El «currante» Rafa Márquez, desde dentro: «No pierde el tiempo en cosas que no puede controlar» – Relevo
Rafa Márquez es uno de los pocos jugadores que ha disputado cinco Mundiales, y con 20 títulos como aval de una trayectoria longeva y repleta de éxitos, se sitúa en la cima del fútbol mexicano. Pero el de Michoacán llegó solo a Barcelona, ya como entrenador, sin gente de confianza a su lado, sin un staff propio que le acompañase; llegó no como lo hacen las leyendas, por la puerta grande, sino como un entrenador novel que aterriza con un poco de vergüenza y miedo en su primer gran reto. No había grandeza apalabrada, sino un sentido muy profundo del trabajo.
Tras 12 jornadas, Márquez tiene segundo clasificado al Barça Atlètic, que es el equipo más joven de toda la categoría (19 años de edad), en la durísima 1ª RFEF. Los azulgrana no solo están ganando, sino que Márquez está tutelando el crecimiento de algunas de las joyas de La Masia como Pau Cubarsí, Marc Bernal o Héctor Fort (todos disputando el Mundial sub-17), y potenciando a los recién llegados Mika Faye, Mbacke o Pau Victor, máximo goleador del equipo. Márquez es, por encima de todo, un entrenador de jugadores.
Gestor y estratega
“Rafa es una persona muy constructiva, muy dialogante. Llegó con muchísima humildad al Barça, consciente de todo lo que tenía que aprender”, comenta un exfutbolista del equipo. Antes de aterrizar en Barcelona, Márquez tuvo la oportunidad de liderar a su país en la sub23, con opción de llevar a la absoluta en el Mundial de 2026. Pero Márquez se negó. Tenía claro que su primer paso tenía que ser en Barcelona, aprovechando la oportunidad del filial para trabajar, crecer y aprender, en un escenario que le forzaría a ser un formador a la vez que un gestor de egos en potencia. De alguna forma, él también está pasando por su filial de entrenadores particular.
Cuando aterrizó en Barcelona, los jugadores miraban con cierta duda este movimiento, no porque dudasen de Márquez, sino porque empezar en el filial azulgrana, siempre expuesto y con una presión añadida, era un terreno pantanoso. La plantilla era muy joven e inexperta, sin referentes de etapas pasadas, y desde un primer momento el técnico supo transmitir su forma de entender el juego al futbolista. “Poco a poco fue abriéndose y mostrando su lado humano. Es una persona con grandes valores y eso lo notamos todos, porque nos ayudaba en lo que necesitábamos y sabía transmitir su idea”, subraya un exjugador del filial a Relevo.
El pasado curso, el filial llegó a la fase de playoff donde para pasar a la final le tocó enfrentarse al Real Madrid Castilla, equipo con jugadores como Arribas, Dotor o Rafa Marín, todos en Primera División. Los azulgrana, que de aquel once titular han cambiado a siete nombres, eran un grupo de menos talento, con pocos jugadores de proyección para el primer equipo. “Márquez no pierde el tiempo en cosas que no puede controlar. Si hay lesiones o muchas prisas con el jugador para que suba, él se focaliza en lo que sí puede controlar. En aquel playoff sabía que éramos inferiores y Rafa siempre transmitió muchísima confianza y tranquilidad al grupo. Eso lo tiene”, explica un futbolista a Relevo. El Barça cayó eliminado, pero nadie reprochó nada a un grupo que había llegado más lejos de lo que el club pensaba.
Un filial cada vez más de paso
Invade una sensación de prisa desmedida al club azulgrana. De máxima necesidad. Los jugadores, que antes hacían dos o tres años en el filial, ahora apenas se paran antes de subir al primer equipo. El caso de Jandro Orellana o Alex Collado, que no pudieron dar el salto a la máxima élite de la mano del Barça, parecen ya muy lejanos. Desde el club, algunos formadores señalan que esto puede ser contraproducente, minando el crecimiento del jugador al saltarse muchas etapas formativas. El filial, que está jugando con dos titulares del 2007 (Bernal y Cubarsí), y con uno del 2006 (Fort), es prueba de esa rampa meteórica hacia arriba. Y en ese escenario, nadie mejor que Márquez para gestionarlo. “Llega mucho al jugador porque es muy transparente. Les da mucha confianza, sobre todo a los más jóvenes, no solo por ser quién es, sino por la forma en cómo transmite. Nunca se altera y es muy didáctico“, explican fuentes a Relevo.
