Un equipo de ciclismo es una compleja estructura donde han de convivir teóricos jefes de filas con los mal llamados ‘gregarios’ y también con jóvenes promesas recién llegadas al profesionalismo.
Un ejemplo curioso es el cuadro neerlandés del DSM-Firmenich. Por un lado, han salido de su estructura grandes corredores como Tom Dumoulin, Warren Barguil, Marcel Kittel o Marc Hirschi. Pero por otro, muchos jóvenes corredores no aguantan los férreos sistemas que imperan en el equipo.
Informa ‘Marca’ que hasta 75 corredores han abandonado el equipo antes de que acabara su contrato. Sobre todo las jóvenes promesas salen de DSM antes de tiempo. Los últimos casos son Lorenzo Milesi y Marco Brenner.
El corredor italiano, de 21 años, saldrá rumbo a Movistar Team salvo sorpresa y el alemán, de la misma edad, ya aparece inscrito en el Tudor suizo que tiene de hombre fuerte a una leyenda como Fabian Cancellara.
Ya en 2021, ‘L’Équipe’ explicaba que los jóvenes corredores del DSM vivían en un “régimen de hierro” en cuanto a los sistemas de trabajo y las técnicas de entrenamiento. Las promesas brillaban, pero no aguantaban mucho tiempo bajo el látigo neerlandés.
Así le ocurrió a Hirschi, que había vencido dos veces en el Tour 2020, también a Benoot, gregario de lujo en el Jumbo-Visma, Warren Barguil, escalador de élite en el Arkéa (curiosamente regresa en 2024), o Tom Dumolin, vencedor del Giro con los tulipanes en 2017.
Brenner ha relatado que esa manera de trabajar sigue vigente en la entidad. “Estoy muy decepcionado. No fui convocado durante mucho tiempo y después decidieron excluirme con poca anticipación. Puedo entenderlo… de alguna forma. El equipo tiene sus principios y están por encima de todo”, señaló.
Para el nuevo año, los rectores de DSM mantienen a Romain Bardet como jefe de filas para las grandes, con Fabio Jakobsen como fichaje estrella de cara a los sprints. Max Poole, tras su gran Vuelta a España, y Oscar Onley son los jóvenes de DSM que más apuntan de cara a 2024.
¿Aguantarán mucho?
