El Celta está en crisis, sobre todo de resultados. El equipo vigués no termina de arrancar esta temporada, la de su centenario, y tras quince jornadas apenas ha podido sumar nueve puntos, con un único triunfo en su casillero. Números muy flojos que le han llevado a ocupar uno de los puestos de descenso durante las últimas semanas. En el último partido ante el Cádiz tuvo en su mano la opción de salir del pozo, pero fue incapaz de ganar en casa a un conjunto que jugó durante más de una hora con diez jugadores y la afición acabó el partido verdaderamente enfadada con su equipo por primera vez este curso.
Las culpas tienen varios señalados. Por un lado, la cúpula, centro de las críticas durante los últimos años. También Luis Campos, director deportivo de la entidad, está siendo fuertemente criticado, tanto dentro como fuera del club, por la planificación hecha en verano y por lo que consideran “poca implicación” en los últimos dos meses. Y desde ayer, también está entre los señalados Rafa Benítez.
El técnico madrileño fue el gran fichaje del Celta el pasado verano. Su categoría en los banquillos fue acorde a la inversión realizada por él, tanto en su contratación como en su salario durante las tres temporadas que firmó. Hasta el momento y pese a su mal inicio de temporada, no ha estado en entredicho su puesto como entrenador, aunque desde el club ya reconocen que su crédito “no es ilimitado”. Lo que sí dan por seguro en A Sede es que Benítez llegará a Navidad y afrontará los cuatro partidos oficiales que tiene por delante.
Más allá de ahí, nadie se atreve a aventurar qué puede pasar en un puesto que en los últimos años ha tenido multitud de inquilinos. En el Celta confían en que más pronto que tarde enlazarán dos o tres resultados positivos que les permitan levantar el vuelo y siguen estando seguros de que Benítez es el entrenador ideal, pero si no llegan son conscientes de que deberán tomar decisiones. El partido ante el Cádiz sentó como un jarro de agua fría.
En el caso de que finalmente el club tome la decisión de destituir a Benítez, que a día de hoy no está sobre la mesa, algo ha cambiado desde que hace poco más de un año hiciera lo mismo con Chacho Coudet. Por aquel entonces, la directiva no valoró como opción al técnico del equipo filial, Claudio Giráldez, que estaba firmando una buena temporada con un conjunto lleno de canteranos.
Hoy en día su situación es totalmente distinta y en A Sede sí que ven preparado al de O Porriño para asumir el puesto en Primera División. ¿Quiere decir eso que Giráldez será el míster en caso de salida de Benitez? No, pero sí es seguro que estará en la terna de candidatos, que no es poco. Es probable que Campos presente dos o tres nombres como alternativas y será ahí donde Marian Mouriño, nueva presidenta del Celta, deba tomar una decisión.
En las últimas horas, buena parte de la afición ha apuntado hacia el entrenador gallego como futurible para el banquillo. Su campaña en el filial está siendo sobresaliente y tiene a su equipo segundo clasificado con un promedio goleador de casi dos tantos por encuentro. Además, su apuesta decidida por la cantera gusta tanto a los aficionados como a buena parte del club. Rafa Benítez todavía aguanta y por ahora seguirá en el banquillo, pero si los resultados no le acompañan, Claudio Giráldez tiene claras opciones de ascender al primer equipo, algo que hace un año no ocurrió.
