Cuando Ansu Fati decidió relanzar su carrera en el Brighton, muchos aficionados blaugrana enarcaron las cejas. Sin embargo, su decisión tenía todo el sentido del mundo. Apostó por volver a sentirse futbolista en un ecosistema que habla el idioma de Xavi. Poco a poco, Ansu está encontrando recompensa al haberse puesto en menos de De Zerbi, uno de los entrenadores de moda.
Ansu marcó su cuarto gol de la temporada. Lo hizo ante un Ajax que esta temporada compite herido y falto de rumbo. El blaugrana también marcó contra los neerlandeses en el partido jugado en casa. De Zerbi le ha encontrado acomodo en su ataque, en la zona que Xavi denomina cuadrado. Juega por detrás de tres balas y, a pesar de que se nota que está algunos peldaños por debajo del ritmo de la Premier y todavía no es indiscutible en el once, hay motivos para creer que Ansu va camino de ser el Ansu de antes.
Tras el partido de ida contra el Ajax, De Zerbi le dedicó unas palabras al blaugrana. Dijo que jugó bien, pero que podía jugar aún mejor, que tenía que reencontrarse con el “entusiasmo” de la primera parte de su carrera. Y también que tenía que mejorar físicamente. Este jueves, insistió: “Siempre espero más y más de Ansu. Ha jugado muy bien pero tras el segundo gol ha tenido ocasiones para anotar de nuevo“. De Zerbi le aprieta porque sabe cuál es su potencial.
La pretemporada de Ansu fue de lo más positivo de la gira blaugrana por los Estados Unidos. Volvió a encontrarse con el gol -incluso dejó golazos- y se le vio fino con el balón. Tras las lesiones y la falta de confianza a raíz del poco rodaje, Ansu optó por continuar su carrera al lado de De Zerbi.
Crecer al lado del sucesor de Guardiola
El entrenador italiano es clave para comprender la decisión del canterano del Barcelona. En el Sassuolo construyó un proyecto de autor que continuó en el Shakhtar, ya en instancias europeas. Bajo su tutela creció Mudryk, por el que el Chelsea pagó 100 millones de euros. Con su fútbol atrevido, arriesgado, pelea ahora ante los grandes de la Premier League. Pep Guardiola lo describió como su sucesor y en las oficinas del City tienen su nombre muy presente. Curiosamente, Ansu fue el goleador del Brighton en el Etihad Stadium.
Tener el balón es innegociable para él. Inicia con el portero -perdió a Robert Sánchez, que también se fue a Stamford Bridge-, mientras que los centrales tienen pie de centrocampista. A los mediocentros les exige jugar bajo presión. El Brighton ha perdido talento tras las salidas de Moisés Caicedo -otro que viste de blue- y MacAllister, pero no cambia su forma de jugar. Porque precisamente tiene en su departamento de scouting una de las patas del proyecto de club.
Un Ansu mediapunta sin perder el olfato
Y en la eterna reconstrucción de plantilla que vive el Brighton por la pesca de los grandes en su casa verano tras verano apareció el nombre de Ansu Fati. De Zerbi le ha entregado la ’10’, en sentido metafórico. Ansu mediapuntea y desde ahí emerge su talento. Juega por detrás de tres balas: Mitoma, Joao Pedro y Adingra. Pero la competencia en el ataque de las Seagulls es grande. También bailan en la delantera Evan Ferguson -una futura gran venta del club-, Solly March, Welbeck o Enciso.
Cuentan los que comparten con él el día a día que Ansu ha perdido parte de la explosividad que le catapultó a quemar etapas con el Barcelona. La decisión del club de darle el dorsal diez tras la salida de Leo Messi para tapar heridas le puso una presión innecesaria a esas alturas de la carrera. Por esto Xavi no quiere correr con Lamine Yamal. Todo es tan rápido en el mundo del fútbol que Ansu parece un futbolista del pasado. Perro nada más lejos de la realidad: en octubre cumplió 21 años.
Poco a poco, Ansu va ganando protagonismo y marcando goles con el Brighton. El ritmo de un equipo competitivo, con ideas claras -y extrapolables al juego blaugrana- y la intensidad de la Premier son un gran reto para Ansu. Las opciones de regresar a Can Barça pasan, principalmente, por volver a lucir su olfato goleador. Y de momento está demostrando que no lo ha perdido.
