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Los ‘otros’ Draymond Green de la NBA: uso de sustancias, armas y la madre de todas las peleas – Relevo



La NBA es una liga que siempre está salpicada por la polémica. Los reincidentes problemas de conducta de Draymond Green han sido el último ejemplo. El ala-pívot de los Golden State Warriors, empeñado en convertirse en el gran villano de la NBA, fue sancionado indefinidamente tras golpear fuertemente en la cabeza al pívot bosnio Jusuf Nurkic, de los Phoenix Suns.

Una sanción que, según ha informado The Athletic, durará al menos tres semanas más. El jugador se perderá, como mínimo, unos 15 partidos de temporada regular. Además, recibirá asesoramiento psicológico para corregir su conducta agresiva. Este es el segundo castigo que recibe Green esta temporada. El primero fueron cinco encuentros de suspensión tras intentar un ‘mata-león’ a Rudy Gobert.

En total podría perderse al menos 20 partidos esta temporada o, lo que es lo mismo, un cuarto del curso regular. Pero Draymond Green no es, ni mucho menos, el jugador que ha recibido la sanción más fuerte. Porque la liga norteamericana de baloncesto ha vivido acontecimientos de todo tipo. Desde sucesos relacionados con armas o drogas hasta una batalla campal en un pabellón.

El rival de Jordan cambió la política de la NBA respecto a las drogas

Una de las mayores problemáticas de la NBA ha sido la común relación de sus jugadores con el uso de estupefacientes. Uno de los casos más sonados fue el fallecimiento de Len Bias, el hombre llamado a competir con Michael Jordan, que perdió la vida dos días después de ser elegido en el Draft por los Boston Celtics debido a una sobredosis de cocaína. Tras ese trágico suceso el comisionado de la liga en aquel momento, David Stern, planteó una política contra las drogas mucho más estricta.

Uno de los primeros en sufrir la nueva política fue John Drew. Un allstar que jugó para Atlanta Hawks y Utah Jazz que fue sancionado, en primer lugar, con 38 partidos por su adicción a la cocaína. Dos años después de aquella primera sanción, recayó otra vez en su dependencia al polvo blanquecino y fue suspendido de por vida de la liga.

Otros jugadores también fueron sancionados permanentemente de la liga como Chris Washburn. Eso sí, varios lograron volver a la competición. Un caso sonado fue el Chris Andersen, mejor conocido como ‘The Birdman’. La NBA suspendió al ‘hombre pájaro’ en 2006, tras dar positivo en una sustancia prohibida. Regresaría en 2008, cumpliendo el proceso de rehabilitación establecido por la liga, y ganaría dos anillos (2012 y 2013) con los Miami Heat de LeBron James, Dwayne Wade y Chris Bosh.

El caso más reciente es el de O.J. Mayo. El escolta de los Memphis Grizzlies, Dallas Mavericks y Milwaukee Bucks falló un control antidrogas en 2016. La NBA le castigó con una sanción de dos años, igual que a Andersen. Pero al contrario que ‘Birdman’, O.J. Mayo no volvería a la NBA. “Es el punto más bajo de mi vida: no estar en la NBA. Todos mis compañeros están jugando y yo no por culpa de mis errores. Si me quitas el balón, ¿Qué más puedo hacer?”, confesaba en 2017 a Sport Illustrated.

“Voy a dispararte con una de estas armas”

Gilbert Arenas

Las armas también han provocado grandes sanciones a lo largo de la historia de la NBA. La más reciente la del base estrella de los Memphis Grizzlies, Ja Morant. Un vídeo en sus redes sociales mostrando un arma de fuego provocaron un duro correctivo por parte de la liga. Una sanción de 25 partidos para una de las estrellas emergentes de la NBA y una de las próximas caras norteamericanas del deporte.

Otro caso, aún más mediático, fue el que involucró a Gilbert Arenas y a Javaris Crittenton en diciembre de 2009. En el vestuario de los Washington Wizards, ambos jugadores se enfrentaron con armas. Todo comenzó en un vuelo del equipo capitalino donde ambos discutieron durante un juego de cartas. “Juego con armas“, le dijo ‘Agent Zero’ al joven Crittenton. Este no se amilanó y respondió a la amenaza de su compañero. “Bueno, yo también juego con ellas“.

