2023 tendría que haber sido el año del despegue definitivo de los Barcelona Dragons, después de que el rendimiento deportivo en los dos ejercicios previos de la franquicia catañana fuera de menos a más y de la entrada en la franquicia de la firma estadounidense Elite Sport Equity, que compraron el 60% de los Barcelona Dragons, pero a la hora de la verdad ésta ha sido la peor campaña de la franquicia catalana desde que Bart Iaccarino fundara los nuevos Barcelona Dragons en el 2020.
En la primera temporada los Dragons no llegaron a los playoffs y en la siguiente cayeron en las semifinales ante el conjunto austríaco del Viena, que a la postres sería el campeón de la European League of Football (ELF). Tras estas dos primeras temporadas se esperaba que en 2023 se mantuviera la competitividad del equipo, pero fue todo lo contrario. Ni los nuevos fichajes, ni la entrada de un nuevo capital, ni el traslado a la localidad de Terrassa dieron los frutos esperados. El equipo empezó bien el año, pero el balance final ha sido pésimo con sólo dos partidos ganados y diez perdidos.
Siento una gran decepción. Confiábamos que la entrada de los americanos en la franquicia de los Barcelona Dragons trajera todo lo que necesitábamos en el equipo, ya que eran inversores que podían aportar dinero, conocimientos y contactos, pero a la hora de la verdad el dinero que tenía que llegar no llegó
La entrada de Elite Sport Equity -empresa americana que detiene el 60% de BTF holding, empresa de Delaware que ha comprado el 100% de BigTen Football SL, empresa española que explota los derechos de Dragons en España- en vez de aportar tranquilidad fue sinónimo de desconcierto y dudas, sensaciones que se trasladaron al campo y que probablemente influyeran en el rendimiento de los propios jugadores, de ahí la gris campaña completada por la franquicia catalana; hasta el punto que el propio fundador e impulsor de los nuevos Barcelona Dragons ha dicho basta. Ha abandonado la franquicia catalana y ha fichado por el equipo italiano de los Trapper Cecina, en el que ejerce las labores de entrenador.
“Por mi parte siento una gran decepción. Confiábamos que la entrada de los americanos en la franquicia de los Barcelona Dragons trajera todo lo que necesitábamos en el equipo, ya que eran inversores que podían aportar dinero, conocimientos y contactos, pero a la hora de la verdad el dinero que tenía que llegar no llegó. No cumplieron con su palabra e incluso yo tuve que vender mi parte para que se cumplieran con los compromisos económicos que tenía el equipo”, explica a MD Bart Iaccarino, quien además aprovecha para denunciar que “incluso desde que se firmó el acuerdo con ellos -en el pasado mes de junio- llegaron a poner en duda mi trabajo en el equipo, interfiriendo en mi labor y en mis decisiones”.
Todo este ambiente enrarecido se trasladó al terreno de juego y a los jugadores, y varios de ellos ya han fichado por la nueva franquicia de los Madrid Bravos, que el próximo año se incorporará a la Europeam League of Football (ELF). Es el caso de Cernuda, Bowen, de un pilar como Castañer o de Luke Glenna, el maximo placador de la liga el pasado año, mientras otros jugadores estrella, como Torrededia y Masero se marchanhan marchado a Alemania.
Con la llegada de los Madrid Bravos dos serán los equipos españoles en la ELF, junto a los Barcelona Dragons, que por más dudas que haya entorno a su propuesta deportiva debería seguir compitiendo al máximo nivel la próxima temporada.
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