NFL

Juanfran García: «El insulto que más me han dicho en los campos es ‘tartamudo’, en redes me escriben el ‘tatatata’; no … – Relevo



“Juanfran, estábamos hablando de que los futbolistas no sois máquinas y me gustaría que habláramos de tu tartamudez. Me parece muy importante hablar de ello, naturalizarlo”. “No lo sabes bien”, dice el exfutbolista Juanfran García (Valencia, 1976) mientras asiente con la cabeza y se acomoda en la silla. “Mira, yo te cuento”. Apenas hay que preguntarle para que vuelva a su infancia, al comienzo de la toma de conciencia de “no sé si es una enfermedad o no, pero no he visto nunca la tartamudez ni el enganche como una cosa mala”. Aunque la sufría. “Lo que ahora se dicebullying’ a mí me lo hacían en el colegio. Los niños y las niñas a ciertas edades son muy malos. Yo te digo que lo he pasado mal, no en el sentido de que me afecte, sino de que era todos los días. Todos los niños todos los días. Yo llegaba al cole, llegaba a clase y tenía pánico por si cuando estábamos en Lengua o en Sociales el profesor me decía: ‘Juanfran, lee’. Yo me ponía a leer, Cristina, y yo oía a los compañero el ‘jeje, jeje’. ¿Qué es lo que pasa? Que eso a ti te da muchos más nervios. Ya te enganchas más”, rememora el exlateral izquierdo internacional durante una entrevista que mantenemos sobre su carrera. En esta primera parte ahondamos en su tartamudez, sin eufemismos en fondo y forma.

“Se han reído, porque es así. Que no tiene que pasar, por supuesto que no tiene que pasar, pero lo he pasado mal. Siempre lo he pasado mal hacia dentro mío. Lo he digerido yo. Lo he manejado de la mejor forma posible. Jamás me he quejado ni he ido al profesor: ‘Oye, que éste me está haciendo…’. No. Y que eso al final es una cosa mía. Eso es mío, yo lo tengo como algo que es mío desde hace muchos años”, repite, destacando esta particularidad y restándole importancia a este trastorno de la comunicación, también llamado disfemia, con el que conviven 70 millones de personas en todo el mundo y cerca de 800.000 en España, según la Fundación Española de la Tartamudez.

“Conforme uno acepte que forma parte tuyo, cualquier cosa menos traumas tienes. Cuanta más naturalidad le des tú, te va a afectar menos. También está en la fortaleza que el niño tenga o no, o cómo afronta eso, y en la personalidad que tenga cada uno, porque yo entiendo que haya personas que son más débiles que otras, gente que acepte más y gente que acepte menos. La naturalidad se la daba yo desde chiquitito. Yo llegaba a casa y me comía el bocadillo de mortadela y era la persona más feliz del mundo, y no pensaba en que me habían dicho a mí absolutamente nada. Me iba a entrenar con los compañeros“, asegura el que fuera futbolista de Levante, Valencia o Celta, entre otros clubes.

Formado en el CD Serranos, de donde llegó a la entidad granota con 17 años, los vestuarios siempre han sido un lugar seguro para Juanfran, aunque no han estado exentos de puntualizaciones a algunos compañeros. “Como jugador uno sabe cuándo le dicen las cosas de coña y cuándo no te las dicen de risa. Tú sabes cuándo te lo dicen por cariño, porque tienes una relación con él quizás más íntima que con otro, y sabes cuándo te lo dicen porque está enfadado, por lo que sea, porque no le ha salido un partido bien y tú le dices algo en plan coña para levantarle un poquito y te contesta de una forma fea. Ahí también estoy yo para entender la situación de él, que lo ha dicho porque sabe que no ha estado bien o el decirle que ‘cuidadito, por ahí no, no te equivoques'”, reflexiona Juanfran, que aunque en un primer momento resalta que “a todos los compañeros con los que he estado, y he pasado por muchos vestuarios, solamente puedo darles las gracias y quitarme el sombrero y felicitarles porque me han tenido un trato de respeto increíble”, también recuerda alguna de esas excepciones que “me caben en una mano”.

