El Recoletas Caja Rural continúa imparable – Burgos Conecta

No pudo comenzar mejor el encuentro para los intereses de un Recoletas Caja Rural que a medida que avanzan las jornadas se siente más poderoso sobre el campo. Y es que, apenas se habían disputado tres minutos de partido cuando Agustín Gil abría el marcador culminando una touch en zona peligrosa resuelta con un maul ejecutado a la perfección. Carrió transformaba y el cuadro burgalés abría las primeras distancias en el marcador (0-7).

A partir de ahí, el conjunto gualdinegro se hizo dueño y señor del encuentro. Dominando el empuje, leyendo muy bien las líneas de pase rival y moviendo el oval con soltura cuando le caía a la mano ante un Barça que fue la viva imagen del quiero y no puedo. El conjunto catalán, aunque voluntarioso, no consiguió estar cómodo en ningún momento y apenas pudo aprovechar las escasas opciones que le brindó un Recoletas muy serio en defensa.

De hecho, la inmensa mayoría de la primera mitad se disputó en campo azulgrana. La delantera burgalesa volvió a mostrarse como una máquina de precisión y no dejaba opciones al rival. Cierto es que el Barça conseguía abrir el marcador en el 17 con un golpe de castigo bien ejecutado por Jegou (3-7), pero aquella patada fue una mera isla en mitad del océano.

Minutos después, Casteglioni ponía orden, recibiendo el oval en una zona comprometida, rompiendo la línea defensiva azulgrana y posando el oval sin oposición. Carrió volvía a transformar y daba alas al Recoletas, que en el 31 ampliaba su ventaja con una gran carrera de Tani Bay por el ala izquierda tras una recuperación espectacular de Guille Mateu en mitad del campo.

El 3-21 que mostraba el marcador cuando el árbitro señaló el camino a vestuarios reflejaba fielmente lo que había trascendido hasta el momento en La Teixonera, con un Recoletas absolutamente dominador ante un Barça que continúa en caída libre.

Un escenario que pareció prolongarse durante los primeros compases del segundo acto, en los que el Recoletas aumentó de nuevo su ventaja, con un ensayo de Tani Bay, quien se erigía como el más listo de la clase al aprovechar el desajuste defensivo local tras un maul larguísimo.

Inferioridad numérica

El partido parecía encarrilado a favor del Recoletas, pero la cosa se complicó en los minutos siguientes, en los que el encuentro se calentó con una tangana de la que el Recoletas salió escaldado. En un abrir y cerrar de ojos, el árbitro mostraba tarjeta amarilla a Rascón, la roja a Rubén Sanz, concedía un ensayo de castigo al Barça Rugby (10-26) y sacaba otra amarilla a Casteglioni.

Ese fue, sin duda, el momento más comprometido del encuentro para el Recoletas, que se quedó con 12 sobre el terreno de juego de manera momentánea. Y, aún así, los burgaleses respondieron con muchos quilates. Lejos de encogerse, la delantera gualdinegra se envalentonó y, tras varias fases ofensivas, Cánepa volvía a posar el balón tras una carrera por el ala derecha y Carrió transformaba para dejar las cosas claras (10-33).

Para entonces, y a pesar de la inferioridad de efectivos, el partido parecía ya totalmente decidido a favor del Recoletas, que lejos de darse por satisfecho continuó percutiendo y aún anotó otros dos ensayos, con Cánepa y Rocaries como protagonistas (10-45).

Sólo levantó el pie del acelerador el cuadro visitante en el último minuto, en el que una defensa muy tibia permitió que Alegría anotara un postrero ensayo que maquilló un poco el resultado, pero que no privó al Recoletas de la victoria y el bonus ofensivo, que colocan al conjunto gualdinegro en lo más alto de la clasificación antes del parón navideño.