Juanfran y Pérez Burrull, quince años después del escándalo: «Pones en Google mi nombre y aparece robo» – Relevo
“¿La última vez que nos vimos? Creo que fue en 2011 cuando Alfonso dejó de arbitrar”. Alfonso Pérez Burrull y Juanfran Torres se funden en un efusivo abrazo en la redacción de Relevo. Desde Comillas el primero y desde Alicante el segundo, exárbitro y exjugador aceptan nuestra invitación y deciden sentarse frente a frente para analizar una de las acciones más polémicas que, de algún modo, enturbió la carrera del excolegiado cántabro. “Se le faltó mucho el respeto a él y a su familia. Llegó incluso a recibir amenazas. Nadie se merece eso”, apunta Juanfran.
Para entender el motivo de dicho reencuentro casi 15 años después hay que remontarse al año 2009. Concretamente al 18 de enero. En el Santiago Bernabéu, Real Madrid y Osasuna se veían las caras en la decimonovena jornada del campeonato nacional liguero. Siendo Pérez Burrull el colegiado del encuentro, una acción del madridista Pepe sobre Juanfran dentro del área blanca lo dinamitó todo. “Hay cosas que no sabía que habían ocurrido así“, revela con cara de asombro el exfutbolista. Pero hasta llegar hasta ahí antes hay que retroceder hasta aquel 18 de enero.
“Si me preguntas por ese día te diría que, antes de que arrancara el encuentro, lo recuerdo como un día bonito. Vas a pitar un buen partido de fútbol, estás en Madrid… Ahora, si me preguntas por el final de aquel 18 de enero… Fue un marrón guapo. Cuando llegué a Santander me acuerdo que el de Iberia, que me conocía, me miró y me dijo ‘¿qué has liado?’. Así es como describiría ese día. Un partido que se complicó y en el que pasó algo que nunca me había pasado. Pitar un penalti y luego despitarlo”, comienza Burrull.
En la sala de grabaciones de Relevo y con Juanfran aguardando en otra habitación, Alfonso toma asiento para hablar acerca de lo que sucedió aquella fría tarde de enero en la que le anuló un penalti que sí que lo fue al por entonces jugador de Osasuna y que supuso la expulsión del futbolista rojillo.
“Cuando en la segunda parte pito ese penalti, por el pinganillo oigo exactamente, ‘no, no, se tira, se tira, se tira‘. Ahí digo yo ‘bua, pues he pitado penalti’. ‘No, no Alfonso, que se tira’, me dice el asistente. Ahí me quedé un poco trabado”, recuerda. “Cuando un asistente interviene para corregirte y si encima lo que te va a corregir es un penalti, cuando lo hace es porque tiene no el 100 por 100 de seguridad, sino el 1.500 por mil porque si no, no puede intervenir. Con lo cual, tengo que hacerle caso y convivir con la duda de si es penalti o no”.
‘Si se tira le tengo que amonestar’, piensas. Era la segunda amarilla. Entonces… dudas. Recuerdo que me acerqué al asistente, pero no porque yo no le hubiera escuchado o porque él tuviera que decirme algo, me acerqué para arañar 15 segundos más al reloj hasta tomar la decisión. Él me insiste: ‘se tira’. ¿Qué pasa entonces? Que donde dije digo, digo Diego. Quito el penalti, segunda amarilla y expulso a Juanfran”.
El bloqueo mental
Minuto 81 de partido. Juanfran, que acaba de ver la segunda amarilla, abandona con indignación el césped del Santiago Bernabéu. “De esto tenemos que hablar”, le dice cabreado a Pérez Burrull. Apenas restan nueve minutos para el final del encuentro. Sin embargo, algo no transcurre como debería.
“Cuando le expulso, me doy cuenta de que algo va mal en dos momentos: cuando Juanfran se va y me dice eso de ‘tenemos que hablar’ y cuando se hace el silencio. Que en un campo como en el Bernabéu en el que hay ochenta mil personas y que haya un silencio sepulcral. Algo iba mal”, recuerda.
“Sufrí un bloqueo mental. De quedarme trabado y decir ‘¿qué hago aquí”?
