30 años de Dos Ruedas, el germen del ciclismo en Sarria y el taller que nació con el primer Xacobeo – La Voz de Galicia

Alberto Lpez

En la fachada de la tienda de bicis Dos Ruedas de Sarria todava aguanta el Pelegrn, la mascota del Xacobeo 93. El ao que cambi todo. El negocio de Antonio Lpez abra unos meses despus, a principios de 1994, sin saber que la localidad sera un enclave estratgico para los ciclistas. No solo por los peregrinos sino tambin por los clientes locales. En Sarria hay una potente cultura de este deporte, con clubes y reconocidas carreras. Su germen estuvo en la pequea tiendade Lpez: Se juntaban aqu todos los nios del pueblo.

Antonio Lpez es de Madrid, donde ya trabajaba en una tienda de motos. Un revs acab con este negocio y l y su mujer decidieron trasladarse a Sarria. Decidi ponerse l mismo al frente de su propio local y abri un pequeo comercio con taller en el nmero 41 de la Praza de Galicia hace 30 aos. Competa con otras tres tiendas de bicicletas que ya haba en el momento, pero por sus contactos y experiencia pudo traer a Sarria productos ms novedosos.

Al principio, se dedicaba tanto a las motos como a las bicis, pero la moto empez a bajar y se qued solo son las bicis. Haba la demanda tpica de un pueblo, recuerda. Las bicis eran entonces la estrella del ocio de los ms pequeos, as que los nios de Sarria empezaron a acudir a Dos Ruedas como quien va a jugar al parque. Me llamaban las madres a la tienda para preguntarme si estaban aqu y si era as ya se quedaban tranquilas, cuenta.

En la tienda Lpez haba tanto bicis para aficionados como para los que competan. Los chavales que venan empezaron a moverse, recuerda. Aunque l tena tanto bicis de carretera como de montaa, entre los sarrianos naci una fuerte inclinacin hacia las segundas.

Y desde los que se conocan en Dos Ruedas surgi la idea de hacer carreras de bici de montaa entre amigos. Ponan una inscripcin muy barata con la que compraban los trofeos y despus bamos todos a un bar para juntarnos y ponamos las grabaciones de la carrera relata. As se mantuvieron durante aos, en los que la cultura del ciclismo de Sarria mont sus bases para posteriormente conformar el Club de Ciclismo y, despus, el ahora reconocido DHG Team.

Lpez se muestra contento de que los nios a los que vio crecer ahora consigan importantes logros en el ciclismo: Ahora soy yo el que se qued pequeo. Aun as, el madrileo mantiene durante todo el ao una buena clientela local e incluso de otras localidades fuera del municipio. Esta demanda se complementa con el Camino de Santiago.

Los peregrinostraan las bicis que tenan en eltrastero

Antonio abri la tienda cuando naci la ruta tal y como se conoce ahora. De aquellas no exista el Camino, se cre. Fue unos de los primeros talleres que atendi a los peregrinos, asegura que desde Ponferrada no haba ninguno y despus de Sarria no volva a haber hasta Melide. El 90 % de lo que demandan los bicigrinosson arreglos. Hacan cola a las puertas de Dos Ruedas.

Los primeros caminantes que acudieron a la llamada del Xacobeoperegrinaban con la bici que tena en casa: Me acuerdo de una seora de 70 aos que vino con la bici que le haba regalado su padre, casi ni frenaba, resalta Lpez entre las miles de ancdotas que acumula de estas tres dcadas. No existan el alquilerde vehculos y la gente desempolvaba las que tenan guardadas en el trastero. Tenan los culos pelados del silln o tenan que ir al ambulatorio nada ms salir de O Cebreiro.

Supuso un ritmo de trabajo muy diferente para Lpez, ya que estos clientes necesitan el arreglo el mismo da o como mucho a primera hora de la maana del da siguiente. Por eso, tena que estar preparado con todo tipo de piezas para cubrir el mayor nmero posible de modelos. Antes tena de todo, ahora de casi todo. La profesionalizacin de este modo de peregrinaje ha complicado su atencin, ya que las mejores calidades tambin requieres piezas ms especficas. Lpez se ha ido modernizando al ritmo que el propio mercado, como es ahora con el auge de las bicis elctricas. Pero ms all de las piezas, lo ms importante siempre fue la atencin.

Hubo das que me qued hasta las tantas de la noche para acabar un arreglo o que ayud yo con mi furgoneta a los peregrinos, asegura. Eso s, tena recompensa: la gratitud sincera de los caminantes. Antes me mandaban tarjetasahora me escriben por redes sociales.

A sus 64 aos, por el momento Lpez no se quiere jubilar por qu casi no sabra que hacer con su tiempo libre. Sigue disfrutando de poner a punto las bicis de sus vecinos y de los que visitan Sarria desde todas las partes del mundo.