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Pepelu al descubierto: la pérdida de su madre con 14 años y la lección de su padre de llevárselo de fontanero – Relevo



Del arranque de Pepelu con el Valencia sobre el terreno de juego quedan pocas cosas por contar. El de Denia está siendo el motor del equipo. Es la extensión de Rubén Baraja en el verde y su buen nivel ha llevado a que los aficionados pidan a Luis de la Fuente que, como mínimo, le meta en la prelista de convocados. Sin embargo, poca gente sabe quién es Pepelu fuera del césped. Ya sea por su carácter introvertido, porque le gusta pasar desapercibido o porque, simplemente, habla mejor dentro del campo que fuera de él, no demasiada gente conoce al Pepelu persona y todo lo que ello implica.

Relevo ha acudido donde empezó todo, donde nació José Luis García Vaya, donde Pepelu puede ser Pepelu sin tener el foco mediático encima. Allí, sus dos mejores amigos, Mateo y Borja, ayudan a conocer a la persona, no al futbolista. De hecho, muchas actitudes que tiene en la vida cotidiana se ven reflejadas dentro del terreno de juego. A las puertas de la primera gran noche de Pepelu como valencianista, en un escenario ‘top’ como el Santiago Bernabéu, los amigos de Pepelu descubren su otra cara.

Empezando por su amor al fútbol. Pepelu es un loco del balompie y ya no solo porque todos los días, después de jugar, se ve el partido en su casa. Sino porque en su tiempo libre le encanta ver fútbol… Algo que ya ocurría desde pequeño: “En su casa no tiene ni la Play, le mola el fútbol y todo lo que le rodea, leer prensa, ver partidos... Es algo de toda la vida. De niños recuerdo que nos quedábamos en el campo del Denia viendo los cinco o seis partidos que hay al día ahí”, comenta Mateo.

“De pequeño era el único que no venía al kiosko a comprar chuches; su madre le esperaba con fruta y rosquilletas”

Mateo, amigo de Pepelu

Por otro lado, el orden y lo metódico que tiene el futbolista dentro del campo lo tiene también fuera. De él dijo Baraja que era “un líder silencioso” y que “siempre está bien colocado y concentrado”, algo que no sorprende a sus amigos. “Es un chaval súper metódico en todo. En su casa, por ejemplo, tiene el aceite y la sal colocada de una manera, si las usas y luego dejas la sal donde el aceite y el aceite donde la sal, se queda mirándote y te dice “¿pero por qué no lo dejas como estaba?“. Tiene orden para todo lo que hace”, comenta Mateo.

Otra de las claves es lo aplicado que es fuera del verde, algo que le viene desde pequeño. A la afición che le sorprendió ver cómo tras jugar 95 o 100 minutos en todos los partidos, Pepelu luego siempre hace una sesión de bicicleta estática, una rutina que mantiene desde siempre para cuidar el físico. No es casualidad, ya desde niño el ex del Levante cuidó esa faceta. ¡Incluso no comía chucherías! Así lo cuenta Borja: “Terminaba de entrenar y no venía a la tienda de chuches con nosotros, su madre le esperaba con una pieza de fruta y un paquete de rosquilletas de pipas. Tras cada partido, siempre un plátano”, expone. “De hecho, el otro día cenamos juntos y me hice unas patatitas con cheddar y bacon y ni las probó. No es broma eh, ni una solo para probarla“, comenta Mateo.

Un carácter forjado por sus padres: fontanería y liderazgo

En toda persona hay parte de sus padres, ya sea por su apariencia física o por su personalidad. En el caso de Pepelu, su forma de ser está en gran parte forjada en lo que sus padres le educaron y la forma que tuvo de recomponerse a la vida. Este último apartado es esencial, porque el valencianista perdió a su madre cuando apenas tenía 14 años. “Le hizo más fuerte. Él no cambió a raíz de eso en términos de carácter, pero le hizo ser más fuerte. Además tiene una hermana que por aquel entonces tendría 9 o 10 años, de modo que tampoco podía hundirse él”, comentan ambos amigos. Quizás este sea un buen ejemplo de por qué Pepelu es un “líder silencioso”, como dice Baraja.

¿Y por parte de su padre? Hay dos buenos ejemplos que exponen cómo es Pepelu gracias a su progenitor y que se ven reflejados en el Valencia C.F. A muchos sorprendió cuando el Valencia ganó 2-0 al Cádiz en Mestalla, que tras una última acción donde los che casi encajan gol Pepelu acabara caliente el partido. “No podemos conceder eso”, se le podía entender al jugador haciendo autocrítica. Todo eso en un partido que los che dominaron de principio a fin. El ejemplo que expone su amigo Borja ayuda a entenderlo.

