Celebridad

no es sexo, es cuerpo


Creatura”, de Elena Martín Gimeno, ha cosechado cuatro nominaciones a los próximos Goya (mejor dirección, mejor actriz revelación, mejor actriz de reparto y mejor actor de reparto), también ha recolectado alguna exclamación por parte de personas que la consideraron explícita. Lo cierto es trata de una película que no habla simplemente de sexo sino que abre el melón de ese “cuerpo tabú” que la sexualidad atraviesa. ¿Acaso sigue siendo explícito el cuerpo de las mujeres? Sí, parece ser.

La película, que puede verse ya en Filmin, acumula diversidad de críticas desde que arrasara en Cannes. Acuerdo y desacuerdo de muchos que pudieron enzarzarse en discusiones sobre la calidad cinematográfica de una obra que, con sus luces y sus sombras, supone un ejercicio narrativo que solo se entiende si observamos el contexto de avances y reivindicaciones feministas vividos los últimos años. Y es que el “temazo” que aborda es ya recurrente en el cine y la literatura contemporáneas escritas por mujeres, sin metáforas y sin tiritas.

Martín Gimeno nos abre el diario de una mujer que ha leído “Apegos feroces” pero que descubre otros problemas más allá de los que relatara Gornick. De una mujer (más) cuyo cuerpo han empapelado con prohibiciones veladas en torno al placer más allá del eros: el silencio sobre la existencia de lo erógeno, la naturalización y visibilización del cuerpo femenino como algo que existe sin necesidad de convertirse en objeto sexual. No es casualidad esta película que cita a “la Gornick” tras la publicación de novelas como “La educación física”, de Rosario Villajos (Premio Biblioteca Breve 2023), cuyo núcleo duro y tesis principal gira en torno al cuerpo femenino (el de una adolescente en plenos -y horrorosos- años noventa).

Creatura Creatura


Villajos incide en el libro en cómo el cuerpo de las mujeres está concebido para ese rapto mitológico en el que este se reduce en mero objeto de consumo, ya sea para ser invadido literalmente o mediante la observación.

“Creatura” retrata este tema de manera incisiva y dolorosa a través de tres etapas, desde la infancia hacia la edad adulta. La película de Martín Gimeno, tan necesaria como incómoda, rasca en la piel de Mila (protagonista del film, que encarna la propia directora y guionista) hasta curar la herida de culpa y sentimiento de vergüenza que tantas mujeres han sentido en torno al deseo y el apego propios. También da sentido a la aparente contradicción que existe entre saberse dueña de un cuerpo que es concebido culturalmente como prohibido y, por lo tanto, también extraño.

Son, tanto la novela de Villajos como la película obra de Martín Gimeno, dos ventanales de aire fresco donde hablar sin tapujos de aquellas cosas sobre las que siempre se habló en silencio.  



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Antea Morbioli

Hola soy Antea Morbioli Periodista con 2 años de experiencia en diferentes medios. Ha cubierto noticias de entretenimiento, películas, programas de televisión, celebridades, deportes, así como todo tipo de eventos culturales para MarcaHora.xyz desde 2023.

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