Entretenimiento

La radio siempre hizo por parecer un cine de entrecasa


Le daba esa soltura, la capacidad, la inventiva, el arrojo, el talento, pero mucho más la evolución de los elementos que permitían contar una historia tan parecida a la realidad. Que se mostraba de todas formas, en cuantos radioteatros y emisiones en estudio y en vivo.

Los efectos sonoros manuales que producían sonidos cotidianos, el galope de un  caballo, el chirriar de una puerta entornándose, el acelerado latido ante lo desconocido, el viento barriendo inclemente un paisaje neblinoso, todo aquello que le permitía verosimilitud encajando en el episodio de la obra como “anillo al dedo”.

Era personal técnico casi siempre devenidos del sonido, cuya evaluación les permitían idoneidad; han sido muchísimos pero pocos trascendieron como Nicolás Catalano, Guido Gorgatti, amén de actor cómico, Roberto Prince, profesionales calificados de hacernos oír el sonido en todo su esplendor.

Era tan débil la diferencia de la radio con el cine, ya que todo era igual, menos la imagen que el sonido debía suplir para permitirnos “hacernos ver”, porque la imaginación no tiene límites, comprobando tonos, brillos dados en la voz, en el murmullo del conjunto, en aquellos otros que el deambular humano lo producía a su paso y que de tanto escucharlos forman parte de esa catarata que invade la escena.

Hubieron programas radiales donde el sonido que lo ambiental exigía, descollaron porque los efectos especiales estuvieron a la altura de la trama.

Podemos recordar algunos que hoy son pálidas imágenes de empezar a vivir la radio, cuando la familia entera se ubicaba frente al receptor capillita, en un silencio sepulcral donde solamente los intérpretes daban letra al libro que seguíamos sin levantar la voz.

Por LR1 Radio “El Mundo”, la emisora de la calle Maipú 555, de 19,30 a 19,45 se irradiaba “Qué pareja”, con Héctor Maselli y Blanquita Santos, auspiciado por “Jabón Rinso” De 19,45 a 20,00, ”Peter Fox lo sabía” desde 1948, interpretado por José Tressenza, con libreto de Miguel de Calasanz.

Haciendo memoria, recordamos a “Cuentos de la vieja abadía”, con Juan José Piñeyro en el protagónico, una voz grave de excelente modulación, que iba liberando breves cuentos de terror, donde el efecto de sonido jugaba un rol preponderante en la dura tarea de hacer real lo ilusorio.

Y, de 20,00 a 20,15, tan solo 15 minutos de “aire”, para llevar al país de lunes a viernes, uno de los mayores éxitos de la radiofonía argentina: “El Glostora Tango Club”.

Un ciclo concebido por un fijador para el cabello masculino elaborado por la empresa “Brancato” la misma de la gomina, con un nuevo producto más fluido y liviano: “Glostora”, destinado a “la juventud triunfadora” como rezaba su slogan publicitario.

No me la contaron, la oí y me siguió asombrando por tanta diversidad, siempre relevando su gran jerarquía donde la excelencia era una constante.

El Glostora Tango Club estuvo vigente en Radio El Mundo de 1946 a 1968, por el cual desfilaron: Alfredo Dángelis con sus cantores Julio Martel y Carlos Dante; Francisco Canaro; Ricardo Tanturi; Miguel Caló; Juan Sánchez Gorio; Juan DÁrienzo; Héctor Varela; José Basso; Armando Pontier; Alfredo Gobbi; Enríque Mario Francini; Osvaldo Pugliese; Rodolfo Biaggi; Florindo Sassone; Donato Raciatti y Jorge Arduh.

Fueron sus históricos animadores, Rafael Díaz Gallardo, Lucía Marcó y Héctor Villoria.

Pero lo más significativo de la Radiofonía argentina, se debió a su incansable tarea de evolución que le permitió crear celebrados ciclos, de indudable nivel actoral y precisa elección de papel.

Aquello a lo que apela el título del artículo: LA RADIO SIEMPRE HIZO POR PARECER UN CINE DE ENTRECASA, se ajusta perfectamente a su vocación de búsqueda y no amilanarse en la empresa elegida.

Era tal la popularidad de “Tarzán” en el cine como en la historieta dibujada por el gran Alex Raymond, que hizo de su autor, Edgar Rice Burroughs un afortunado.

La radio argentina se propuso llevarlo a una producción que rápidamente fue éxito. En 1950, auspiciado por una chocolatada famosa que hacía referencia al vigor, puso en el aire, más precisamente en LR4 Radio Splendid de Buenos Aires: “Las aventuras de Tarzán”.

Rápidamente fue un éxito cantado, iba por la tarde de 17,30 a 18,00 hasta que los pequeños radioescuchas hicieron oír su inquietud: que por el horario de salida de las escuelas, por favor corran a partir de las 18,00. Reclamo que dado el fervor de los oyentes rápidamente se accedió, estando en el aire durante 5 años de emisión.

Estaba interpretado por César Llanos como Tarzán de parecido notable al personaje. Mabel Landó como Jane, y Oscar Rovito interpretando a “Tarzanito”; en efectos de sonido un excelente profesional,  Ernesto Catalán, y el libro adaptado por el guionista Jorge Rey.

Era la consecuencia de la fama obtenida por el cine de Hollywood, con los actores Jhonny Wessmuller como “Tarzán”, y Mareen O´Sullivan como “Jane”.

Como vemos, el reto era lo de menos, porque en Radio argentina era pionera de grandes actores, excelentes voces, que habían hecho de la radio el lugar preferido de todos los públicos ya que su amplitud de elección era inmensa.

No me lo contaron, la oí y me siguió asombrando por tanta diversidad, siempre relevando su gran jerarquía donde la excelencia era la constante para que cada uno se clavara en el dial de su preferencia.



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Antea Morbioli

Hola soy Antea Morbioli Periodista con 2 años de experiencia en diferentes medios. Ha cubierto noticias de entretenimiento, películas, programas de televisión, celebridades, deportes, así como todo tipo de eventos culturales para MarcaHora.xyz desde 2023.

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