«Tengo grabada la imagen de colarme en la boda de Joaquín y ponerme detrás de Serra Ferrer y Lopera» – Relevo
Dicen que la vida te puede cambiar en un segundo. Que se lo digan a Iza Carcelén (30 años, El Puerto de Santa María). El defensa del Cádiz, que estuvo más fuera que dentro durante el pasado mercado estival, (“lo pasé bastante mal”), es hoy uno de los cuatro jugadores del club amarillo que lo han jugado todo. Capitán en los últimos tres encuentros (“Cuando salto al campo con el brazalete es como si tuviera energía por diez”, confiesa el gaditano), Iza abre su lado más personal en Relevo y recuerda una anécdota que muchos desconocían. Con siete años se coló en la boda de su ídolo Joaquín.
“Recuerdo a las señoras con las sillas de playa esperando. Tengo grabada la imagen de colarme en la Iglesia y ponerme justo detrás de Serra Ferrer y de Lopera, que no se separaba de la Copa del Rey. Me metí hasta el fondo y casi me siento al lado de los dos“, cuenta. Este domingo el Cádiz visita al primer club al que se fue Iza lejos de El Puerto. El Betis de su referente Joaquín.
¿Quién es Iza Carcelén?
Iza es un tío muy normal, muy humilde y muy de su gente. Soy futbolista, pero me considero un futbolista al uso. Me transformo cuando estoy jugando, pero cuando salgo del campo no me gusta que me conozcan por el Iza del fútbol. Me gusta que me conozcan por el Iza persona. Cuando estoy con la gente intento tener una vida que no tenga nada que ver con el fútbol.
A un futbolista, ¿le cansa que siempre le hablen de fútbol?
Pues sí, cansa un poco. Es como si a ti te hablaran todo los días de periodismo. Tus amigas, tus padres… Si todo el mundo, cada vez que te ve, la primera pregunta que te hace es sobre periodismo, te puede llegar a cansar un poco. Es verdad que al haberme criado en esto del fútbol ya estoy acostumbrado, pero se agradece que las personas no solo te pregunten por el fútbol.
¿Qué te gusta hacer para desconectar ?
Me compré una furgoneta y siempre que puedo tiro para la zona de Los Caños de Meca. Es mi rincón preferido. Suelo pernoctar por allí porque tengo muchos amigos. Además, es un rincón que no conoce nadie y si te conocen, no te hablan de fútbol. Me gusta cómo piensa la gente. Van a su bola.
Eres y resides en El Puerto de Santa María. Cuando uno no vive en una gran ciudad le suelen tratar como uno más.
Sí y eso es lo bueno. En el Puerto, pese a que es una ciudad de 90.000 habitantes, conozco a mucha gente. Cuando voy por la calle me paro a hablar con ellos, pero no de fútbol, sino de la vida. Normalmente, cuando eres futbolista te suelen parar por la calle para pedirte una foto o para que firmes un autógrafo. Aquí, sin embargo, me siento como si volviera a ser un niño. Me paro a hablar con todo el mundo, pero hablamos de la vida. Aquí me siento muy feliz.
“Me considero un futbolista al uso. Cuando estoy con la gente intento tener una vida que no tenga nada que ver con el fútbol”
Jugador del Cádiz
Con 15 años te marchaste de casa y fichaste por el Betis, ese club donde jugó un referente para ti, Joaquín.
En el Betis estuve siete años. No llegué a debutar con el primer equipo en partido oficial, pero sí jugué algún amistoso. Con Joaquín no tuve la suerte de coincidir en ninguna de sus dos etapas en el club. Cuando fiché por el filial él se marchó al Valencia y cuando volvió yo me fui al Zaragoza. Fue uno de mis ídolos de pequeño y en el Puerto es un referente para todos nosotros.
Un referente que se casó en 2005 en El Puerto de Santa María y cuya boda fue una auténtica locura. Él siempre cuenta que en la Iglesia se colaron hasta niños que venían de la playa, y tú, que nunca lo has contado públicamente, fuiste uno de ellos.
Cuando salió el vídeo de su boda en El Hormiguero, yo, que tenía siete u ocho años, aparecía por ahí de refilón. Yo no venía de la playa. Yo vivía justo al lado de la Iglesia Mayor y cuando me enteré que era la boda de Joaquín… Recuerdo a las señoras con las sillas de playa esperando. Fue increíble. Me acuerdo que cuando el cura dijo que la Casa del Señor no se cerraba para nadie, allí prácticamente entró todo el mundo. Tengo grabada la imagen de colarme por allí y ponerme justo detrás de Serra Ferrer y de Lopera, que no se separaba de la Copa del Rey. Me metí hasta el fondo y casi me siento al lado de los dos (risas). La verdad que fue espectacular.
Ese día se armó una buena en el Puerto…
Claro, porque ya no solo estaba Joaquín. Estaban jugadores de la Selección española. Creo recordar que estaba hasta Raúl por allí. Había mucha gente muy famosa y eso en El Puerto pues llamaba mucho la atención.
¿Nunca se lo has confesado a Joaquín?
No, porque tampoco he tenido la oportunidad de hablar mucho con él. Las veces que hemos jugado, me acuerdo que el primer partido fue durante la COVID, no nos podíamos acercar mucho. Me cambié la camiseta con él, eso sí, pero nunca he tenido la oportunidad de poder hablar con él un ratillo y contarle esa anécdota. En una entrevista donde recordó la que se montó en su boda, se descojonaba recordando la de niños que se colaron en la Iglesia.
