París (AFP) – La victoria de selección nacional de rugby de Sudáfrica frente a Nueva Zelanda (12-11) en la final disputada en París el 28 de octubre, convirtió a los Springboks en el primer equipo de la historia en ser cuatro veces campeones del mundo, después de ganar las ediciones de 1995, 2007 y 2019.
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Los doce puntos de la final salieron del pie del apertura Handré Pollard, el héroe del partido, que fue convocado ya empezado el Mundial por las dos mentes que dirigen a los sudafricanos, Jacques Nienaber y Rassie Erasmus.
Los All Blacks estuvieron combativos, pero les marcó la expulsión de su capitán y tercera línea, Sam Cane, en el minuto 27 por un tackle peligroso.
Criado en un barrio cerca de Port Elizabeth, Siya Kolisi, primer capitán negro de la historia de los Springboks, convertido en un símbolo, levantó por segunda vez la Copa Webb Ellis junto con sus compañeros.
El después jugador del Racing 92, en Top 14, metió el dedo en la llaga de los aficionados franceses: dos semanas antes, los sudafricanos, con su potentísimo banquillo, eliminaron por la mínima (29-28) a los Bleus de Antoine Dupont en los cuartos de final del Mundial que se jugaba en su casa.
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