mujer o con los hijos.

¿Y por qué crees que no os comunicáis de esa manera? ¿Por no denotar debilidad?

Tienes mucha ha confianza con compañeros, pero no tanta para compartirlo. En el vestuario intentas que haya buen ambiente, me pueden pedir consejos algunos jóvenes, pero todos basados en el fútbol. Los hombres somos más cerrados que las mujeres, quizás no quieres mostrar que eres más débil y te lo comes tú.

¿Tú tenías algún compañero con el que desahogarte en aquellos momentos tan duros? 

He tenido muchos que me llamaban, pero nunca di pie a saber que estaba mal. Yo siempre decía que estaba bien. Si estaba mal me encerraba en la habitación del hotel y me rayaba la cabeza. Llamaba a mi mujer. Probablemente deberíamos hablar más. Hablábamos de anécdotas con compañeros y así desconectaba. Tengo muy buena relación con David Silva, y eso que es muy reservado, no es nada falso.

¿No le has dicho que podría recuperarse y seguir jugando?

David se puede recuperar perfectamente, pero es un tema personal porque ya veía el final. Hablaba con él y me decía que ya estaba cansado. Lo tiene muy claro y no se va a arrepentir. Está muy contento con la vida que lleva ahora.

¿Cuáles son tus próximos plazos?

Voy día a día, pero está claro que el final está cada día más cerca, aunque la cabeza te diga una cosa hay que escuchar al cuerpo. Este año me lo marco como el último, el cuerpo también está sufriendo mucho, en verano veré qué solución tomar.

“Este año me lo marco como el último, el cuerpo también está sufriendo mucho, en verano veré qué solución tomar”

Santi Cazorla
Centrocampista del Oviedo

Formas parte de los últimos románticos, demostrando que en el fútbol no todo es el dinero…

Al final he tenido una carrera muy exitosa, no hago esto por dinero, podría haber seguido en Catar o irme a Arabia, pero estoy cumpliendo mi sueño de niño y eso no tiene precio. Hacer las cosas por dinero para mí no tiene sentido. No estoy para juzgar a nadie, cada uno tiene sus prioridades.

¿Entiendes que futbolistas jóvenes de España se marchen a Arabia?

Es entendible porque las cantidades están fuera de lugar, no sé cuánto le habrán pagado a Gabri Veiga y es muy difícil decir que no porque tienes una familia detrás. Probablemente la gente no lo entiende porque hay que valorar más lo profesional. Hoy todo lo mueve el dinero.

El fútbol ya te da un sustento económico. ¿Cuánto te cambia la vida si pasas de cobrar cuatro a veinte millones?

No me he visto en esas cantidades, son desorbitadas, no creo que se deba pagar tanto por jugar al fútbol. No te va a cambiar mucho de los 4 a los 20 en Arabia, la calidad de vida puede ser igual. A mí nunca me han ofrecido algo así. Gabri quizás piensa que son dos años y luego vuelve. Carrera mermada, proceso natural sería al revés, yo he jugado en Europa toda mi cerrara y luego irte a un lugar más tranquilo, pero ahora todo ha cambiado. Antes la gente se iba gente más veterana a China.

¿Podrías haber seguido en Catar?

No lo tenía en la cabeza y no me moví para seguir ahí. Era acabar en casa o retirarme.

¿Qué hubo de cierto en la posibilidad de incorporarte en el staff técnico de Xavi?

Nada, de hecho yo me enteré en aquella entrevista, aunque sabe que soy un enfermo del fútbol y siempre me lo ha dicho. Con 36 años piensas que no puedes aprender y con él de entrenador he aprendido muchísimo. Me sorprendió lo que dijo.

¿No te ves como entrenador?

Como entrenador no lo sé, ahora no me veo, veo cómo somos los jugadores de complicados en el día a día, pelearte con 23, me dicen que es una posición ingrata. Aunque ganes no siempre estás contento, Xavi me lo dice: nunca estás contento porque no has sido justo con alguno. Pero me dice que haga el curso, que a él se le despertó el gusanillo cuando lo hizo. Lo haré para ver si me gusta de verdad.

¿Qué pudiste aprender de Xavi de entrenador? 

Sobre todo que lo que te dice pasa en el partido. Dependiendo del rival cambiaba el sistema, me decía no te muevas que aquí vas a estar libre, y eso es lo más difícil, saber lo que va a pasar.

¿Tú no cuentas con esa intuición? 

A mí me cuesta más verlo, por eso pienso que me va a costar más. Con Arteta cuando éramos compañeros, veíamos algún partido juntos y con el mando me paraba el partido, me preguntaba “¿qué ves?”. Tenemos este jugador aquí, podemos salir más fácil… Son gente que va por delante.

¿Cómo verías a Mikel Arteta entrenando al Barça?