El entrenador del filial es una persona muy tímida, de círculos cerrados. De pequeño fichó por las fuerzas básicas de Atlas y a las pocas semanas llamó desconsolado a su madre, María Luisa, para regresar a casa. La nostalgia se apoderaba de él, y la relación con su madre cimentó el crecimiento del jugador. Sorprende que, al llegar a Barcelona, lo hiciese sin gente de confianza cerca. Lanzado al vacío. Desde el primer momento, Márquez entendió que tenía que delegar y nunca toma decisiones por ser Rafa Márquez. “Es muy metódico, muy currante. Los partidos se preparan con mucho detalle y es una persona muy abierta, está constantemente viendo fútbol, aportando ideas... Los jugadores notamos una mejoría a nivel táctico muy importante el pasado curso”, explica un ex jugador a Relevo.
Algo que destacan es su nivel de detalle a la hora de hablar del juego. Jugadores suyos le definen como “muy maniático” a nivel táctico, aunque todos destacan la enorme confianza que transmite al jugador, y su “optimismo” ante cualquier adversidad, algo que relaja al jugador y le focaliza solo al verde, abstrayéndole de todo lo le rodea.
Este curso, el Barça perdió a Estanis Pedrola y a Luismi Cruz, dos de los jugadores más determinantes del equipo. “Hemos perdido calidad por fuera y la hemos ganado por dentro. Mi idea es acoplarme a lo que tengo y trabajar con ello”, explicó en Sport. Con jugadores como Cubarsí (desde el eje de la defensa), Bernal, Casadó, Unai y Aleix Garrido, el Barça tiene mucha calidad en el centro del campo, y el equipo viene entendiendo cada vez más y mejor los distintos escenarios del partido. El filial juega más tiempo en campo rival, ataca más y concede menos que el pasado curso. Todo ello con una plantilla renovada, más joven, y repleta de bajas.
El mejor momento de forma del filial
Por primera vez desde que está Márquez, el filial suma cinco victorias consecutivas antes de enfrentarse a la Cultural Leonesa, líder del grupo. Estas victorias han llegado sin poder contar con jugadores vitales, bien porque han estado en el primer equipo (Guiu, Casadó) o porque se han marchado con España al Mundial sub17 (Fort, Cubarsí, Bernal). La plantilla, que ya es muy corta, ha sufrido bajas y contratiempos, pero nunca ha perdido el punto competitivo que les caracteriza. “Márquez sabe ganarse al grupo. Es un estratega, pero también un gran gestor. Hace sentir a los chavales más jóvenes como si esto fuese el Juvenil, de ahí el hecho de ver rendimientos tan buenos de futbolistas con muy poca experiencia“, apuntan fuentes cercanas al técnico.
“Cuando Márquez llegó al Barça, algunos en el club arqueaban la ceja. Pero en poquísimo tiempo, el exfutbolista azulgrana revirtió la desconfianza para ganarse a todo el mundo dentro del club. Su humildad sorprendió mucho a quienes no le conocían personalmente, sobre todo porque es alguien que confía en el resto de trabajadores y tiene una mirada de club que va más allá del rendimiento del filial”, comenta a Relevo un miembro del club. Pese a que jugadores como Guiu, Casadó o Aleix Garrido ya han probado las mieles del primer equipo, no existe ningún atisbo de duda en su rendimiento cuando están con el filial. “Márquez te hace currar mucho. Nos tenía a todos enchufados“, recalca un jugador a Relevo.
El fútbol marca sus propios tiempos, y Márquez está eligiendo cuidadosamente su camino, alejándose de los grandes focos y preparando su propio recorrido de forma meticulosa. “Tiene claro los pasos a seguir. Es muy inteligente e intuitivo, y ser Márquez le ayuda a poder llegar más al jugador, porque sabe enganchar al jugador. Creo que será un muy buen entrenador”, explica a Relevo una fuente cercana al técnico mexicano.
Ante múltiples problemas institucionales y con un equipo que apenas ha podido contar con los jugadores que por edad debería tener, Márquez no ha parado de reinventarse y buscar soluciones ante una plantilla corta y que en muchas ocasiones ha tenido que tirar de los juveniles. El Barça Atlètic no solo está compitiendo muy bien, sino que está jugando a gran nivel durante muchos minutos con el equipo más joven de la categoría, alimentando la confianza de unos jugadores que no parecen notar la diferencia de edad. Este fin de semana, en León, los de Márquez tienen la oportunidad de situarse líderes y ganar en el campo del mejor equipo de la categoría sin algunos de sus titulares. El técnico, que aboga por un trabajo silencioso, va dando pasos cada vez más firmes.
