Cuando tenemos que elegir, ¿qué es mejor, entrenar muy temprano o muy tarde? – BIKE

Los que sacan tiempo de donde no lo hay para entrenar, a menudo, tienen el dilema de cuándo es mejor hacerlo ¿Muy temprano antes de ir a trabajar o a última hora antes de la cena?

Si tienes que elegir entre estas dos situaciones, has de saber que existen evidencias científicas de cuando es mejor, aunque es cierto que no siempre se pueda elegir, evidentemente.

Desde el punto de vista fisiológico

Si nos ceñimos al contexto de ciclistas aficionados que combinan sus entrenamientos con un horario laboral diurno, es decir, trabajar durante el día, todo sugiere a que el mejor horario para entrenar es temprano, por la mañana.

En este momento del día existe una mayor secreción hormonal anabólica, que favorece al rendimiento, pero además, es cuando estamos menos fatigados, física y mentalmente, siempre y cuando el sueño de la noche anterior haya sido suficiente y reparador.

Entrenar a última hora de la tarde o en la noche puede tener unas adaptaciones menores, pues el organismo se encuentra menos receptivo a generar adaptaciones a partir del entrenamiento. Entre otros motivos, porque existen estudios que demuestran que tras un periodo de actividad mental intensa y de stress, como el que podemos experimentar en una jornada laboral, reduce significativamente la capacidad de realizar esfuerzo físico.

Otro inconveniente de entrenar de noche

Realizar ejercicio y especialmente si este es intenso puede ser contraproducente a la hora de conciliar el sueño. Tenlo en cuenta si eres de los que se plantea entrenar de noche. No ocurre nada por hacer un rodaje, pero si tienes pensado hacer entrenamientos intensos, como los interválicos, por ejemplo y desde que acabas tu sesión hasta que te vas a dormir no pasan más de dos o tres horas, puedes tener problemas para dormir. El motivo es la segregación de hormonas catabólicas, como el cortisol, por ejemplo, que predisponen a un estado de alerta general que no es compatible con conciliar el sueño.

Esta dificultad para dormir en las noches después de entrenar no sólo es perjudicial para el estado general de tu salud, sino que dificulta, notablemente, tu recuperación tras el entrenamiento, pues el sueño, el profundo especialmente, está vinculado a los procesos regenerativos que dejan de darse o en menor medida, si no dormimos lo suficiente.

¿ES JUSTIFICABLE ENTRENAR DE NOCHE EN ALGÚN CASO?

Efectivamente, podría hacerse sólo en caso de que tengamos una competición o prueba importante en la que tengamos que competir a ese horario, en un país en el que por el cambio horario, equivaldría a competir de noche en España, por ejemplo. En ese caso, sería razonable realizar algunas sesiones, no todas, en las semanas previas a la competición, comenando por las más suaves y concluyendo también con algunas sesiones específicas de alta intensidad en la fase final de tu preparación. Esto te puede ayudar a mejorar tu capacidad de rendimiento en relación a tus ritmos circadianos.

Por la mañana, sí, pero cuidado

Entrenar por la mañana es más adecuado, en la mayoría de los casos, pero cuidado, no de cualquier manera. Hacerlo temprano puede hacer que alguno decida hacerlo sin desayunar, cosa que desaconsejamos totalmente, sobre todo si se va a realizar un entrenamiento intenso. Esto requiere, por tanto, una cierta planificación nutricional y del horario de levantarse en relación al momento del desayuno y del inicio del entrenamiento. Por último, no sirve de nada o de muy poco, entrenar muy temprano si para tener que levantarnos a esas horas, no damos tiempo suficiente al sueño y al descanso.