Boxeo

El boxeo sucumbe al dinero saudí: seis campeones mundiales comparten cartel – Relevo



En el año 2018, Arabia Saudí puso en marcha el plan ‘Visión 2030’ en el que intentaría mejorar la imagen del país a través, entre otras vías, del deporte. WWE fue la primera gran multinacional deportiva que confió en el proyecto. Firmaron un acuerdo de diez años y aunque la relación fue tensa en sus inicios ahora goza de extraordinaria salud.

En este 2023 los fichajes de futbolistas para la liga del país han copado toda la atención, pero en cinco años el Gobierno saudí ha tocado a la puerta de infinidad de opciones. Los deportes de contacto son una premisa clave para ellos. Es más sencillo que en otras disciplinas llevar eventos punteros y la unión con WWE facilita el camino. Aún así, UFC entrará por primera vez en el país en 2024 (gracias a su fusión con WWE) y el boxeo no se ha consolidado hasta este año.

En diciembre de 2019, Anthony Joshua tuvo en Oriente Medio su revancha contra Andy Ruiz. Fue una sorpresa, pero las altas bolsas tanto del inglés como del flamante nuevo campeón lo explicaron. La pandemia frenó todo y no fue hasta 2022 cuando el boxeo de primer nivel volvió a Arabia. De nuevo Joshua acudió al país para enfrentarse, en otra revancha, a Olek Usyk. Esta vez sí. El boxeo se convenció de que la opción era buena y el Gobierno de Arabia Saudí vio que el negocio era rentable. El dinero saudí había llegado para quedarse.

La idea del gobierno saudí era organizar una macrovelada en la última parte de 2023 con el duelo entre Tyson Fury y Olek Usyk como duelo estelar. En la previa, querían a Anthony Joshua y Deontay Wilder. El camino era el correcto, pero con Fury siendo uno de los factores en la ecuación todo podía pasar. El inglés priorizó un combate contra Francis Ngannou. En su cabeza el plan era perfecto: trabajo fácil para embolsarse más de 50 millones (cifra que él mismo ha rebelado) y después Usyk, donde espera ganar por encima de los 100 millones.

Todo se torció con las penurias que pasó Fury ante Ngannou. El 23 de diciembre Arabia Saudí quería hacer que el mundo les mirase. Por ello buscaron el plan B y reactivaron el viejo plan de la macrovelada. Con el Fury-Usyk sellado para el 17 de febrero, el año se cerraría con otro bombazo en forma de constelación de estrellas. Anthony Joshua y Deontay Wilder son el hilo conductor, pero a los dos excampeones mundiales hay que sumar otros dos como Joseph Parker y Daniel Dubois (WBA Regular, interinato) y dos campeones mundiales actuales como Dmitry Bivol (WBA semipesado) y Jai Opetaia (IBF crucero hasta el pasado lunes). El dinero estaba apartado y Arabia no ha querido escatimar. Ha organizado una de las mayores veladas que se recuerdan en mucho tiempo. Habrá que ver cómo les sale, pero la apuesta, al menos, pondrá todos los focos en Riad como ya sucedió con Fury vs Ngannou el 28 de octubre.

El Joshua vs Wilder, objetivo prioritario

La continuidad del plan saudí se proyecta en la manera de organizar los dos combates estelares de la noche (DAZN PPV, 17:00). Anthony Joshua (26-3, 23 KO) cerrará la jornada con un duelo, a doce asaltos, frente a Otto Wallin (26-1, 14 KO). En la lucha previa, Deontay Wilder (43-2-1, 42 KO) chocará, también a doce asaltos, contra el excampeón mundial Joseph Parker (33-3, 23 KO). Turki Al-Sheikh, presidente de la autoridad deportiva de Arabia Saudí y dueño del Almería, fue claro en la presentación del evento. Quiere que Joshua y Wilder tengan dos peleas en su país en 2024 y según ESPN ya existiría un acuerdo para el 9 de marzo.

¿Por qué no pelean directamente ya este diciembre? Esa es la gran duda, ya que nadie dice nada al respecto. Lo podrían haber hecho, pero la sensación es que han priorizado la narrativa. Una victoria de ambos en un macroevento y un careo posterior a sus triunfos con la nueva fecha oficializada es muy potente para crear expectación en el evento. En un mundo ideal quedaría perfecto, pero la apuesta en el boxeo y con los protagonistas elegidos deja dudas. Hay probabilidades altas de que uno de los dos pierda.

