Ganar en el mundo del golf es muy complicado. En cada torneo emergen dos decenas de jugadores que opositan al triunfo de manera real. Además, siempre se cuela algún jugador con menos lustre que pelea en los primeros puestos el domingo. Si conseguir un trofeo es difícil, hacerlo en un Major es una misión reservada para los elegidos. Cuatro torneos al año que legitiman cualquier carrera deportiva y que, por nivel y dificultad, son los más complicados de lograr. Menos para Brooks Koepka.
El jugador estadounidense ganó este domingo el PGA Championship tras reponerse de una discreta jornada inicial. El actual miembro del LIV Golf fue el más fuerte en el cómputo global y se permitió el lujo de disfrutar junto al público de los últimos hoyos tras conseguir una renta notable respecto a Hovland y Scheffler, sus dos principales rivales por la victoria. El de ayer es su quinto Major, lo que le coloca en una posición destacada en la clasificación histórica.
Koepka igualó ayer a leyendas de este deporte como Seve Ballesteros o Byron Nelson y tiene a tiro a otros nombres ilustres como Phil Mickelson o Nick Faldo, que consiguieron seis grandes torneos en sus respectivas carreras. El hecho de lograrlo en los últimos años, quizás los de mayor nivel en el circuito, le dan una dimensión especial. Solo Tiger Woods y el propio Mickelson han ganado más que él en el siglo XXI.
Y es que el estadounidense se crece en las grandes citas. De los nueve triunfos que suma en el PGA Tour desde que se convirtió en profesional, cinco son en Majors (tres PGA Championship y dos US Open). Él mismo ha reconocido que se motiva más cuando llega la semana de Major. A mayores, tiene cuatro segundos puestos y otros tantos cuartos puestos, por no hablar de los 24 Majors consecutivos en los que logró pasar el corte, uno de los mejores registros de la historia.
Natural de Florida, ganó su primer torneo como profesional en suelo español, concretamente en el Challenge de Catalunya celebrado en 2012 en Tarragona. No fueron muchos las citas que conquistó en sus primeros años en los diferentes circuitos del golf y su explosión llegó en 2017. Entre ese año y 2019 conquistó cuatro Majors, lo que le valió para auparse al primer puesto del ranking mundial durante muchas semanas.
Fue a partir de entonces cuando comenzaron sus problemas físicos, agravados en 2021, cuando un accidente doméstico le provocó una importante lesión de rodilla. Y estas dolencias precipitaron su paso al LIV Golf. Él mismo ha reconocido que de haberse encontrado en plenitud, la decisión de abandonar el PGA Tour hubiese sido mucho más difícil de tomar. Aunque las cifras no son oficiales, se ha filtrado que la liga saudí le entregó un cheque de 100 millones de dólares para jugar con ellos. Hoy, tiene los bolsillos llenos y la vitrina, también.