Exárbitro
Porque mientras el balón sigue rodando, la cabeza de Burrull no para de maquinar. Así lo recuerda el excolegiado que, tras tomar la determinación de expulsar a Juanfran, sufrió un bloqueo mental en pleno partido.
“Pese a que un compañero te ha dicho con mucha claridad que se tira, dentro de ti tienes algo que no te cuadra. A mí no me preocupaba tanto el hecho de que yo me hubiera confundido en una jugada de penalti, porque al final te puedes confundir. Lo que más me preocupaba es que aquello había supuesto la expulsión de un jugador. Me quedé bloqueado. Sabía que algo que había hecho no estaba bien. O no que no esté bien, sino que te ha generado mucha duda. Hay muchas jugadas que hasta que no llegas a tu casa no las resuelves, pero cuando decides algo y luego lo quitas… Eso era algo que nunca me había pasado. Tengo esa duda y algo dentro de mí donde digo ‘la he cagado”.
Y de esa duda Burrull pasa “a la rabia”. “Dices ‘si yo lo había pitado...’. Sufrí un bloqueo mental. Un bloqueo de quedarte trabado, de decir ‘qué hago aquí’. Tienes conciencia de que lo que has hecho está mal, pero claro, tienes que continuar”.
El cabreo de Camacho y empezar a empatizar con los árbitros
Tras el turno de Pérez Burrull es ahora Juanfran el que se sienta delante de la cámara. “Para las fechas soy muy malo, pero de los resultados y de lo que ha pasado en los partidos me acuerdo de todo“, dice. Aquel 18 de enero y como describe a la perfección el exfutbolista, el jugador de Osasuna cayó dos veces dentro del área del Real Madrid.
“El primer penalti que me hacen íbamos cero a cero en el marcador. Fue en la primera parte (minuto 13). Gago me toca por detrás, pero es cierto que yo ahí hago mucho por dejarme caer. Lo tengo que reconocer. Hay algo de contacto y veo la luz”, apunta con sinceridad. “Pero el segundo penalti, ese sí que fue. Pepe me pisó y fue un penalti claro. Nuestro amigo Alfonso no tuvo su día, pero al igual que no lo tenemos todos”.
“A raíz de lo que le sucedió a Alfonso empecé a empatizar más con los árbitros”
Exfutbolista
-¿Te acuerdas de lo que pasó cuando te enseñó la amarilla y te marchaste a los vestuarios?
“José Antonio Camacho, que en aquel momento era nuestro entrenador, decía: ‘esto es una locura’. Nuestro presidente, Patxi Izco, se levantó del palco antes de que terminara el partido y se vino al vestuario. Estábamos todos indignados. Ahí en el Bernabéu siempre pasan cosas”. “Pero con Alfonso se fue muy injusto. Se portaron muy mal con él. Se cebaron mucho con él, con su figura y con su familia. A partir de ese momento empecé a empatizar mucho más con los árbitros. De pensar que tenía que dar la menos guerra posible y que ojalá todos mis compañeros hicieran lo mismo para que ellos hicieran lo mejor posible su trabajo. Ya sabía que era difícil pitar, pero después de eso y vivirlo en primera persona…”
Y de repente y fundiéndose en otro sentido abrazo, Burrull entra en la sala. Alfonso se dispone a explicarle qué es lo que realmente sucedió aquella fría tarde en el Bernabéu.
Anónimos en casa y los ‘cuchicheos’ en el bar
“Juanfran ha comentado que después de esa jugada se fue muy injusto contigo”, le decimos a Alfonso a la vez que éste toma asiento para sentarse justo enfrente del exfutbolista. “A mí me lo pareció, pero no por la jugada en sí. Porque en ese partido se hizo algo mal. El problema fue que se dimensionó mucho. Yo no podía ir a Pamplona. Perdí clientes allí. Me acuerdo que recibí anónimos en casa. Me pareció muy injusto porque en aquel entonces había demasiada necesidad por sancionar (a un colegiado) y yo lo puse muy fácil”, señala.
“¿Cuánto tiempo te sancionaron?, le pregunta Juanfran. “Un mes“, responde Burrull. “¡Pensé que había sido más!“, señala el primero. “Fui el primer árbitro al que metieron en la nevera“, le explica Alfonso.