“Sí le tuve que decir un día a un compañero: ‘Me lo has dicho ya cuatro o cinco días, a ver si no me lo dices más. Que una cosa es el cachondeo, que el primero que se ríe soy yo, y otra cosa es que ya van cuatro o cinco veces y no lo dices en plan de que nos riamos, lo dices en plan despectivo’. Y ahí sí que no”, revive Juanfran sobre un antiguo compañero. “Se burlaba de la forma de hablar pero como ha pasado en el colegio. Cuando estás en un grupo, cuando tienes 14 o 15 o16 años ya, el hecho de que tú veas que tus compañeros sí te respetan, que no te han dicho absolutamente nada nunca, que saben que no es un problema y que siempre el mismo, todos los días en ese entrenamiento, tenga que decir o imitarte… Cuidado. Ahí no. Conforme acaba le dices: ‘Yo creo que te estás equivocando, míralo’. Ya sabe lo que le has dicho”, comenta contundente el exjugador.

Este episodio lo relata como una excepción. El trato desde las gradas sí ha estado teñido de vehemencia, de faltas de respeto continuadas en la carrera profesional de Juanfran. “Yo he ido a todos los campos y el insulto que más me han dicho ya sabes cuál es: ‘Tartamudo, a ver si hablas bien…’. Incluso por redes te ponen el ‘tatatata’ por escrito. Vale, que yo entiendo que la gente tiene ganas de desahogarse. Pues vale, si tu objetivo soy yo, pues bueno, pues aquí estoy yo. Pero lo he llevado con naturalidad. No me ha afectado absolutamente nunca. A mí qué más me da que haya cuatro o cinco que se rían. Que si los demás se quieren reír no habla mal sobre ti, habla mal sobre ellos. Tú tienes que estar con la conciencia muy tranquila y que es una cosa tuya”, reflexiona Juanfran García al tiempo que confiesa que nunca ha optado por recurrir a logopedas que le ayudaran a modificar su flujo del habla.

“Cuando te enganchas muchísimas veces agradable para mí no es, pero siempre le he dado naturalidad. Yo no podría oírme bien ahora en vídeos, todo de seguido”

Juanfran García
Exfutbolista

“Me ha escrito bastante gente por Instagram con el mismo problema y que les dijera cómo lo había hecho yo, cómo lo he llevado yo, por qué no me ha dado nunca miedo o vergüenza hacer entrevistas, sea por la tele o por la radio. Y yo les he contestado: en ese sentido no tengo ningún problema. Repito que es fundamental la personalidad que tenga cada uno y aceptarlo como que es una cosa tuya. A mí me ha dicho muchísima gente: ‘¿Por que no has ido nunca a un…?’. No, no, es que esto es mío. Yo no podría oírme bien ahora en vídeos, todo de seguido. Sí que es verdad que cuando tú ves que te enganchas muchísimas veces, agradable para mí hoy en día aún no lo es, pero yo siempre le he dado naturalidad. Habrá veces en las que me enganche más, habrá otras veces en las que no me enganche”, confiesa el exfutbolista, que alude a los enemigos íntimos de la tartamudez: “La respiración afecta mucho a que me enganche o no. Los nervios afectan mucho. Quizás el querer decir una información tan precisa hace que también”.

Informaciones que ahora da en los vestuarios a los futbolistas desde su faceta de entrenador, la que ha desarrollado en el Lugo y en la Ponferradina tras colgar las botas en el Levante en 2016 a sus 39 años, y en la que emplea herramientas o “trucos”, como él les llama, para mantener una mayor fluidez en el habla, sin hacer tantas pausas o sin alargar sílabas, consonantes o vocales. “Como entrenador he notado siempre un respeto por parte de todos brutal, y te puedo decir que como entrenador posiblemente sean los momentos que menos yo me enganche. Cuando hablo en los vestuarios, cuando tengo que dar las charlas, cuando tengo que dar los onces, cuando tengo que hacer cualquier tipo de tarea a nivel de gestión anímica me desenvuelvo bien. Sí que es verdad que cada uno tiene sus trucos. Siempre tengo un silbato con una cuerda que voy dando vueltas con él o tengo un boli de los de ‘clic, clic’, y eso me hace sentirme seguro y que me enganche bastante menos de lo normal. Algo con lo que tú te sientas seguro y con lo que tú veas que no estás solo“, detalla Juanfran.

