Tras una semana de plante por parte de Asobal, escritos de la Federación Española y de la citada asociación, incertidumbre y suspense, este jueves por la tarde se confirmó que se disputará la Copa de España este fin de semana en Artaleku. El mundo del balonmano estaba expectante porque Asobal mantenía que sus equipos no jugarían y la RFEBM, que habría torneo. Si cada parte seguía manteniendo su postura se iba a dar una situación desagradable y, aunque la mayoría pensaba que se iba a jugar, nadie lo sabía a ciencia cierta.
Hasta que este jueves por la tarde llegó un comunicado de la RFEBM garantizando la celebración de la Copa de España. Era el tercer escrito del día, uno de Asobal y dos del ente federativo, pero el primero que ponía paz y un final feliz a este entuerto.
El organismo que preside francisco Blázquez señaló que había realizado «las gestiones procedentes para desbloquear la situación, sin que ello suponga la renuncia a los derechos e intereses federativos».
Desde la federación consideran que «debe prevalecer el interés general del balonmano español y de sus aficionados, dejando a un lado las posibles discrepancias existentes entre los agentes vinculados a este deporte» y que «el balonmano no puede permitirse el lujo de aparecer en los medios, a base de cruce de comunicados, que no sirven más que para generar un clima de crispación y escepticismo que no nos debemos permitir».
La RFEBM asegura que «la Copa de España debe celebrarse, en primer lugar, por ser un torneo aprobado en la asamblea general de la RFEBM; en segundo lugar, por respeto a los aficionados; y, en tercero, por respeto a las instituciones que han apostado por albergar el torneo, en este caso el Ayuntamiento de Irun y la Diputación Foral de Gipuzkoa».
El rival que no quería
En el plano deportivo, por la mañana se había celebrado el sorteo, en el que el hecho de ser cabeza de serie no benefició al Bidasoa Irun. Sí, los irundarras evitaron al Barça, el otro cabeza de serie, pero en el cara o cruz entre Granollers y Logroño tocó cruz. Tocó Logroño.
Esa semifinal se disputará este viernes a las 17.00, mientras que a las 19.30 está fijada la que enfrenta a los dos equipos catalanes, Barça y Granollers. Los ganadores de estos encuentros se verán las caras en la final, el domingo a las 21.00. No hay partido por el tercer puesto.
Viendo los resultados de la primera vuelta se podría pensar que era mejor enfrentarse al equipo riojano, al que los de Jacobo Cuétara ganaron 27-28, que al vallesano, que en Artaleku se impuso 30-33. Hay que recordar que en ese segundo partido, el que ha significado su única derrota de la primera vuelta, los amarillos tuvieron las bajas de Rodrigo Salinas, Matheus da Silva y Eneko Furundarena.
Sin embargo, más que los resultados recientes contra los dos posibles rivales, pesan sus estados de forma, antagónicos. El Granollers ha llegado muy justo al parón, con un punto de los seis últimos. En diciembre ha perdido 34-31 en Logroño, de manera sorprendente ante el Puente Genil (22-26) y cerró la primera vuelta con un empate a 29 en Benidorm.
Por su parte, el Logroño viene como un cohete, con siete victorias consecutivas. En la octava jornada solo contaba con cinco puntos y había perdido cinco partidos (incluido con el entonces colista y ahora penúltimo Puerto Sagunto), pero esta gran racha le ha permitido acabar la primera vuelta con 19 puntos y entrar en la Copa de España. Atrás queda también su participación en la European League, saldada con un triunfo, un empate y cuatro derrotas que le han llevado a quedar eliminado.
