Rusia y los deportes grupales. Otro desafío para el COI – infobae

Hay quienes dicen que es peor la incertidumbre que una mala noticia.

Días atrás, el COI terminó con la incertidumbre respecto de la participación de deportistas rusos y bielorrusos en París 2024, algo que seguramente representará una mala noticia para quienes, no sin razón, consideran inaceptable todo aquello relacionado con la agresión bélica a Ucrania.

El lado positivo es que ya tenemos una definición al respecto, que quienes aspiren a participar de la cita parisina ya pueden concentrarse en ello y que quienes estén en desacuerdo con la decisión pueden procesar la medida por adoptar en tiempo y forma. Lease: negarse a competir en Francia.

Por encima de ello, la resolución del COI estableció un precedente que puede simplificar la toma de decisiones respecto de potenciales conflictos similares, cada vez más frecuentes en nuestro mundo de post pandemia. Sin embargo, como ninguna decisión compleja es perfecta, el futuro plantea un desafío extra a las federaciones deportivas, al olimpismo como institución marco y, especialmente, a todo el deporte ruso.

Una de las primeras condiciones impuestas por el COI es la de que solo podrán participar atletas en disciplinas individuales.

Ya hemos hablado al respecto: ¿Qué niño ruso tendrá el estímulo de sumarse a un deporte colectivo si el conflicto y las restricciones se mantuvieran en el tiempo? ¿Cuán popular seguirán siendo disciplinas como el básquet, el voleibol, el waterpolo, el handbol y hasta la natación artística sin la meta olímpica en el horizonte?

Lógicamente uno diría que el conflicto bélico no debería prolongarse por los años de los años; admitamos que la realidad nos golpea en la cara y que la batalla lleva ya mucho más de lo que hubiéramos imaginado.

Como para darle forma concreta a la teoría les propongo repasar la influencia rusa en deportes grupales ya no en tiempos de la Guerra Fría sino durante los últimos cuatro juegos. Solo hablo de medallas, lo que representa una visión bien concreta del asunto pero tampoco da la dimanación final de semejante potencia deportiva.

Beijing 2008. Rusia finalizó tercero en el medallero con 60 medallas. Sello considerando disciplinas colectivas sumo podios en natación artística, handball, voleibol, básquet y gimnasia rítmica.

Londres 2012. 4to con 66 medallas incluidas las logradas en gimnasia artística, gimnasia rítmica, voleibol, natación artística y basquet.

Río 2016. 4to con 56 medallas incluidas las de handball, waterpolo, esgrima, natación artística, gimnasia artística y gimnasia rítmica.

Tokio 2020. 5to con 71 medallas incluidas las de gimnasia artística, gimnasia rítmica, básquet 3×3, esgrima, voleibol y, cuando no, natación artística la disciplina que, por lejos, más sufrirá la ausencia de las incomparables atletas rusas.

A modo de inventario, son datos abrumadores. Tanto como para considerarlo tarea para el hogar camino ya no a París sino a Los Ángeles 2028.