“Siempre tengo un silbato con una cuerda que voy dando vueltas con él o un boli de los de ‘clic, clic’. Eso me hace sentirme seguro y que me enganche menos de lo normal”

Juanfran García
Exfutbolista

Tampoco como entrenador se libra de comentarios en redes sociales que afean su característica comunicativa. “Cada vez que subes alguna foto del equipo entrenando o de que has ganado en el vestuario, los comentarios al final están. Que la charla de Juanfran dura tres horas, que no sé qué… Yo no puedo perder el tiempo en ver o en enzarzarme con él a contestarle. ¿Tú lo quieres decir? ¿Tú te has quedado bien? ¿Vas a dormir mejor? Pues hazlo. No te preocupes que lo que me digas tú no me va a quitar el sueño, porque no me preocupa. Yo siempre he creído en el respeto de las personas. No concibo que porque seas futbolista, entrenador o profesional la gente se piense que tiene derecho a que te insulte. No tiene derecho. No tiene derecho“, repite, consciente de que no todo el mundo consigue que no le afecten las faltas de respeto que reciben por ser tartamudos.

En su caso, el humor ha sido un arma valiosa para defenderse de ofensas varias desde sus primeros pasos en el fútbol. “Madre mía”, se ríe, antes de relatar cuando le pregunto qué bromas sobre sí mismo ha hecho él en los equipos en los ha militado. “He gastado muchísimas bromas sobre mí mismo porque sé que las hago y como no se lo esperan, se parten. Decir en medio del autobús: ‘Anda, que si tengo que dar yo esa charla…’. Y todos: ‘Gua, gua, guaaa’. Es que el primero (que se ríe) soy yo. O cuando estaban en el autobús y empezaron con los trabalenguas y no sé qué jugador le dijo a quién: ‘A ver si te sale este trabalenguas’. Y me giré yo y decir: ‘¡A que te lo digo yo!’. Bueno, bueno, bueno, bueno. El autobús, no te digo nada”, explica entre carcajadas. “Son estas cosas que no las piensas pero que te salen, que me salen porque yo creo que hay alguno que lo está pensando. Entonces yo digo: ‘Si tú lo estás pensando, voy a decirlo yo para que te rías'”, dice.

La naturalidad y el humor han sido las dos mayores cualidades con las que Juanfran ha contado para afrontar sus tartamudez y sentirse protagonista en un vestuario. Para ser incluso un líder. “Yo he sido un líder, pero me ha gustado más en la sombra: de acercarme a un compañero que yo he visto mal y levantarle el ánimo, o compañeros que han estado jugando que pasan a no estar jugando. ‘No te preocupes, que llega’. ‘Ya, pero es que el míster…’. ‘No. No te fijes en el míster, fíjate en ti, que igual que has estado jugando y ahora no, puedes estar jugando otra vez’.. Yo ahí sí. Y es un apartado en el que me he sentido siempre cómodo”, reconoce el exfutbolista.

Acciones que han requerido del habla y en las que no se ha sentido mermado de ninguna forma, “sobre todo porque sé que tengo el respeto de ellos. Si sé que ese respeto no me lo he ganado, posiblemente hubiera sido un poquito más cohibido. Tú aunque tengas 37 años, aunque venga un compañero tuyo nuevo que tenga 24, tú no le puedes decir: ‘Oye, que tú tienes 24 años, tú me respetas’. No. El respeto yo me lo gano todos los días, Cristina. Todos los días, preocupándome por cosas. Cualquier fichaje que venía en el Levante los llamaba para darle la enhorabuena y para decir lo que se iba a encontrar. Así se gana el respeto uno. Porque un chaval suba de la cantera tú no le das una patada y le dices ‘tú me respetas’. Así no te ganas el respeto. O si te lo ganas, no es el respeto que ese chaval quiere”, afirma Juanfran.

