El mejor momento del tenis antioqueño en 2023 fue el triunfo de Diego Giraldo y Sergio Hernández ante Juan Sebastián Cabal y Robert Farah en las semifinales de dobles de los Juegos Nacionales del Eje Cafetero.
La victoria fue épica. Eran dos jóvenes que juegan en el tenis universitario de Estados Unidos, contra los mejores doblistas de la historia del país. Pero ese momento pudo no pasar. La participación del departamento en tenis de campo en las justas fue una odisea debido a algunos desencuentros que hubo entre la antigua administración de la Liga Antioqueña de Tenis y la nueva.
Todo empezó en marzo de 2022. En la asamblea de clubes que se realizó el 14 de ese mes, eligieron un nuevo comité ejecutivo, conformado por Carlos Alberto Calderón Aguilar, Catalina Sierra Marín y Jonathan Gómez Giraldo, quienes reemplazarían a las personas que llevaban administrando la entidad más de 18 años.
Calderón fue designado como presidente. Ese fuero le permitía, de entrada, tomar decisiones internas en la Liga, que es una empresa privada, pero no podía fungir como representante legal. Para eso debían tener un registro de inscripción ante Indeportes, la máxima autoridad pública del deporte en Antioquia.
No lo recibieron sino hasta el 8 de septiembre de ese año. El proceso se demoró porque de por medio hubo una pugna que empezó con derechos de petición en la que miembros del anterior equipo de trabajo denunciaron que la elección fue realizada de manera irregular y que además fueron despedidos sin justa causa.
“Nosotros fuimos elegidos para empezar nuestro periodo el 31 de mayo. Trabajamos con el antiguo Director Ejecutivo hasta julio. Pero consideramos que no se venía manejando la Liga de buena forma porque presentaba pérdidas desde 2015 con un acumulado de 280 millones y unas pérdidas de patrimonio de 290. Era una empresa que siempre terminaba debiendo. Él era quien tenía el manejo porque las personas del anterior comité ejecutivo manejaban todo de manera remota”, aseguró el presidente Calderón.
El directivo agregó que los problemas económicos se debían a que había desorden: personas con contratos a termino indefinido y salarios altos, mientras que otras no tenían uno, pero trabajaban como caddies o monitores y se terminaban beneficiando de las instalaciones dando clases particulares.
Además, se dieron cuenta de que el reconocimiento deportivo de la entidad por parte del Ministerio del Deporte estaba vencido desde 2021. Cuando tuvieron la aprobación de Indeportes, empezaron a gestionar la renovación. Se demoraron hasta poco tiempo antes del inicio de los Nacionales en conseguirlo. Fue en tiempo récord.
Una vez solucionados esos inconvenientes empezaron las secciones en Indeportes para pedir los recursos que permitieran traer a los deportistas. Se los aprobaron sobre el tiempo, pero al final llegaron y los doblistas pudieron darle la alegría al departamento.
Ahora en la Liga trabajan con el objetivo de tener una entidad financieramente estable y tienen a meta de ampliar la oferta del deporte en el departamento para masificarlo. Aunque algunos deportistas y empleados se fueron, hay una base competitiva y se pretende que, en los próximos años, puedan tener sus canchas propias y cuenten con más apoyo económico por parte del sector público y privado en pro del crecimiento del tenis en Antioquia.
