Soledad, ansiedad, estrés: cómo mejorar nuestra salud mental con herramientas sencillas – Men's Health

Según datos del Ministerio de Sanidad, un 6,7% de los españoles padecen un trastorno por ansiedad, lo que hace que esta patología sea la más frecuente en nuestro país.

De hecho, se estima que esta cifra es mucho mayor, ya que solo cuenta a las personas que han sido diagnosticadas oficialmente por un médico. Por otro lado, más de 4 millones de personas tienen depresión en España.

Con estas cifras, está claro que podemos afirmar que tenemos un problema y que es necesario buscar soluciones. Es por ello que el doctor Javier García Campayo, Catedrático de psiquiatría de la Universidad de Zaragoza y uno de los psiquiatras más prestigiosos de nuestro país, ha decidido escribir ‘Parar para vivir mejor’, un libro en el que explica las principales causas del malestar que experimentamos los seres humanos en nuestro día a día y nos da las herramientas necesarias para eliminar el sufrimiento innecesario ante las sorpresas desagradables e imprevistos que con toda seguridad vamos a sufrir en nuestra vida. Se trata de un manual exhaustivo en el que hace especial incidencia en las técnicas de meditación y mindfulness que nos pueden ayudar a gestionar las emociones negativas y a combatir el estrés y la ansiedad.

Nos pusimos en contacto con el doctor para que nos hablara un poco más sobre su libro y plantearle algunas cuestiones.

Vivimos una época complicada en lo relativo a la salud mental. ¿Por qué hay tantas personas con problemas relacionados con este aspecto?

Se considera que somos la sociedad más estresada y con menores niveles de atención a lo largo de la historia. Ambos aspectos están inversamente relacionados. Y, efectivamente, también se sabe que el porcentaje de personas con trastornos psicológicos es más elevado en cada generación.

¿Cuál es la causa? Se considera que es el nivel de expectativas que tenemos los seres humanos, que cada vez es mayor. El desarrollo tecnológico tan importante en las últimas décadas ha hecho que la población desarrolle la idea de que la ciencia acabará con todas las enfermedades y problemas humanos, es decir, con todo tipo de sufrimiento. Sin embargo, el origen del sufrimiento está, principalmente, en nuestra mente, no en los factores externos. Y sobre eso la tecnología no actúa.

¿Siempre fue así? ¿O ahora es especialmente común tenerlos?

No, nuestros antepasados poseían una mayor aceptación, un menor nivel de expectativas. Ellos sabían que los seres humanos tenemos que soportar sufrimientos en este mundo y no se resistían ante lo inevitable, ante lo que no se puede cambiar. Curiosamente, somos la sociedad con mayor desarrollo tecnológico de la historia, pero también con el mayor malestar psicológico que nunca ha existido. Y es por esta causa.

¿Cuáles son los trastornos más habituales?

Se calcula que entre un cuarto y un tercio de la población padecerá a lo largo de su vida un trastorno psiquiátrico. Los más frecuentes son la depresión (que es la enfermedad que mayores costes e invalidez produce de todas, incluidas las enfermedades físicas como el cáncer), la ansiedad y el consumo de drogas.

Pero, además, hay que tener en cuenta que otro tercio de la población, aunque no padezca ninguna enfermedad psicológica no va a ser feliz, no va a sentir que su vida tenga sentido, no va a estar satisfecho con su vida. Muchas de estas personas van también al psicólogo o al psiquiatra para intentar ser más felices, vivir mejor aunque no tengan una enfermedad como tal.

Tu libro se titula ‘Parar para vivir mejor’. Entiendo que es por ahí por donde vienen las soluciones que propones en el mismo. ¿Nos puedes contar a grandes rasgos cuáles son tus recetas?

En nuestra sociedad actual la mayoría de las personas han desarrollado la idea errónea de que la felicidad se encuentra fuera de nosotros, que la encontraremos poseyendo dinero o los objetos que se pueden comprar con el mismo. Este es el mensaje nuclear de la sociedad de consumo.

La gente engañada, se crea múltiples necesidades superfluas, que requieren mucho dinero y tienen que dedicar mucho tiempo a trabajar para ganarlo. De esta forma quedan atrapados en una carrera a ninguna parte, sin un claro sentido de la vida y con una sensación de no tener tiempo para nada ni para nadie.

En este contexto estresante y generador de enfermedades (psicológicas como depresión y ansiedad, o físicas como el infarto de miocardio), es necesario parar y preguntarse ¿Qué sentido tiene mi vida? ¿Qué quiero hacer con ella? Mucha gente se hizo esta pregunta cuando la pandemia de la covid-19 nos obligó a parar, y casi la mitad de los trabajadores norteamericanos cambiaron de empresa.