Ojalá que Xavi esté en el Barça muchos años, porque además en su día me contó de primera mano que era su sueño. Es el entrenador idóneo para el Barça, pero el día de mañana el recambio es Mikel. Están todos encantados con él en el Arsenal, sólo hay que ver cómo juegan. Y tuvo a Guardiola. Si tuviera que poner dinero de mi bolsillo por un entrenador sería por Mikel.

¿Te quedan sueños por cumplir?

El único sueño que me quedaba era el de jugar aquí y lo estoy cumpliendo. Es el más personal y especial de todos. Mi sueño ahora es ver a este equipo en Primera, aunque no juegue yo. Firmo no jugar un minuto y que el equipo suba a Primera.

¿Qué sientes al venir a la ciudad deportiva de Requexón cada mañana?

Me siento un niño, además sigue todo prácticamente igual, jugaba con 9 años donde tengo ahora aparcado el coche. Yo soñaba con ser futbolista y cuando vengo por ese camino estrecho es como si me trajeran mis padres.

¿La mayor decepción fue perderte el Mundial 2010?

Fue difícil, no podemos engañarnos. Por mucho que te digan que te sientas partícipe, no es así. No estas allí y no levantas la copa, no lo sientes. Intentas hacer todo por llegar, hice todo lo posible, jugué el último mes y medio antes del Mundial, incluso hice cuatro goles. Tuve la ilusión hasta el último día de estar en esa lista. Fue un palo duro, y cuando gané me alegré mucho, pero me fui jodido a dormir porque sabía que me estaba perdiendo algo duro. Me siento partícipe de las dos Eurocopas, pero no me considero campeón del mundo.

Del Bosque me comentó una vez que tenía una espina clavada contigo, que le dolió especialmente dejarte fuera del Mundial.

Había muchos futbolistas y entiendes la decisión, aunque duela. Eligió, salió bien, no hay nada que reprochar, me llamó esa mañana antes Fernando Hierro y fue un detalle que agradecer el no enterarte por la tele. Estaba con toda la familia preparada para ver la lista, así que cuando vi la llamada ya sabía. Fue un caballero. Fue el momento más difícil no poder vivir aquel mundial. Habíamos preparado una comida, pero cuando vimos la llamada de Hierro, ya sabíamos…

“Estaba con toda la familia para ver la lista del Mundial 2010 y habíamos preparado una comida. Cuando vi la llamada de Hierro antes… Fue un caballero”

Santi Cazorla
Centrocampista del Oviedo

¿Sabes que para muchos, por haber peleado tanto, puedes ser toda una lección de vida? 

¿Yo? No me siento así, por qué iba a serlo. Es algo normal, todos debemos pelear por nuestros sueños y ser humilde. Me encanta ser como soy, como cuando era un niño. No entiendo a la gente que cambia o se cree más que otros. Todos tenemos los mismos derechos y somos iguales, yo puedo tener más y tú ser más feliz que yo. Siempre he intentado estar con gente buena, entre todos me habéis ayudado, y creo que hice lo normal, intentar superar los problemas y ayudarte de la gente que tienes al lado.

Ahora compartes vestuario con futbolistas de otra generación, ¿has notado el ambiente muy cambiado?

Ha cambiado la sociedad en sí, ahora no hay niños en la calle y yo me pasaba el día en la calle, aunque siempre lloviera.

¿El futbolista de ahora es menos auténtico? 

Sí, porque en la calle aprendes mucho, por eso juegan tan bien los brasileños. Le digo a mi hijo que se baje a jugar al fútbol y me dice que solo se aburre. Yo jugaba solo. Ahora no hay tanto respeto al futbolista veterano y a las viejas costumbres. Cuando un veterano hablaba, con la mirada te decía que tú no debías hablar. Ahora un joven te contesta, pero también lo disfruto e intento ayudarles. A veces les digo que no es bueno que contesten y que a veces es mejor cerrar la boca.

¿Qué te gustaría transmitir a esos chavales que están aquí contigo?

Que disfruten el día, ahora que veo el final del camino y siento envidia de ellos. Encima no tienen dolores y están al 100%. Esto pasa muy rápido, que sepan que el trabajo da su recompensa.

¿Se acierta más cuando se toman las decisiones con el corazón y no con la cabeza?

Probablemente. Al final es estar donde te quieren y he jugado donde me lo han demostrado. A veces me dicen ‘No has estado en el Madrid’, pero será porque no me quisieron. Por eso estoy aquí, porque me quieren.

Lorena González

Uso
el
fútbol
de
excusa
para
contar
historias
y
entrevistar
a
sus
mejores
protagonistas.



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Rohit Palit

Periodista deportivo y graduado en Ciencias de la Comunicación de Madrid. Cinco años de experiencia cubriendo fútbol tanto a nivel internacional como local. Más de tres años escribiendo sobre la NFL. Escritor en marcahora.xyz desde 2023.

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