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¿Por qué la cantera de la Real es un modelo de éxito? La educación, la familia, un 80% guipuzcoanos y el equipo sub … – Relevo



“Pensar que podemos ser una referencia para otros clubs significa que algo bien estaremos haciendo, pero no nos podemos dormir porque ahí fuera la gente también trabaja mucho. Tienes que estar constantemente mejorando o adecuándote a la realidad que te toca vivir”. Son palabras de un siempre sincero Luki Iriarte, director de fútbol educación de la Real Sociedad, “satisfecho y feliz” del estado de salud por el que atraviesa la cantera del equipo blanquiazul. El hecho de que cinco futbolistas del primer equipo formen parte de la lista elaborada por Luis de la Fuente para los dos compromisos internacionales a los que ha tenido que hacer frente España en esta ventana de selecciones pone de relieve, una vez más, el enorme trabajo que se viene realizando en Zubieta. La Real está de moda y su cantera también. Todo son elogios hacia la labor de Imanol Alguacil y su staff técnico, pero mucha parte de culpa del momento que vive la entidad txuri urdin, como se encarga de recordarlo cada vez que puede el oriotarra, la tiene el grupo de profesionales que trabajan en el día a día en la factoría blanquiazul, con Luki Iriarte a la cabeza.

Es una cadena muy bien engrasada la que ha permitido a la Real Sociedad convertirse en los últimos años en uno de los clubes más atractivos de todo el fútbol español y europeo. Por su fútbol y por su juventud, con una de las plantillas más jóvenes de LaLiga. Y por una identidad perfectamente definida, combinando futbolistas con cada vez más nombre en el panorama internacional como Take Kubo, Mikel Merino o Brais Méndez junto a una generación brillante de canteranos, que es el fruto del modélico trabajo que se hace desde hace muchos años en Zubieta. Un modelo de cantera único con un 80% de jugadores guipuzcoanos. Luki Iriarte es el director de fútbol educación desde hace diez años -15 como responsable de los equipos internos-, aunque realmente lleva trabajando para la cantera de la entidad blanquiazul desde 1999. Nadie como él conoce los entresijos de Zubieta.

De los jugadores del primer equipo, en edad Sub-13 entraron Igor Zubeldia, Aihen Muñoz, Ander Barrenetxea, Álvaro Odriozola y Beñat Turrientes; en Sub-14 Zubimendi; en edad Sub-15 el actual capitán, Mikel Oyarzabal, Aritz Elustondo y Jon Ander Olasagasti, mientras que Robin Le Normand lo hizo en Sub-19. El primer aspecto que diferencia a Zubieta de otras canteras es el momento en el que la Real elige a sus jugadores para que lleguen a las instalaciones txuri urdin. “La gran mayoría de clubs, a nivel de España, lo hace muchísimo antes, pero la Real lo hace para formar su equipo Sub-13. Es una ventaja, pero supone mucho trabajo porque nos exige trabajar con toda la provincia desde los 8 hasta los 11 años”, explica Iriarte, consciente de que el hecho de que haya clubs que eligen decidir antes, “es una amenaza constante”. Por eso, el objetivo número uno es “convencer a las familias de que Zubieta es un buen lugar, que la Real tiene un buen proyecto, que es interesante que se quede en su entorno hasta que le llamemos, pero eso no siempre es fácil”. En la cantera de la Real se autoimponen una ratio de 80% de jugadores de Gipuzkoa y el 20%, de fuera, más que nada, para “generar una cultura de club”. Eso sí, Zubieta, como se está demostrando con más asiduidad en los últimos años, está abierta al mundo, pero la premisa es una cantera con jugadores de la provincia.

