Todo acoso hacia otra persona, sobre todo si es en el mbito sexual y en el entorno de trabajo, es especialmente odioso. Se trata de situaciones en las que la vctima es vulnerable ante el comportamiento de quien normalmente ocupa una posicin de dominio por ser un superior jerrquico. Adems, son comportamientos que no es fcil denunciar por la dificultad de la prueba ante los canales empresariales y judiciales.
Es por ello por lo que la reciente sentencia de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo del 27 de noviembre (rec. 8880/2021) tiene un valor especial por cuanto concluye que para que exista acoso no es necesario que el comportamiento sea explcito, si es inequvoco.
En el supuesto, una mdico denunci a su jefe por acoso sexual por las constantes muestras de atencin no requeridas de las que la haca objeto, que se concretaban en convocatorias a su despacho por motivos no profesionales, llamadas de este al mvil y un trato diferente en la inclusin de fotografas en la pgina web del servicio y otras de sus actividades. La empresa sancion al directivo que recurre la sancin.
El Supremo en su sentencia da la razn a la empresa. En sus razonamientos el Tribunal enfatiza la diferencia entre acoso sexual y acoso por razn de sexo. Mientras el acoso sexual es un comportamiento guiado por la libido o deseo sexual, este elemento no est presente en el acoso por razn de sexo que consiste, ms bien, en el menosprecio, el maltrato, la amenaza, la represalia y otras conductas ofensivas que estn determinadas por el sexo de la persona afectada.
Como sealaba al inicio de esta entrada, los contornos del acoso sexual no siempre son ntidos, pues las pautas y los usos en el terreno sexual no son simples. Existe una notable variedad de formas de conducirse y no cabe limitarlo al acceso carnal, ni menos an a su consumacin.
Por ello el Supremo resalta las tres caractersticas que deben cumplirse para que podamos sealar que existe acoso sexual que, aparte a tratarse de un comportamiento guiado o determinado por la libido o deseo sexual:
– Debe concurrir la existencia o inexistencia de aceptacin libre por parte de la persona afectada. Adems, incluso si hubiera consentimiento, un comportamiento objetiva y gravemente atentatorio contra la dignidad de la persona afectada podra constituir acoso sexual.
– El contexto, profesional, docente, Etc. en el que se produce, valorando hasta qu punto la persona afectada ha podido eludir los requerimientos y las molestias.
– La dimensin temporal, pues a menudo no tiene el mismo significado, ni la misma gravedad, un suceso aislado que toda una serie sostenida y continuada de actos.
Un caso para tomar en consideracin para valorar conductas de este tipo, debiendo estar las empresas alerta ante situaciones que puedan producirse o denunciarse, cortndolas de forma contundente y siendo conscientes quienes las sufren o soportan que no deben dejar de denunciarlas.
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