Las mayores dudas están sobre Joshua. Es cierto que tiene un rival más sencillo, pero Wallin ha demostrado ser un púgil difícil. Viene de ganar al excampeón mundial del crucero Murat Gassiev y su única derrota llegó contra Fury en una pelea que le podrían haber parado al inglés por un corte. Puede dar la sorpresa. AJ ha dejado muchas dudas en sus últimos combates. Ante un rival que puede embarullar el pleito las dudas son lícitas. Sobre el papel, con distancia y su pegada le debería dar al inglés… pero esto es boxeo y todo puede pasar.

En el caso de Wilder hay dudas, pero quizá menores. Sólo Tyson Fury ha logrado aguantar su pegada. Tiene un cañón en su mano derecha y el arrojo que le falta a Joshua. Por tanto, si se complica puede cambiar el rumbo del pleito con una única acción. Las dudas están en su estado. Desde su primera derrota con Fury (febrero 2020) ha peleado en tan sólo dos ocasiones. Parker viene rodado y es un púgil técnico que puede complicarle, aunque con un 97% de victorias antes del límite hay que darle el papel de favorito al Bombardero de Bronce.

Bivol persigue recuperar el foco

Dos peleas no titulares se están llevando todo el interés. Es lógico por lo que significan los personajes, pero también deja en evidencia la importancia que tiene Dmitry Bivol (21-0, 11 KO) en el boxeo mundial. En mayo de 2022 logró derrotar a Canelo Álvarez. Se puso en la cresta de la ola, logrando la repercusión que antes no había logrado… pero no lo ha aprovechado. Estirando el chicle de una unificación contra Beterbiev ha boxeado sólo una vez (noviembre 2022 contra Gilberto ‘Zurdo’ Ramírez) desde entonces. Ese pleito no fue frente al otro campeón del semipesado. Necesita pelear y eso hará, aunque con tantos nombres el suyo pueda pasar más desapercibido. Defenderá su cinturón WBA ante Lyndon Arthur (23-1, 16 KO), quien no debería darle problemas. El duelo debe utilizarlo el ruso para tomar impulso y regresar a los grandes carteles. Quizá con el dinero saudí.

Por su parte, Jai Opetaia (23-0, 18 KO) ha visto como todo ha virado en la semana de pelea. El australiano, de 28 años, es dos veces campeón mundial IBF. No está en una división que haga mucho ruido y él no se presentó fuera de su país hasta septiembre de este año. La ocasión saudí era perfecta, pero su pelea perdió el foco el pasado lunes. La IBF no aceptó a Ellis Zorro (17-0, 7 KO) como retador. Era una defensa voluntaria. Al negar el pleito con menos de una semana, Opetaia se ha visto obligado a dejar vacante el cinturón y la pelea pasa a ser sin título de por medio. Siendo un duelo más pierde interés, pero si brilla los ojos se pondrán en él igualmente.

Por último en cuanto a hombres que saben lo que es ser campeones está Daniel Dubois (19-2, 18 KO). El inglés era campeón secundario WBA y viene de perder en agosto frente a Usyk. Con tanto afán saudí por el peso pesado hace bien en estar presente. Su nombre puede encajar en muchas peleas de dinero. Se enfrentará contra Jarrell Miller (26-0-1, 22 KO), quien tenía previsto pelear contra Joshua en 2019, pero dio positivo por dopaje (fue sancionado) y dejó su hueco a Andy Ruiz. Su plan es similar al de DD. Quiere mostrarse.

Álvaro Carrera

Con
13
años
ya
tenía
un
micrófono
en
sus
manos
y
con
15
narraba
los
partidos
de
su
amada
Ponferradina
en
una
radio
local.
Estudió
periodismo
en
la
Universidad
Complutense



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Marc Valldeperez

Soy el administrador de marcahora.xyz y también un redactor deportivo. Apasionado por el deporte y su historia. Fanático de todas las disciplinas, especialmente el fútbol, el boxeo y las MMA. Encargado de escribir previas de muchos deportes, como boxeo, fútbol, NBA, deportes de motor y otros.

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