Las soluciones que propongo son:

1.- Parar y preguntarse qué sentido tiene lo que hacemos

2.- Conectar con el sentido de nuestra vida y nuestros valores

3.- Disminuir el estrés y la charla continua que no podemos acallar mediante técnicas como el mindfulness.

4.- Aceptar que va a haber cosas que no podamos conseguir nunca y que, realmente, no son necesarias para ser feliz.

5.- Desarrollar agradecimiento hacia las muchas circunstancias positivas que tenemos a nuestro alrededor y disfrutar de esta vida increíble que tenemos los seres humanos, descubriendo que vamos a ser más felices ayudando a otras personas y al mundo, que centrándonos en nosotros mismos de forma egoísta.

El doctor Javier García Campayo

Dos de los problemas de los que más se escucha hablar en nuestra sociedad hoy en día son la soledad y la dependencia de las redes sociales. ¿Cuál sería para ti la receta para mejorar la primera?

Estamos tan centrados en el trabajo y en nosotros mismos que no dedicamos tiempo a estar con familia, amigos o en contacto con personas con las que compartimos aficiones. Todo esto nos lleva a una gran soledad. Volver a poner las relaciones familiares y de amistad en primer plano de nuestros valores, y desarrollar compromiso social con ancianos, desfavorecidos y marginados en general, nos dará una mayor sensación de cohesión y de sentido. En muchos países las actividades de voluntariado se consideran un aspecto importante del curriculum.

¿Y qué hacemos con las redes sociales?

En algunos países avanzados en educación como Finlandia se está dejando la pizarra digital y volviendo a métodos tradicionales de enseñanza, porque se comprueba que la incorporación de las nuevas tecnologías a edad muy temprana puede producir efectos negativos en el desarrollo cerebral.

Las nuevas tecnologías han venido para quedarse, pero hay que usarlas de forma adecuada. Los padres con su ejemplo de uso moderado y los colegios deben ser las puntas de lanza, pero es cierto que el tema es complicado.

En el libro hablas sobre dos aspectos que no sé si en el mundo actual llevamos muy bien: la compasión (y especialmente la autocompasión) y la aceptación. ¿Por qué nos cuesta tanto aplicar estas dos cosas en nuestra vida y por qué son importantes? ¿Cómo podemos aplicarlas más y qué beneficios nos traerá hacerlo?

Somos muy autoexigentes y perfeccionistas, porque pensamos que es necesario para tener éxito en la vida. Sin embargo, los estudios actuales demuestran que una persona amable y cariñosa consigo misma es más eficaz (porque consigue mejores resultados) y es también más feliz. Si uno es autoexigente va a serlo con sus hijos y su entorno, generando malestar. La autocompasión se considera la técnica más eficaz contra la culpa, la vergüenza, el perfeccionismo y la autoexigencia.

La aceptación permite que tengamos expectativas realistas. Solo hay que aceptar aquello QUE NO PODEMOS CAMBIAR. Si pensamos que podemos cambiarlo, hay que intentarlo. No hacerlo es lo que llamamos resignación. La sociedad moderna está basada en la no aceptación. El desarrollo tecnológico ha creado individuos que consideran que todo tiene una solución gracias a la ciencia. Cuando en la consulta médico informamos al paciente de que una enfermedad es irreversible o no tiene cura, la mayor parte de la gente no lo acepta y te dice: “No puede ser, la medicina tiene que tener una solución”. Esta lucha desesperada ante lo que no se puede cambiar produce mucho sufrimiento. La aceptación (el ajuste de las expectativas a la realidad) ya hemos comentado que es uno de los aspectos más importantes para ser feliz y sufrir menos.

Juanjo es experto en cultura y lifestyle, con un foco especial en el impacto que internet y las redes sociales están teniendo en nuestra sociedad y en el mundo. Por eso mismo, sus temas suelen tener también mucho que ver con cine, series, psicología, relaciones personales y sexualidad. 

No hay tendencia viral o reto en redes que se le pase por alto, aunque también está muy conectado con la actualidad literaria, repasando cada semana todas las novedades editoriales y seleccionando las que puedan resultar más interesantes para sus lectores.

Su gran pasión son las entrevistas, disfruta hablando con personas y conectando con ellas y tiene una curiosidad natural por aprender de las experiencias y perspectivas de los demás ya sea de un escritor, un psicólogo o cualquiera que tenga una historia que contar. 

Juanjo se licenció en Economía Internacional, aunque desde muy temprano en su carrera, por vocación personal, se dedicó a la divulgación y al periodismo, que con los años se convirtió en su profesión.

Juanjo lleva más de 15 años escribiendo en diferentes medios y fue Director editorial de Vice España, coordinando toda la producción de contenidos de la revista, desde cápsulas para redes sociales a documentales sobre ocultas subculturas urbanas de nuestro país. Tras su paso por Vice, se ha dedicado a escribir y su trabajo ha aparecido en medios como El País, El Periódico de España, ABC o Yorokobu, entre otros.