Boxeo

Los secretos detrás de la preparación física de Carlos Sainz con 61 años: «Tiene una edad biológica de 40 y tantos» – Relevo



Los adjetivos que se han pronunciado para referirse a Carlos Sainz (Madrid, 1962), bicampeón del mundo de rallies y tres veces ganador del Rally Dakar, a lo largo de sus más de 40 años de trayectoria deportiva son interminables. Pero hay dos que se repiten últimamente muy a menudo: incombustible e insaciable. ¿Cómo lo consigue tras cumplir los 61 años? Lo desgranamos, detalle a detalle, junto a uno de sus preparadores físicos.

El madrileño afrontará a principios de enero su 17ª edición en el rally más duro del mundo con la confianza de haber hecho los deberes, física y técnicamente, para volver a pelear por la victoria. Y no es una tarea fácil para un deportista que arrastra tras de sí varias lesiones y que ha pasado la barrera de los 60.

“Es curioso porque cuantos más años vas cumpliendo, más trabajo necesitas para rendir al nivel de cuando eres más joven. Pero también tienes más experiencia y algo lo suple. En ese sentido, sigo trabajando con la ilusión de llegar lo mejor preparado posible. Trato de seguir el mismo plan: me hago una prueba de esfuerzo en el mes de septiembre, tengo un entrenador que me marca las pautas para ir preparándome y luego justo antes de irme al Dakar vuelvo a hacerme esa prueba de esfuerzo para saber cómo ha ido esa evolución. Tengo buenas sensaciones este año. Creo que a nivel físico voy a ir bien, a pesar de la lesión del año pasado, que no tengo ninguna secuela. Y, como digo muchas veces, prefiero sufrir aquí, que no sufrir allí. Allí no me puedo bajar del coche si voy sufriendo mucho; aquí si me puedo bajar de la bici, o parar de entrenar, o descansar”, reflexiona Sainz en conversación con Relevo.

Encontrar hueco en mitad de la vida non stop que lleva el piloto madrileño -test, viajes a la F1, negocios, etc.- es todo un arte y de ello se encarga Iván Rodríguez, licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y entrenador especializado en rendimiento deportivo en XinergiaTop, que lleva 15 años trabajando con el campeón español. Este 2023 ha sido aún más complicado cuadrar todo, después de que Sainz se rompiese dos vértebras torácicas en la etapa 9 del Dakar del pasado enero. Pero se libró de pasar por el quirófano y pudo volver a subirse al Audi RS Q e-tron E2 cuatro meses después para empezar a preparar el tercer y, posiblemente, último asalto de la marca alemana con su prototipo eléctrico.

El caso de Carlos es un caso súper especial por hacer lo que hace y tener la motivación que tiene con 61 años. Yo lo que he visto con otros deportistas más jóvenes, entreno a mucho maratoniano y triatleta, es que la gente con 50 años cambia la mentalidad y piensa solo en acabar la prueba y disfrutar. Pero Carlos sigue siendo el mismo, agresivo, que sale aganar ganar y más competitivo que nunca o igual que siempre. Tiene un plus que no tienen otros a nivel de motivación y mentalidad“, explica Rodríguez a Relevo.

Sainz sigue un plan de entrenamiento polarizado (“días cortos muy intensos o días largos de mucha fatiga y menos intensidad”), con el que sus entrenadores buscan trabajar la fuerza en todas sus vertientes, el apartado cardiovascular y la adaptación al calor, tiene una característica muy particular. Y es el trabajo a altas temperaturas para buscar beneficios en la cantidad de plasma sanguíneo (mayor capacidad para evitar la deshidratación) y la concentración de glóbulos rojos (mayor transporte de oxígeno a todas las partes del cuerpo).

Un entrenamiento especial donde puede perder casi dos litros de agua

Para exprimir al máximo este tipo de entrenamiento, Rodríguez utiliza un sensor especial que, pegado a las costillas, permite medir la temperatura corporal en la piel y también dentro del cuerpo. Esto, junto con la sauna que el campeón de rallies tiene en su casa, forman la combinación perfecta para exprimir el cuerpo de Sainz. El preparador físico lo compara con las concentraciones en altitud de los ciclistas antes de las grandes competiciones, “pero al revés”.

