Rafa Nadal por fin ha vuelto al tenis. Después de 347 días alejado de las pistas, el mallorquín ha debutado en el Torneo Brisbane de Australia en una competición de dobles que disputaba junto a uno de sus entrenadores, Marc López,-con el que ganó el oro en los Juegos Olímpicos de Río-, como compañero. Se mostró tranquilo por su vuelta a la competición. Incluso aseguró antes de saltar a la cancha que no estaba nervioso.
A pesar de perder ante el consolidado dúo australianos de Jordan Thompson y Max Purcell (6-4, 6-4), el regreso de este combo recordó aquellos viejos momentos sobre la pista, algo que llenó de ilusión a los espectadores. El ganador de 22 Grand Slams, cinco Copas Davis y un oro olímpico, volvió a sonreir. Durante algo más de una hora volvió a sentirse competitivo y recuperó sensaciones de cara a su debut en el cuadro de individuales, donde la suerte le ha sido esquiva.
Y es que lo importante no era tanto ganar, sino volver a sentir el ambiente de la competición, acumular minutos, retomar el contacto con el público. Perdieron en dos sets en un partido que duró algo más de 1 hora y 14 minutos y que Nadal afrontó con fuerza. Ahora las miradas están en su debut en solitario el 2 de enero contra Dominic Thiem, un viejo conocido al que se ha medido quince veces en su carrera deportiva y con el que se ha enfrentado en dos finales de Grand Slam. Pero mucho ha llovido ya desde que Thiem pisaba esos escenarios competitivos.
El austríaco sufrió varios problemas en la muñeca que dañaron su tenis y que provocaron que en los últimos años haya sido incapaz de ser el tenista que una vez consiguió ganar el US Open y llegó a ser el número tres del ránking.
Para estar en esta primera ronda de Brisbane, Thiem, ahora número 98 de la clasificación, tuvo que pasar la fase previa, remontando un 2-6, 4-5 y 0-40 contra el local James McCabe, 272 de la ATP, y un set en contra frente a Giulio Zeppieri, 135 del ránking. Como curiosidad, durante el partido ante McCabe, una serpiente venenosa se coló en la pista y el partido tuvo que estar parado más de media hora.
Para remontarse a los últimos enfrentamientos entre Nadal y Thiem hay que irse hasta 2020, cuando el austríaco venció en los cuartos de final de Australia y en la fase de grupos de las Finales ATP de Turín. Aun así, Nadal domina el cara a cara por 9-6 y se llevó los dos duelos más importantes que jugaron, las finales de Roland Garros 2018 y 2019, además de las semifinales en el torneo parisino en 2017.
La reaparición del balear, de 37 años, se ha hecho sonar hasta en Roland Garros. El torneo ha aplaudido su vuelta con la publicación de una imagen con estética cómic en su cuenta X/Twitter en la que se puede leer ‘Es hora de volver’.
