El tándem padre-hijo que montó su búnker en un gimnasio de un colegio de Rentería y ahora aspira a reinar en Europa – Relevo

En el gimnasio de un antiguo colegio de Rentería (País Vasco), la familia Pérez decidió emprender su negocio. Látigo inculcó a su hijo su pasión por el boxeo. Sebastián Jr. se empapó de esa afición por el noble arte e incluso tomó el apodo de su padre. Así, comúnmente, en este municipio vasco se habla del “gimnasio de Látigo“. Padre e hijo comparten oficio, pasión y vida diariamente. Los dos, con ayuda de otros familiares, reformaron el local y montaron su búnker. Eso fue en 2017. Fue una tarea dura, pero la preparación de Látigo Jr. para su primer Campeonato de España (marzo de 2018) ya la hicieron en su nueva casa.

Poco después de emprender ese camino, padre e hijo decidieron que serían ellos los que marcarían el camino en la carrera de Sebas Jr.. Es una apuesta arriesgada, pero “no la cambiarían”. “Tiene su lado positivo y negativo. Puede ser que algunas veces pelee menos de lo que desee, pero la gran ventaja es que estás al tanto de todo y te equivoques o no es decisión tuya“, asegura Látigo a Relevo. El púgil vasco todavía es joven (27 años), pero cuenta con una gran experiencia a sus espaldas. Ser el dueño de su destino le ha hecho también madurar en la parte menos bonita del boxeo. Pérez formó parte de la Selección, pero con 19 años decidió dar el paso al profesionalismo. Su padre siempre confió en su potencial, por ello intentó que dejase de trabajar en lo que salía para que pudiese estar 100% en el boxeo. Lo lograron con el gimnasio común.

Una vez como dueños de su destino, Látigo Pérez ganó el Campeonato de España y de la Unión Europea (primera y única vez en la historia de nuestro país que ambos cinturones se disputaron juntos) del gallo en su municipio. Fue en octubre de 2018 y se trató de una excepción. El resto de combates de entidad que ha tenido que disputar han sido como visitante. “Nosotros intentamos traernos peleas a casa, pero es complicado. No sólo hay que pensar en el gasto de la bolsa. Hay muchos extras y los números siempre hay que tenerlos en cuenta con la cabeza fría“, reconoce el boxeador.

Debido a ese factor, Pérez se dejó el Campeonato de la Unión Europea (paso previo al Europeo absoluto) en Francia en diciembre de 2019. El localismo fue clave, ya que fue mejor que su oponente. Tras la pandemia era complicado competir, por ello no dudó en tomar una opción dos categorías de peso por encima en Inglaterra. Cedió ante Louie Lynn y aprendió que no debe regalar tanto, pero “era eso o estar parado”. Su último tropiezo, que ha ido intercalando con victorias en España, fue en octubre de 2022. Viajó a Italia para disputar el Campeonato de Europa del gallo. Iba ganando la pelea cuando en el último asalto el local Lorusso le sorprendió.

“Fue una pena, porque el título era mío. Ese día me tocó aprender. Prometí que iba a meter ritmo y presión desde el inicio y así lo hice. En ese combate me di cuenta de que el plan era el correcto, pero también hay que saber medir. Ser visitante, por desgracia, penaliza, aunque si eres superior los jueces también lo reconocen. Ante Lorusso fue el mejor ejemplo. En ese factor hemos estado trabajando mucho. Mis experiencias fuera me han dado una veteranía muy importante y que se notará ahora“, afirma Látigo Pérez (14-3-1, 2 KO) antes de afrontar un nuevo desafío. Este viernes 8 de diciembre viaja de nuevo a Italia (Cerdeña) para disputar el EBU Silver (antiguo Campeonato de la Unión Europea) del gallo frente al local Cristian Zara (10-2, 3 KO).

“Mi oponente es un boxeador muy habilidoso, pero estoy muy confiado. Cada paso que he dado me ha aportado. Ahora sé por dónde tirar y lo que tengo que hacer. El error que cometí frente a Lorusso, por ejemplo, no va a suceder. Esta vez tengo claro que será la definitiva”, concluye el vasco. La gallardía es una de las cualidades de Látigo. No le importa dónde y con quién. Tiene un sueño que cumplir, nuevo, con su padre de la mano.

Con
13
años
ya
tenía
un
micrófono
en
sus
manos
y
con
15
narraba
los
partidos
de
su
amada
Ponferradina
en
una
radio
local.
Estudió
periodismo
en
la
Universidad
Complutense

de
Madrid
y
su
llegada
a
la
capital
le
hizo
darse
cuenta
que
debía
contar
historias
de
deportes
de
contacto,
su
gran
pasión,
y
no
de
fútbol.
En
2016
comenzó
a
trabajar
en
Diario
AS
y
se
abrió
un
hueco
en
el
periodismo
nacional
escribiendo
sobre
boxeo,
MMA
y
wrestling.
Es
narrador
de
boxeo
en
DAZN
y
con
su
sello
‘KO
a
la
Carrera’
analiza
todas
las
semanas
la
actualidad
de
sus
deportes
en
su
podcast.


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