El riñón es el encargado de ajustar la cantidad sólida o líquida que tiene la sangre. El ejemplo típico de un ciclista: hacer una concentración en altura para que le suba el hematocrito. ¿Qué pasa ahí? Le sube la parte sólida de la sangre (glóbulos rojos) y su cuerpo es capaz de transportar más oxígeno, pero no te sube la cantidad total de sangre y a veces incluso te disminuye. En condiciones de calor, es lo mismo, pero al revés. Cuando tienes ese estímulo, el cuerpo genera más parte líquida en la sangre y los riñones lo compensan porque son capaces de detectar cuál es la cantidad correcta de glóbulos rojos para que sea eficiente el transporte de oxígeno. Esto permite obtener unos beneficios similares, pero con mayor cantidad de sangre en el cuerpo y efectos más prolongados”, apunta.

Este proceso es más lento, ya que necesita de unas seis u ocho semanas para generar adaptación al calor, frente a las tres semanas del entrenamiento en altitud. Pero es ideal para meses invernales y Rodríguez asegura que cada vez más ciclistas amateur y profesionales lo están empezando a utilizar. “Cualquiera puede encender una estufa mientras hace rodillo en casa, aunque fuera haga frío, y es más económico que una cámara de hipoxia”, añade.

Así, Sainz entrena cardiovascularmente -sobre todo bicicleta, por algunas lesiones del pasado- a temperaturas que rondan los 40-45ºC con el objetivo de que dentro de su cuerpo el termómetro marque los 38,5ºC. En el proceso pierde el 1,5-2% de su peso (entre 1 y 2 litros) y esto le permite que, cuando dé comienzo el Dakar el 5 de enero, en su cuerpo haya “mayor volumen de sangre, pero con la misma cantidad de glóbulos rojos e incluso algo aumentada”. Gracias a ello será capaz de gestionar mejor las exigencias de horas y horas al volante, en mitad del desierto.

Así es una semana de entrenamiento de Carlos Sainz antes del Rally Dakar

  • LUNES
    : 55 minutos de bici indoor (6 bloques de 45 segundos a máxima potencia; 30s por debajo del 50% y otros 45s al máximo) | Recuperación de 4 minutos entre bloques
  • MARTES
    : 1h30 de fuerza | Sauna en reposo a 70-75ºC (20 minutos)
  • MIÉRCOLES
    : 1h bici indoor (6 series regresivas)
  • JUEVES
    : 1h30 de fuerza | 2h30-3h de bicicleta a ritmo cómodo (al final de cada hora, 3 series de 40-45s al 90%) | 35-40 minutos de bici en sauna a 38-40ºC
  • VIERNES
    : 50 minutos de bici indoor (5 fartlek de seis minutos) + 10-15 minutos de elíptica con cadencia elevada
  • SÁBADO
    : Ejercicios de core
  • DOMINGO
    : 3h-3h30 de bicicleta a ritmo cómodo (al final de cada hora, seis sprints de 40s)

El otro pilar sobre el que se sostiene el entrenamiento de Carlos Sainz es la fuerza, una capacidad física clave para ser capaz de aguantar situaciones como la rotura de la dirección asistida o los cambios de ruedas en mitad de las arenas. Para ello, Rodríguez y Alejandro Rodríguez, el entrenador de fuerza del madrileño, le preparan durante dos días a la semana.

“Cuando vas cumpliendo años vas perdiendo fuerza, es algo incuestionable por la ciencia, te bajan los niveles de testosterona. Le damos prioridad porque siempre en todos los Dakar que ha hecho sus problemas suelen ser más musculares, sobre todo el cuello, la mano, el hombro… y hemos visto que, salvo los de Sudamérica que había más limitación física por el calor excesivo y la altura, en los de ahora el límite es más muscular. Si estas muscularmente bien, conduces mejor; si estás con una contractura vas a tener más problemas y la capacidad de concentración será mucho peor. Por eso perseguimos que no pierda su factor metabólico, que esté igual que estaba con 45 años y en ello estamos”, subraya.

¿Qué edad biológica tiene Carlos Sainz?

Sainz siempre completa una prueba de esfuerzo a principios de septiembre y otra una semana antes de viajar al Dakar, y Rodríguez asegura que en los últimos 10 años apenas han variado sus resultados.