“Después de todo lo que sucedió, yo sentía mucho lo que te había pasado. Ese mismo día no, te mentiría. Ahí te quería, entre comillas, matar porque estás con la rabia del partido. Pero al día siguiente vi que en la prensa te apretaron mucho. Yo decía ‘este hombre no se merece eso’. ¿No nos podemos equivocar? En mi carrera me he equivocado en un montón de partidos”.
“Por parte de mis jefes me sentí muy solo”
Exárbitro
“Juanfran, yo tengo grabada la imagen de que entraba en un bar y aquello era como en el oeste. Todo el mundo se callaba y empezaba a cuchichear“. “Lo pasaste mal“, le dice éste. “Lo que más me cabreó no es que la gente dijera ‘qué malo es este árbitro o es el peor árbitro del mundo’. Lo que a mí me cabreó muchísimo es que empezaran a identificarme con un equipo de fútbol. ‘Es que este es del Barça o es que este es del Madrid’. Por parte de mis jefes me sentí muy solo, no por mis compañeros, ellos me arroparon muchísimo. Me acuerdo que ese mes que estuve sin pitar fue el mes que más entrené en mi vida de la rabia que tenía”.
¿Qué sucedió realmente en el penalti?
La conversación sigue avanzando. Parece que no haya pasado el tiempo entre ambos. Entre recuerdo y recuerdo Juanfran ve entonces el momento oportuno para preguntar una duda que le acompaña desde aquel partido en el Bernabéu.
J:”Pero en el segundo penalti, ¿Qué fue lo que pasó Alfonso? Al principio, tú señalaste penalti ¿no?”.
B: El linier me dice ‘Se tira, se tira, se tira’. Y yo que había pitado penalti digo, ‘Ostia”.
J: “Osea, que tú al principio tienes la sensación de que era penalti”.
B: “Claro, yo lo he pitado”.
J: “Pero él, cuando te dice eso de ‘se tira’ es cuando empieza a confundirte, ¿no?”.
B: “Sí y ahí es cuando me viene ese bloqueo“.
J: “Me acuerdo que la jugada se atrasó mucho”.
B: “Porque yo estaba ganando tiempo para pensar. Mientras iba a hablar con el linier, volvía…”.
J: “Yo no sabía todo esto“.
B: “De camino al vestuario yo ya sabía la que se me venía encima. Cuando estoy subiendo las escaleras recuerdo que alguien de Osasuna me dijo ‘Ya lo verás por televisión’. Yo que estaba muy caliente le dije ‘Pues te metes la televisión por ahí’. Y justo esa frase la sacó también la tele… Cuando ya entro en el vestuario digo ‘Tranquilidad, ya ha pasado’. Y a eso que el linier dice ‘no es penalti salvo que le haya pisado’. ‘¿Cómo que salvo que le haya pisado’?, le respondí yo. No te voy a reproducir lo que le dije cuando oí aquello”.
Los mensajes de texto después del partido
Aclarado que fue el linier quien dijo que no era penalti, tocaba ahora resolver otra de las grandes incógnitas de aquella polémica expulsión. ¿Qué le dijo Pérez Burrull a Juanfran?
J: “Me acuerdo que en un programa de la tele sacaron que me dijiste ‘Tírate mejor’.
B: “Eso no lo he dicho yo nunca. No sé todo lo que decía en un campo de fútbol, pero sí lo que nunca decía. Ese subtitulado a mi me cabreó mucho“.
J: “¿Piensas que no lo dijiste o no te acuerdas?”
B: “No, porque es algo que yo nunca le he dicho a un jugador”.
J: “Pues yo pensaba que había sido así. Pero también te digo, no me cabreó“.
Y de aquellas supuestas palabras, la charla sigue avanzando hasta otro de los grandes aspectos que hacen único al ser humano: el perdón.
“Cuando acabó el partido lo primero que quería hacer era disculparme con Juanfran”, confiesa Burrull. “No era la primera vez que lo hacía ¡eh¡ Hay veces que incluso me he disculpado con un jugador en el mismo campo. A través de un periodista de Pamplona conseguí su teléfono. Tenía la necesidad de decirle que me había confundido“.
