El 5,84% de la población española de 15 o más años declara haber sido diagnosticada de ansiedad crónica, según la última Encuesta Europea de Salud en España 2020. La ansiedad es uno de los problemas de salud mental más frecuentes, un hecho que en los últimos años se ha puesto encima de la mesa para que haya una mayor conciencia social en torno a este problema. Las formaciones políticas también se han hecho eco de la salud mental en el Congreso de los Diputados, donde han presentado un total de 48 proposiciones no de ley desde 2005.
El caso de Unidas Podemos. Desde esa fecha, ningún partido ha registrado proposiciones de ley, a excepción de la formación morada. En 2021, Unidas Podemos apostó por una propuesta general de salud mental, que finalmente decayó por la convocatoria de elecciones generales el pasado 23-J.
Por qué desde 2005. La Declaración de Helsinki de ese año reconoció que la salud mental es parte de la salud de las personas. Además, los distintos ministros de Sanidad de los Estados miembros europeos señalaron en la declaración que la salud mental y el bienestar mental eran “aspectos fundamentales para conseguir una buena calidad de vida”.
[El año 2021 marcó un récord de ingresos hospitalarios por salud mental en la última década]
Un total de 13 propuestas han recibido luz verde desde 2005. Los partidos prefieren orientar la acción del Gobierno en materia de salud mental que legislar en este ámbito, como muestra las 48 proposiciones no de ley registradas en el Congreso que, precisamente, buscan esa finalidad. Por su parte, 13 de estas iniciativas se han aprobado –es decir, el 27%–, mientras que 30 se han visto afectadas por las diferentes convocatorias de elecciones generales y decayeron en su momento –el 62,5%–.
Los partidos ponen su foco en el problema tras la COVID-19 y en los centros educativos
Las formaciones políticas han mostrado su interés en el impacto de la COVID-19 en la salud mental, con un total de seis proposiciones no de ley registradas en el Congreso. También han tomado partido en torno a este problema en los centros educativos, sobre medidas para garantizar los derechos de las personas que padecen algún tipo de salud mental o en relación a actualizar la Estrategia Nacional del Sistema Nacional de Salud en este ámbito.
El PSOE, a la cabeza. Los socialistas son quienes más proposiciones no de ley sobre salud mental han registrado en la Cámara Baja desde 2005, con un total de 11. En la actual legislatura, han sacado adelante una propuesta con el objetivo de promover un Pacto de Estado que “garantice el derecho a una salud mental universal, pública y de calidad”. Ahora, el Ejecutivo tiene la responsabilidad –no la obligación– de acometer esta tarea en el transcurso de la legislatura.
Ciudadanos y PP completan el ‘top 3’. La formación naranja ha expuesto sus demandas en este ámbito en 10 iniciativas sin rango de ley, como la que pretendía desestigmatizar los problemas de la salud mental, que fue aprobada por unanimidad en noviembre de 2021. Por su parte, los populares han llevado al Congreso hasta en nueve ocasiones el debate sobre este problema y sus posibles consecuencias. Como ejemplo de ello, la rechaza proposición sobre medidas dirigidas al cuidado de la salud mental y a la prevención del suicidio de los menores de edad tras la COVID-19.
En conjunto. El PP, el PSOE, Convergència i Unió, UPyD, PNV y el Grupo Parlamentario La Izquierda Plural presentaron en 2012 en el Congreso una proposición no de ley relativa a la promoción de acciones dentro de la Estrategia de Salud Mental para una redefinición de los objetivos y medidas de prevención del suicidio. La iniciativa, que tuvo luz verde por unanimidad, apostaba por desarrollar “políticas transversales que incorporen la perspectiva de género y presten especial atención a los grupos más vulnerables en relación a la prevención del suicidio”.
La propuesta legislativa de Unidas Podemos sobre salud mental en el Congreso
Unidas Podemos registró una iniciativa con rango de ley. Fue en 2021 cuando la formación morada apostó por una proposición de ley general de salud mental, que finalmente decayó por la convocatoria de elecciones generales el pasado 23-J.
Por 194 votos a favor. La norma superó su primer examen parlamentario, pues el pleno de la Cámara Baja decidió empezar su tramitación gracias al apoyo del PSOE, Unidas Podemos, ERC, Ciudadanos, EH Bildu, Coalición Canaria, Compromís, Junts, la CUP, Más País, Nueva Canarias, PRC y Teruel Existe. No obstante, se quedó enmarañada en la ampliación del plazo para presentar enmiendas durante más de un año y medio.
Un punto clave. La proposición remitida al Congreso determinaba una ratio mínima de profesionales para cumplir con el derecho reconocido a una atención integral a la salud mental. Con ello, se proponía 18 psiquiatras, 18 psicólogos clínicos y 23 enfermeros o enfermeras especialistas por cada 100.000 habitantes.
Fuentes
Congreso de los Diputados – Búsqueda de iniciativas
