Lance Armstrong y su “EPO de cuatro horas de vida”: Así fue la gran mentira del ciclismo – Objetivo Triatlón
Lance Armstrong. Es sin duda uno de los nombres más sonados en el deporte a nivel mundial de todos los tiempos, y por supuesto del ciclismo, aunque no por buenos motivos. El ciclista que ganaría 7 Tour de Francia (retirados en el año 2012), se ha sentado en el podcast Club Random para dar más detalles sobre cómo armó la que fue la mayor mentira del deporte a nivel mundial.
Más de 500 pruebas y ni rastro de dopaje
Lance Armstrong asegura que a lo largo de su carrera deportivo pasó más de 500 controles antidopaje y jamás dio positivo en ninguno de ellos. Asegura que «No había formar de evadir esos controles» y que todos ellos «nunca fallaron ni arrojaron ningún dato extraño». Hablando de esto sin tapujos y con aún el ego por las nubes de haber engañado al mundo entero.
EPO de cuatro horas de duración
Es uno de los detalles más reveladores que se han conocido sobre el caso: la vida media del EPO en su cuerpo tenía una duración de cuatro horas. «Eso hacía que cada vez que se pasaba un control ya hubiera pasado ese tiempo y por tanto en el cuerpo no quedaba ninguna sustancia», reconoce. Sustancias como el cannabis o anabolizantes tienen una vida media infinitamente más larga. «Podrías fumarte un porro e ir a trabajar conduciendo tu tractor y en dos semanas dar positivo, porque la vida media es mucho más larga», se atreve a bromar Armstrong sobre la auspicia que le salvó durante muchos años.
EPO: una maravilla para él pero no la recomienda
«La EPO fue el combustible para cohetes que cambió no sólo nuestro deporte, sino todos los deportes de resistencia. Tiene una vida media de cuatro horas, por lo que sale del cuerpo muy rápidamente», asegura Lance. Sobre los efectos secundarios prefiere no hablar (sus problemas de salud ya lo demuestran por sí solos) y, pese a no animar a alguien a hacerlo, sigue negando que esto acarré problemas en la salud: «No quiero animar a nadie a hacer algo que no tiene por qué hacer. La verdad es que tenías una droga que era indetectable, que era tremendamente beneficiosa para el rendimiento y la recuperación. Ambas son importantes, pero sobre todo para el rendimiento. Y nos hicieron creer que si se tomaba bajo el cuidado de un médico era seguro, algo con lo que no estoy en desacuerdo».