La Real pone mucho énfasis en que la educación es tan importante como la táctica. Y ahí Luki Iriarte manda un mensaje contundente. “En Gipuzkoa las familias quieren que cuidemos a sus hijos y cuidar a sus hijos es ayudarles en su proceso de maduración personal”, asegura, sin olvidar, claro está, el hecho de que “somos un club de fútbol y tenemos que conseguir que deportivamente también mejoren”. Aún así, entiende que “una cosa no va reñida con la otra”. De hecho, “son muy complementarias y en esa dirección trabajamos, en ser capaces de entrenar más y mejor, en ser capaces de poder competir en las diferentes ligas, pero que eso sea compatible con el estudio. Eso nos supone un esfuerzo añadido, pero un esfuerzo que lo realizamos gustosamente porque consideramos que es muy difícil que todos sean futbolistas y porque consideramos que la Real les tiene que impregnar de una visión educativa que les sirva el resto de la vida”, entiende. Inculcando esta cultura por la educación, no es de extrañar, por ejemplo, que Mikel Oyarzabal se haya licenciado en Administración y Dirección de Empresas.

Luki Iriarte no se atreve a decir si el buen momento por el que atraviesa el primer equipo facilita el trabajo dentro de Zubieta. “Lo sabremos dentro de unos años”, se limita a señalar. No huye de la realidad cuando dice que “es probable que la gente quiera estar en la Real porque está viendo el reflejo del primer equipo, pero no te lo puedo asegurar”. Lo que sí tiene claro es que ese buen hacer del primer equipo, “lo que sí nos hace es exigirnos porque los jugadores, para poder estar a ese nivel, su calidad tiene que ser muy buena. Es una exigencia para todos nosotros, para que el canterano pueda estar en ese nivel”. No quiere entrar a valorar tampoco si la situación es mejor o no respecto a la competencia con equipos como el Athletic, Osasuna o Alavés, en el sentido de que los más jóvenes prefieran aceptar el proyecto blanquiazul. En lo único en lo que piensa Luki Iriarte es en “seguir potenciando nuestro proyecto para que cada vez seamos más atractivos. Tenemos que poner el empeño en eso, en saber si la atención con el jugador y con la familia es la adecuada, si la alimentación es la mejor… Eso hará que la gente que llegue al primer equipo esté mejor preparada y eso pueda facilitar a que el entrenador los ponga en el campo y a que el Consejo de Administración siga apoyando esta idea”.

22 canteranos ya han debutado con Imanol Aguacil

El hecho de tener a Imanol Alguacil al frente del primer equipo es una ventaja en la labor en Zubieta. Él es uno de los principales impulsores de esta tradición txuri urdin. Con el oriotarra los que despuntan en la base, en la mayoría de los casos, tienen garantizada la oportunidad. Con los debuts de Unai Marrero, Alberto Dadíe y Jon Mikel Aramburu frente al Buñol en Copa, son ya 22 los jugadores del Sanse a los que Alguacil ha hecho debutar en el primer equipo. El primero fue Aihen Muñoz el 6 de agosto de 2019, en Liga contra el Real Madrid. Los últimos, los tres mencionados anteriormente en Copa contra el Buñol. El año pasado, los elegidos fueron Pablo Marín, Andoni Zubiaurre y Jon Magunazelaia. Y en medio, Sola, Roberto López, Martín Zubimendi, Jon Pacheco, Näis Djouahra, Urko González de Zárate, Arambarri, Robert Navarro, Lobete, Cristo Romero, Valera, Turrientes, Karrikaburu, Olasagasti y Ander Martín, A Cristo, Valera, Näis y Navarro, eso sí, no se les puede considerar canteranos, pero sí al resto, ya que todos ellos se forjaron en la factoría donostiarra. Zubimendi, Aihen y Pacheco son los que han conseguido asentarse y Turrientes va camino de ello.