“Me cambié la camiseta con Joaquín, pero nunca he he tenido la oportunidad de contarle la anécdota”
Futbolista del Cádiz
Esa es una de esas anécdotas que uno no olvidará jamás ¿no?
No, no se me olvida. Aparte, mi padre siempre ha parado mucho en el bar de su tío el Chino. Con sus hermanos sí he tenido más trato, pero no se acordarán porque yo era muy pequeño. Todos los domingos hacían barbacoas gratuitas en el bar y yo iba con mi padre. Siempre he tenido trato con su familia, incluso he estado en la casa de los padres de Joaquín. Lo único es que nunca he tenido la oportunidad de coincidir con él en persona.
¿Tus compañeros del Cádiz saben que te colaste en su boda?
Sí, filtré la foto cuando me la pasaron. Me la envió un amigo. Joaquín contó la anécdota de que un niño estaba en medio de él y de su mujer en la boda. Ese niño era mi amigo (risas). En la foto aparezco de extranjis con una coletilla larga que llevaba por aquel entonces. Cuando la pasé por el grupo todos los compañeros estaban descojonados.
Hablando del Cádiz. Después de la derrota ante al Athletic, Sergio dijo en rueda que ‘en el parón hubo mucha azúcar’.’ El azúcar tiene dos vertientes, o lo saboreas y sigues creciendo o te empachas. Y creo que eso es lo que nos ha pasado’.
Sergio siempre es muy metafórico hablando. Tira mucho de metáforas y en este caso, no le falta razón. Veníamos de un partido ante el Villarreal que dominamos de principio a fin. Luego nos encontramos con el parón. Tuvimos nuestros días de desconexión y quizás se refiere un poco a eso. Cuando te enfrentas al Athletic en San Mamés ya sabemos que ellos allí aprietan muchísimo y creo que quizás, por eso, dice que el equipo no compitió como en los otros partidos. Ahora vamos al Villamarín, que también es un campo complicado, pero donde conseguimos la victoria la pasada temporada. Tenemos que olvidar lo de San Mamés y focalizarnos en intentar competir otra vez a nuestro nivel, porque cuando lo hacemos es cuando realmente complicamos a los equipos y somos capaces de todo.
Dos victorias, un empate y dos derrotas. Pese a caer la pasada jornada, el curso ha empezado bien para el Cádiz y en términos personales lo has jugado todo y te has estrenado como capitán.
Para mí es un orgullo. Me hace muchísima ilusión llevar el brazalete del equipo de mi tierra. Es cierto que este verano estuve más fuera que dentro porque no se terminaba de renovar el contrato. Llegué a dos semanas del inicio de Liga. El año pasado acabé con una inercia muy buena y este año sigo en esa misma línea. La confianza que me da Sergio es increíble. Él fue también pionero para que firmara la renovación. Recuerdo que cuando a más de un compañero le decía que pensaba que no iba a seguir, ellos me ayudaron mucho. Siempre han estado apoyándome para que renovara. Que tanta gente confíe en ti hace mucho.
“Cuando salto al campo con el brazalete de capitán es como si tuviera energía por diez. No se puede explicar con palabras”
Futbolista del Cádiz
¿Lo pasaste mal aquellos meses?
Sí, porque yo estaba ya afianzado aquí, en mi casa y no veía otro camino que no fuera quedarme. La temporada pasada la terminamos bien, nos salvamos y el equipo jugaba bien. Además me contrasté porque el curso anterior me costó mucho a causa de las lesiones. Por eso no quería cambiar de aires. Aquí soy muy feliz y, si te digo la verdad, pienso en retirarme aquí. Lo pasé bastante mal porque me veía más fuera que dentro porque no llegábamos a un acuerdo. Al final Manolo (Vizcaíno) y yo nos sentamos de nuevo a hablar, pusimos los dos de nuestra parte y llegamos a un acuerdo. En cinco minutos se solucionó todo y nos dimos un abrazo. Las dos partes salimos ganando.
Lo que es el fútbol y la vida en general. Sigues en el Cádiz y lo haces como capitán.
Fíjate. Si hace tres meses me tenía que ir a jugar al extranjero o donde fuese y ahora he conseguido quedarme aquí y ser el capitán del equipo… Es algo increíble. Cuando salto al campo con el brazalete de capitán es como si tuviera energía por diez. Como si cada duelo, cada sprint, cada protesta al compañero o al árbitro se multiplicara por diez. Es algo que no sé puede expresar con palabras. Hay que vivirlo.
Alguien especial para ti en el vestuario es Fali. Hace poco, en una entrevista en El Desmarque, confesó que el año pasado estaba hundido porque perdió a su bebé.
Fue una situación muy complicada para él. Su mujer estaba embarazada y perdió a su bebé estando de cinco meses. Fue un momento muy complicado porque lo tuvo que expulsar. Imagínate, yo me pongo en su piel y es normal que lo pasara bastante mal. Pese a todo él es muy fuerte de mente. Se ha sabido sobreponer y este año está siendo otra vez el Fali que todo el mundo conocemos. El año pasado, después de haber pasado todo eso, seguía siéndolo pero es cierto que a nivel de ánimo, no estaba igual.
¿Por qué te llaman Iza?
Eso viene porque aquí ceceamos bastante. Mi primer entrenador de fútbol base de El Puerto, cuando llegué nuevo al equipo me llamaba Izaac. Me decía ‘te voy a llamar Iza, que es más fácil para mí’. Ya se me empezó a quedar Iza y ya lo cogí como nombre personal. Las dos únicas personas que me llaman Isaac son mi madre y mi abuela.