“¿Llegó a generarte incertidumbre que existiera la posibilidad de que yo no te contestara?”, le pregunta Juanfran.
“La tuve porque tampoco nos conocíamos, pero yo tenía esa necesidad de disculparme. No porque me hubiera comido un penalti, sino porque había expulsado a un jugador. Tenía sentimiento de culpa deportiva y tenía esa necesidad de decirte ‘tío, la he cagado, no le des más vueltas“.
“Me preguntaron si podías hablar conmigo y enseguida dije que sí”
Exjugador
“Pero, ¿no hablamos por teléfono no? Creo recodar que intercambiamos mensajes“, le dice Juanfran. “No lo recuerdo bien. No sé si intercambiamos mensajes o fue una llamada telefónica muy corta. En esa época las radios hacían bromas imitando voces“, apunta Burrull.
“Algo de eso sí que me suena. Recuerdo que me preguntaron que si podías hablar conmigo y yo enseguida dije que sí. Me acuerdo que cuando intercambiamos mensajes me aseguré que ese era tu teléfono“, señala Juanfran.
El reencuentro en Vila-Real
Más de un año después de aquella jugada, el 31 de enero de 2010, Juanfran y Pérez Burrull volvían a coincidir en un campo de fútbol.
“Nos reencontramos en el estadio del Villarreal. Ese día metí yo los dos goles que le dieron la victoria a Osasuna“, recuerda Juanfran. “Ahí yo no hice nada. Te dije, ‘tú de dos en dos”, señala entre risas Burrull. “Además de por los dos goles que metí, recuerdo aquel partido con mucho cariño. Volvimos a vernos y nos dijimos ‘gracias por la comprensión’. La tele nos estuvo siguiendo, pero no hubo mucha chicha”.
Donde sí estuvo a punto de haberla fue en el primer partido que arbitró Pérez Burrull tras su sanción. Así se lo explica Alfonso a un Juanfran que no da crédito. “Volví en un Deportivo de la Coruña – Valencia. Fue el partido que más corrí en toda la temporada y donde peor lo pasé. Hay una jugada que De Guzmán despeja mal y el balón va hacia su portero. El balón le cae a David Villa que estaba solo y mete gol. No era fuera de juego porque el balón venía de un contrario, pero el línea me levantó la bandera. Inconscientemente yo podía haber pitado, pero ahí estuve rápido y le dije ¡baja cabr.. que viene de un contrario! El gol subió al marcador, pero tras aquella jugada tuve una angustia… Imagínate de donde vengo y que le anule un gol a Villa que claramente viene de un contrario. Durante el partido pensaba ‘la que hubiera liado si lo anulo. Me tengo que ir al exilio“. “Ostras”, le dice un Juanfran que escucha atónito lo sucedido.
La conversación va llegando a su fin. “Me ha encantado el estar contigo. No hay que ver lo que sucedió como algo malo, es algo que ocurrió en nuestra vida y que pasó. Somos unos privilegiados por haber estado allí”, reflexiona Juanfran. “Me siento afortunado de que hayamos podido coincidir después de tanto tiempo y que lo podamos contar ahora. Se han contado cosas que yo no sabía que habían ocurrido así. Yo pensaba que tú habías pitado penalti, pero que luego te arrepientes porque te empiezan a comer la oreja algunos del Madrid. Me ha encantado el volver a reencontrarnos. Eres un fenómeno”.
“Yo aprendí mucho. Primero a normalizar las cosas y luego a racionalizarlas”, dice Burrull. “Aprendí mucho a hablar de ello porque a mí me coincidió con una época personal complicada y estuve analizando si realmente eso personal es lo que acababa en un campo de fútbol. Para mí fue un aprendizaje tremendo. A veces cuesta abrir un periódico y verte ahí. Todavía hoy pones en Google Pérez Burrull y aparece la palabra robo. Pero sí que me enseñó mucho a naturalizar, a hablar, a que esto que estamos haciendo tú y yo es una parte que el mundo del fútbol debería vender más y salir más, que no pasa absolutamente nada”.
Y con otro sentido abrazo se despiden. “Hasta la próxima, que si no seguimos hablando todo el día”.
