Adam Silver lo ha vuelto a hacer. Quizás con un extra de motivación por estar encarando la recta final de su contrato, que termina en junio de 2024, el comisionado de la NBA cerrará el 2023 con una gran victoria a su nombre: la Copa NBA. No cabe duda, que la creación de un torneo a mitad de temporada, cuyos partidos cuentan para el balance global de la temporada pero también para un título más, dotado de un suculento bonus económico, ha sido un gran acierto.
Los jugadores están bastante contentos, los aficionados muy contentos y las televisiones mucho más: la final entre Los Angeles Lakers e Indiana Pacers fue el partido más visto de la NBA desde 2018 (quitando los especiales de Navidad y partidos de playoffs). Tener a todo el mundo del baloncesto sacando la calculadora y echando cuentas a mitad de diciembre es sin duda una forma de darle más emoción a una de las grandes pegas de la NBA. La fase regular es a menudo larga, poco interesante o incluso intrascendente, por lo que el acierto de Silver es mayúsculo… y no el único.
La burbuja de Orlando
La primera gran decisión de Adam Silver
El a día de hoy comisionado de la NBA comenzó su andadura en el cargo en 2014, aunque no fue varios años después que tuvo que lidiar con su primer gran crisis: el coronavirus. El 11 de marzo de 2020, Silver tomó la decisión de suspender la temporada 2019-20 de la NBA por la pandemia de COVID-19.
La incertidumbre dominaba el mundo pero las ganas de terminar la temporada hicieron que Silver se sacara de la manga la mejor solucion posible en el peor escenario. El 4 de junio de 2020, se anunció que la temporada se reanudaría para 22 de los 30 equipos de la burbuja de la NBA, instaurando un sistema de play-in que resultó ser un acierto total.
El play-in llegó para quedarse
Una nueva forma de meterse en playoffs
Las circunstancias (falta de tiempo, principalmente) obligaron a Silver y la NBA a ingeniárselas para asegurarse que todos los equipos tuvieran sus opciones de luchar por el anillo, que finalmente se llevaron los Lakers.
El play-in de 2020 era muy distinto al que hay ahora. Los equipos que terminaron octavo y noveno en cada conferencia lucharon por el puesto final en los playoffs de su conferencia, unos partidos que solamente se disputarían en caso de terminar a cuatro victorias de diferencia. El modelo gustó y se transformó al actual, en el que los equipos que terminan en las posiciones 7 a 10 se meten en el play-in para determinara las dos últimas posiciones de playoffs de cada Conferencia.
Con ambos modelos se mejoraba uno de los grandes problemas de la NBA (falta de alicientes en los partidos de fase regular) y se le daba a la liga un poco más de dramatismo, que nunca viene mal.
Se avecinan más cambios
¿Regreso al pasado en el All-Star?
No está nada claro que Adam Silver siga al mando de la NBA la próxima temporada, así que puede que tenga un último cambio en la mejor liga del mundo, a modo de despedida. Todo parece indicar que el All-Star volverá a su formato clásico, volviendo al típico Este vs. Oeste de toda la vida.
De confirmarse, estaríamos hablando de enmendar un error, ya que fue el propio Silver el que optó por los capitanes de equipo en 2018, pero nadie mejor que Adam Silver sabe eso de ‘Reinventarse o morir’.
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