Este martes se ha debatido en el Congreso de los Diputados la Proposición no de Ley sobre un Pacto de Estado por la Salud Mental, presentada por el grupo parlamentario socialista. Carmen Castilla Álvarez, diputada socialista y portavoz en la Comisión de Sanidad, ha sido la encargada de defender esta PNL en la cámara baja. La socialista ha destacado que, “con esta PNL, el grupo socialista pretende avanzar en la senda del diálogo y los consensos alcanzados sobre salud mental”.
Igualmente, Castilla ha hecho referencia a las coyunturas sociales, la desigualdad, las redes sociales o la pandemia, que han afectado a la salud mental de la población. Además, “el consumo de ansiolíticos ha aumentado cinco puntos en la última década”. Y, “desgraciadamente”, ha añadido, “tengo un dato estremecedor: cada día se suicidan 11 personasen nuestro país”, siendo esta la primera causa de fallecimiento entre los 15 y los 20 años.
“Sin salud mental, no hay salud”, ha recalcado la diputada. Del mismo modo, ha hecho referencia a la Estrategia del SNS en materia de salud mental, recientemente renovada y de la que ha derivado el vigente Plan de Acción de Salud Mental 2022-2024, dotado con 100 millones de euros. En este sentido, haciendo referencia a la financiación, la socialista ha pedido “corresponsabilidad” a las comunidades autónomas, encargadas de financiar las plazas formativas en especialistas en salud.
“Sin salud mental, no hay salud”
“El compromiso por seguir mejorando la atención de la salud mental es común y compartido por todas las comunidades y liderado por el Ministerio de Sanidad”, ha subrayado, “para prevenir, abordar y mitigar el impacto de las enfermedades mentales de una manera transversal en todas las políticas”. Por ello, ha recalcado la necesidad de mejorar el acceso a los servicios de salud mental. “Hay que luchar contra la discriminación, la estigmatización y la exclusión social”.
Este, ha añadido, es un asunto de estado que requiere un pacto de estado. “Así lo hemos recogido en el acuerdo de gobierno con nuestro socio Sumar“. Este asunto “no permite ninguna dilación”. Igualmente, ha finalizado recalcando que “la política, como la medicina, debe servir para mitigar el sufrimiento humano”.
“La salud mental está directamente relacionada con las condiciones de vida de las personas y los determinantes sociales de la salud, que se suman a los determinantes biológicos. Por tanto, hay que entender que la salud mental es un aspecto más del bienestar de las personas”, se expone en la PNL presentada.
“La política, como la medicina, debe servir para mitigar el sufrimiento humano”
Además, en el texto se hace referencia también a las desigualdades de género, sociales y económicas, las emergencias de salud pública, las guerras y las crisis climáticas, como grandes riesgos para la salud mental. “Esas amenazas pueden manifestarse a lo largo de todo el ciclo vital, pero en la infancia, en la adolescencia y en la juventud, son altamente perjudiciales”.
De hecho, según los datos del Gobierno, el 4,77% de la población de 15 o más años ha acudido al psicólogo, psicoterapeuta o psiquiatra en los últimos 12 meses. Según sexos, supone un 5,49% de las mujeres y 4% de los hombres. Igualmente, en la actualidad el 37% de las personas en España tienen algún problema de salud mental, siendo los problemas más frecuentes la ansiedad, los trastornos del sueño y la depresión. En el caso de la infancia, la adolescencia y la juventud, los problemas más frecuentes son la ansiedad, seguido de los trastornos específicos del aprendizaje y los problemas hipercinéticos, que van en aumento desde el año 2019.
Además, se pone de relieve la conexión entre la salud mental y la precariedad laboral, así como el creciente consumo de fármacos para tratar los problemas de salud mental, y los datos de suicido, que han aumentado drásticamente según el último informe del INE.
Por ello, se pide un Pacto de Estado por la Salud Mental “que garantice el derecho a una salud mental universal, pública y de calidad”. Entre otras medidas y acciones, se explica, este pacto pondrá especial atención a la salud mental de la infancia, la adolescencia y de las personas jóvenes, mediante un mayor refuerzo de especialistas en salud mental para reducir el tiempo máximo de espera en consulta de Salud Mental, con especial atención a las personas menores de 21 años y el desarrollo de un plan con medidas específicas orientadas a prevenir el suicidio juvenil.