“¿Qué edad tiene Carlos? Pues la cronológica serán 61 años, pero la edad biológica o metabólica es la de una persona de 40 y pico. Te lo digo porque con mi experiencia de entrenar a ciclistas, corredores y demás, a una persona con 60 años le haces un entrenamiento muy exigente un día y necesitas por lo menos dos completos de recuperación. Pero él al día siguiente, no te digo que esté fresco como un chaval de 18 años, pero a los dos días puede volver a hacer un entrenamiento de calidad y mucha intensidad. Es algo muy sorprendente que con esa edad solo se lo he visto a él”, argumenta.

“¿A qué se debe? Él tiene un plus de que es que no para, esa mentalidad competitiva y seguir y seguir. Algún deportista veterano que he entrenado, hace su maratón y luego se relaja cuatro meses y ahí te has hundido. Porque un chaval de 18 años vuelve a resurgir de las cenizas enseguida, por decirlo de algún modo, pero una persona de 61 años si paras tanto tiempo, bajas un escaloncito… y ahí empieza un descenso imparable. Y en el caso de Carlos, aunque no se prepare para el Dakar, tiene sus mini retos, aunque sea ganar a su vecino al pádel, o lo que sea. Esa es la diferencia entre un campeón del mundo y una persona normal. Se mantiene joven a pesar de tener 61 años, eso es clave“.

Rodríguez subraya, además, que, mientras que en una persona normal lo habitual es bajar en una pulsación por año las pulsaciones máximas por minuto que se es capaz de alcanzar y mantener en el tiempo, Sainz apenas ha bajado “5 o 6 en 10 años”.

Para su edad es algo impensable que aguante a esas pulsaciones tanto tiempo. En las etapas yo pensaba que no sería para tanto, pero la activación del sistema nervioso hace que la frecuencia cardíaca esté por las nubes y es un indicador de que su sistema nervioso funciona perfectamente todavía. Una persona de 61 años que no ha hecho nada durante toda su vida, no puede activarse tanto y durante tanto tiempo. Él es capaz de estar, como en el Rally de Marruecos, durante 3 horas y media a unas 140 y muchas pulsaciones, con picos de más de casi 170… (en algún susto que tuvieron). Es algo que no es normal para una persona de su edad“, añade.

El entrenamiento más exigente de Carlos Sainz

En la cabeza de Sainz sigue apareciendo el sufrimiento de los entrenamientos en hipoxia -llegaba a dormir la última semana antes de viajar solo y en una tienda de campaña que recreaba condiciones de más de 3.000 metros de altura– de los Dakar sudamericanos cuando se le pregunta por lo más extremo que ha hecho durante su preparación física.

“Recuerdo cuando el Dakar subía a una altitud brutal allí en Bolivia, no sé si eran 5.000 o no me acuerdo qué barbaridad de metros y estábamos todos preocupados; era para ello. Tratábamos de preparar el entrenamiento en altura, que era importante. Yo nunca llegué a sufrir nada, pero hubo gente que sí. Tienes que tener la disciplina de trabajar, no solo aeróbicamente, también muscularmente porque es que si no, está claro que no podría rendir“, añade.

“Al final estos coches son una coctelera. Estas 4-5 horas ahí dentro y llega un momento en el que el límite es más el cuerpo humano que el propio coche. Son 4-5h en que estás entre 140-165 ppm, que son bastante altas y que tienes que estar concentrado, y siempre, siempre empujando. Es importante no solo salir muy rápido, sino mantener el ritmo durante todo ese tiempo y no irte para abajo. Pero es importante el trabajo físico, y llegar bien en forma a la carrera”.

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Sergio Lillo

Sergio
Lillo
es
coordinador
y
redactor
de
los
contenidos
de
Motor
en
Relevo.
Nació
en
Madrid
y
estudió
Ciencias
de
la
Actividad
Física
y
el
Deporte,
pero
desde
2012
combinó



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Marc Valldeperez

Soy el administrador de marcahora.xyz y también un redactor deportivo. Apasionado por el deporte y su historia. Fanático de todas las disciplinas, especialmente el fútbol, el boxeo y las MMA. Encargado de escribir previas de muchos deportes, como boxeo, fútbol, NBA, deportes de motor y otros.

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