Un cruce de palabras que se hizo realidad. Dos días más tarde, Arenas apareció en el vestuario de los Wizard con cuatro pistolas ofreciéndole una a Javaris, pero este ya tenía una en su posesión y apuntó con ella a su compañero. “Sacó su propia pistola, ya cargada, la amartilló y apuntó a Gilbert“, señala Caron Butler, compañero de ambos, en su biografía.

Por fortuna no se disparó ningún arma en ese vestuario, pero ambos fueron sancionados con 50 partidos para Arenas y 38 para Crittenton. Fue el inicio del fin para los dos: ‘Agent Zero’ nunca recuperó su nivel y Javaris fue sentenciado con 23 años de cárcel por homicidio en 2015.

“Me sentí bien pegando puñetazos a los aficionados”

Stephen Jackson

En noviembre de 2004 se vivió la mayor pelea de la historia del deporte norteamericano. ‘The Malice at the Palace’ será recordada como uno de los peores episodios de la NBA. Un partido entre Indiana Pacers y Detroit Pistons acabó en una batalla campal que involucró también a aficionados. Todo inició con una tangana entre ambos equipos en la que Ron Artest (ahora Metta World Peace) acabó apoyado en la mesa de anotación. En ese momento, un aficionado arrojó un vaso sobre el jugador y desató su furia.

Artest se lanzó inmediatamente contra los aficionados del recinto de Michigan y golpeó a una persona, que no era la responsable del hecho. Eso provocó numerosos empujones, golpes y una locura colectiva en el graderío del Palace de Auburn Hills. Stephen Jackson, al ver la situación, se lanzó a defender a su compañero.

Después de todos los insultos racistas que escuché, las palabras sobre mi madre, mi manera de jugar y mis hijos… después de todo eso, no voy a engañar a nadie. Me sentí bien pegando puñetazos a los aficionados”, confesaba Jackson a ESPN en 2013. La policía tuvo que intervenir cuando los aficionados de los Pistons atacaron a los Pacers con sillas, alimentos y demás objetos.

Una batalla campal que tuvo graves consecuencias para los involucrados. En total, 146 partidos de sanción y 11 millones de dólares de multa tras la refriega. El peor parado, obviamente, fue el iniciador de la trifulca, Ron Artest. Recibió la mayor sanción en la historia de la NBA con 86 encuentros de sanción y tuvo que renunciar a cinco millones de dólares. Por otro lado, Jackson y Jermaine O’Neil sufrieron una suspensión de 30 y 15 partidos respectivamente. En cuanto a los Detroit Pistons, la NBA decidió castigar a Ben Wallace con seis duelos.

La segunda sanción más dura la recibió Latrell Sprewell. El jugador de los Warriors en aquel instante agredió y amenazó gravemente a su entrenador, P.J. Carlesimo. El equipo californiano rompió el contrato del escolta y la NBA decidió sancionar a Sprewell con una temporada completa (82 partidos).

Estos son varios de los momentos más embarazosos y violentos vividos en el deporte norteamericano. La NBA tiene varios frentes abiertos respecto a sus jugadores y el carácter o adicciones de estos. Aunque, visto estos caso la competición demostró que no le tiembla el pulso a la hora de sancionar este tipo de acciones como ha ocurrido con Draymond Green.

Diego Otero Fontán

Diego
Otero,
graduado
en
Periodismo
en
la
Universidad
de
Santiago
de
Compostela,
es
un
apasionado
del
deporte
que
comenzó
en
la
profesión
en
diversos
medios
digitales
de
deporte.
Ahora
escribe



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Rohit Palit

Periodista deportivo y graduado en Ciencias de la Comunicación de Madrid. Cinco años de experiencia cubriendo fútbol tanto a nivel internacional como local. Más de tres años escribiendo sobre la NFL. Escritor en marcahora.xyz desde 2023.

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