Estos datos suponen una victoria para Luki Iriarte. “Para nosotros ganar significa que para que Imanol, que es el entrenador que está en el primer equipo, los ponga”, argumenta. “Nuestro foco, tanto cuando ganamos como cuando perdemos, tiene que ser ese. Es muy claro que tenemos que trabajar para ello. Eso no es óbice para darle muchísimo valor a ese dato. Que haya un número de jugadores tan alto que haya debutado y un porcentaje, un poco menor, que se hayan instaurado ahí, hace que sea un estímulo para seguir trabajando en esta dirección”. Va más allá, “cuando les ves entrenar en el José Luis Orbegozo o jugar en el Reale Arena o por la tele, es un orgullo, pero es nuestro foco y nuestra vara de medir del trabajo que estamos realizando”, recuerda. Poco dado a la hora de individualizar procesos, Luki Iriarte muestra un orgullo especial por Ander Barrenetxea, otro de los futbolistas que llegó siendo un niño y que, tras unos años complicados por culpa de las lesiones, comienza a asentarse en el primer equipo y a mostrar todo el potencial que se le presuponía. “Este camino, el de la llegada al primer equipo, sabemos que es ilusionante, pero es complicado. Hemos vivido muchas situaciones. Hemos visto ese paso de ser niños a ser adolescentes y a ser adultos y en ese proceso tenemos muchas vivencias. Cuando han tenido momentos de lesiones como es el caso de Ander y ves que van saliendo de ahí y que van consiguiendo sus objetivos, es muy ilusionante y muy estimulante”, enfatiza el director de fútbol educación de la Real.

Pero no todo es un camino de rosas y son muchos los que se quedan por el camino. “Todos los meses de junio son momentos complicados”, reconoce Luki Iriarte. “Es difícil cuando tienes que decir a una familia o a un jugador que el camino futbolístico, al menos en la Real, se va a parar. Sabemos que la gran mayoría no llegan. Si solo nos centráramos en tener una mirada futbolística, personalmente creo que fracasaría”, explica. “Tenemos que estar preparados para ese momento y ser capaces de reflexionar para saber cómo podemos mejorar esa situación, aun sabiendo que se va a dar, y ser capaces de que esos jugadores que no continúen en la disciplina de la Real se lleven algo positivo”, considera.

Un estímulo para seguir creciendo

Luki Iriarte da mucha relevancia al hecho de que cada vez sea mayor el número de integrantes de la primera plantilla que vayan con selecciones a jugar partidos internacionales porque “es un estímulo para que todos puedan seguir creciendo”. En este sentido, “la felicidad de los jugadores es la felicidad del responsable del fútbol de educación de la Real Sociedad”, manifiesta. Pero no se conforma. “En nuestro trabajo tienes que estar pensando diariamente en cómo mejorar y eso te va a generando una presión y un desgaste, pero también es un trabajo agradecido”. En este sentido, a pesar de los elogios, cree que “lo importante es tener los pies en el suelo y ser capaces de trabajar en una línea de progresión y de mejora”. “La gente mira hacia atrás, pero hay que mirar el presente y el futuro y lo que hemos hecho está muy bien, pero tenemos que seguir creciendo”, advierte.

Echa la vista atrás en el tiempo, al momento de su entrada en Zubieta, y aunque ve similitudes, es consciente de que la realidad es una muy diferente: “Los jóvenes de hace 24 años a los jóvenes de hoy en día, aunque exactamente tienen 14 años, no tienen nada que ver y la forma de llegarles es diferente y eso nos tiene que hacer pensar en mejorar”.

José Luis Lorenzo

Natural
de
Donostia
y
Licenciado
por
la
Universidad
del
País
Vasco
en
Leioa.
Dio
sus
primeros
pasos
en
Teledonosti,
cubriendo
la
información
de
la
Real
Sociedad
de
Bernd
Krauss.
Un



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Rohit Palit

Periodista deportivo y graduado en Ciencias de la Comunicación de Madrid. Cinco años de experiencia cubriendo fútbol tanto a nivel internacional como local. Más de tres años escribiendo sobre la NFL. Escritor en marcahora.xyz desde 2023.

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