Un respeto en los vestuarios a los que ha unido palabras como diversión o risas. Y música. Porque así es la vida y el funcionamiento del cerebro: Juanfran -y el resto de personas con su misma afección- tartamudea, pero no cuando canta. El procesamiento cerebral en el habla y el canto son distintas. Mientras que el primero lo regula el hemisferio izquierdo, el segundo depende en mayor medida del derecho. “Eso es curioso. A mí me han llegado a decir compañeros así en plan de coña: ‘Tú deberías hablar cantando, Juanfran’, y yo reírme. Lo de cantar siempre ha sido en plan coña. Alguna vez he ido a karaokes. No se me ha dado mal. No te estoy diciendo con esto que yo cante bien, pero al menos el ritmo de la canción ya lo tengo, que es un paso muy importante, porque cuando yo oigo cantar a amigos míos o a cualquier compañero mío, digo: ‘Es que no llevas el ritmo; si no llevas el ritmo, ya no puedes cantar bien’. Pero yo el ritmo sí que lo tengo”, asegura Juanfran, que relata la mayor anécdota musical que ha vivido a lo largo de su carrera profesional.

Y no es cualquier anécdota. Fue en 2002, cuando su trabajo en el Celta le llevó a ser convocado por José Antonio Camacho para disputar el Mundial de Japón y Corea. Cuando la Selección y Juanfran García entraron en la Academia de Operación Triunfo 1 en Barcelona. “Estamos allí con todos, con Chenoa, Bisbal, Bustamante, la profesora era Nina, y ya nos íbamos a ir y dice Nina: ‘Bueno, ¿no se anima nadie a cantar?’. Y ya empezaron: ‘Juanfran canta, Juanfran canta bien’. Y Paco Roig: ‘Yeeeh, Juanfran, como no salgas tú…’, dice imitando la voz del expresidente valencianista, entonces delegado de la Selección. Digo: ‘Paco, no voy a salir, no voy a salir, Paco. Ya lo sabes, que el programa lo están viendo muchos…’. Operación Triunfo 1, imagínate tú, si no lo veían tres millones de personas, no lo veían. Y todos: ‘Juaaanfran, Juaaanfran’. Téllez, Morientes, todos estos. ‘Va, Juanfran, no sé qué’. Joaquín: ‘Va, Juanfran’. ‘A mí no me lieis’. Y salta Camacho así de buenas: ‘Juanfran, pues o cantas o no juegas’. ‘¿Cómo, míster, cómo?’. ‘O cantas o no…’. ‘Vale, vale. Nina, ¿y el micrófono?’. Ahí viene Nina, me da el micrófono, me hacen que me siente yo con todos alrededor mío y la pregunta: ‘¿Y qué cantas?’. Yo no sabía qué cantar. Y ellos sacaron una canción, la de ‘A tu lado'”, dice tarareándola. Y dije yo: ‘Pues canto la de ‘A tu lado’. Y canté esa canción”, cuenta entre risas y sonrisas, otro gran truco del valenciano.

“Cuando las cosas van mal, si vas haciendo más hincapié en que está mal, está mal, está mal, está mal, no sales de ahí. Es así. Yo creo que la naturalidad y aceptar cada uno las cosas que tiene o que le llegan es fundamental para que no te afecte”, sentencia Juanfran García, que deja claro una vez más que la tartamudez es “algo suyo”.

Cristina Bea

Después
de
contar
partidos
de
fútbol
a
pie
de
campo
en
radio
y
televisión,
Cristina
Bea
ahora
narra
historias
como
colaboradora
en
Relevo.
Natural
de
Torrent
(València),
estudió
Periodismo
en



Source link

Rohit Palit

Periodista deportivo y graduado en Ciencias de la Comunicación de Madrid. Cinco años de experiencia cubriendo fútbol tanto a nivel internacional como local. Más de tres años escribiendo sobre la NFL. Escritor en marcahora.xyz desde 2023.

Related Articles

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Back to top button