“Recuerdo cuando ascendió con el Levante, el filial. Estábamos todos celebrando en el campo y apareció su padre. Obviamente, le felicitó y abrazó, pero enseguida lo primero que le dijo fue que había una jugada donde había errado y podría haber hecho algo diferente. Pepelu se quedó dándole vueltas hablando de esa jugada con él… ¡En medio de la celebración!”, exponen sus amigos.

El otro ejemplo radica en la fontanería. El padre de Pepelu es fontanero en Denia y cuando el futbolista se afianzó como jugador de élite (hace dos campañas cuando Alessio apostó por él en el Levante), y ya parecía claro que iba a vivir del ‘mundillo del fútbol’, su padre quiso que viera una última vez lo que costaba la vida. “Hace un par de veranos, cuando se afianzó en el Levante, su padre se lo llevó varios días a la fontanería para que bajara al barro y viera lo que cuesta ganarse el dinero, lo que cuesta la vida en general” concluyen.

El vínculo Levante – Valencia y su salto a la fama

Pepelu explotó en el Levante. Ahí demostró ser jugador de élite y ahí se formó desde que entró a la residencia con apenas 15 años. En la vida no se puede elegir blanco o negro, playa o montaña, agua salada o dulce, pero en el caso de Pepelu, por las circunstancias de la vida, ha podido vivir lo que es ser del Levante y lo que es ser del Valencia. Y se siente orgulloso de ambas.

“Pepelu nació en una familia donde su tío y su abuelo eran valencianistas, por lo que el Valencia ha estado vinculado a su vida. Pero a él le ficha el Levante de muy joven, crece allí, es el equipo también de su tierra y se identifica con los valores del club, pues claro que se hizo del Levante“, comentan con total naturalidad. “De hecho, Pepelu suele pasar página rápido de las derrotas para que no le lastren mentalmente, pero tras el no ascenso el año pasado no le había visto tan hundido nunca. Estaba jodido como jugador y como aficionado al Levante”, exponen.

“Su tío y abuelo eran del Valencia, él se hizo del Levante porque se formó allí. Ahora es súper feliz en el Valencia”

Mateo amigo de Pepelu.

De su fichaje por el Valencia, más allá de que “él siempre tuvo claro que solo se iría por la cláusula y jamás apretaría para salir por menos”, sus amigos comentan que le ha supuesto un salto mediático total. “El día después de la firma de contrato estábamos en el concierto de Feid y al salir muchísimas personas se nos abalanzaron para pedirle fotos o firmas. A su lado iba Dani Cárdenas (exportero del Levante), pero a la mayoría pedía la firma de Pepelu, fue brutal, nunca habíamos vivido algo así”, comentan. “Cuando se hace oficial, justo nos pilló en la calle en las fiestas de Denia… E imagínate, no podíamos dar dos pasos, fue lo nunca visto”, argumentan.

Su rápida adaptación y la ‘coña’ de Pepeleu

Cuando el de Denia dio el paso del Levante al Valencia como era de esperar las críticas de un sector de la ciudad abundaron. Él estaba fastidiado porque, como se ha expuesto, se siente del Levante UD, pero como comentan sus amigos “cuando vives lo que vivió él con 14 años y lo de su madre, aprendes a relativizar un poco el fútbol y la vida en general“, comenta su amigo Borja.

Una de las cosas que más impactaron a nivel nacional fue un vídeo de un famoso ‘youtuber’ que se hizo viral llamándole ‘Pepelu de Denia’. Ese vídeo, que en un principio era para hacer sentir mal al jugador, terminó siendo un buen ejemplo de lo bien que ha encajado el futbolista no solo en el equipo, sino entre la afición y el propio vestuario: “Lo de Pepelu, al principio es verdad que es jodido, pero luego vio cómo en el vestuario sus compañeros le hacían coñas, cómo la prensa también seguisteis el juego para bien, cómo incluso en las retransmisiones ya le llaman ‘Pepelu de Denia’, y algo que iba a hacerle daño, ha pasado a ser gracioso para todos”.

Y ese es un buen dibujo de lo bien que ha entrado el centrocampista al vestuario, si bien tuvo una ayuda previa, pues no es que fuera un desconocido. Poca gente sabe que José Gayà y él ya se conocían antes de compartir equipo. Separados sus respectivos municipios (Denia y Pedreguer) por 15 minutos, ambos futbolistas ya se conocían, ya habían estado alguna noche juntos y habían compartido impresiones sobre fútbol. Una relación que ahora es más cercana que nunca.

 

Nacho Sanchis

Nacho
Sanchis
es
el
corresponsal
de
Relevo
en
la
Comunidad
Valenciana
y
cubre
la
actualidad
y
el
mercado
de
fichajes
de
sus
equipos
principales,
con
especial
atención
al
Valencia,
Villarreal



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Rohit Palit

Periodista deportivo y graduado en Ciencias de la Comunicación de Madrid. Cinco años de experiencia cubriendo fútbol tanto a nivel internacional como local. Más de tres años escribiendo sobre la NFL. Escritor en marcahora.xyz desde 2023.

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