La San Silvestre de Miranda cierra el 2023 con música, solidaridad y comedia – Burgos Conecta

Es por eso por lo que, un año más, no sorprende la gran acogida de la prueba. Ataviadas mayoritariamente con la camiseta naranja promocionada por ‘Pulgares Arriba’ —grupo mirandés que fomenta la donación de médula y cordón umbilical en Miranda y la comarca—, centenares de personas han vuelto acudir a la llamada deportiva de final de año. Una cita que, como es habitual, arrancaba tras la homónima carrera infantil.

Una San Silvestre de todos y para todos

Con el sonido del pistoletazo, a las 18:30 horas, comenzaba la San Silvestre infantil, una carrera con un recorrido acortado en el que multitud de niños y niñas han demostrado su implicación con el deporte, incluso durante sus vacaciones. También ellos portaban sus camisetas naranjas en busca del mayor éxito de la carrera de Miranda: teñir de naranja las calles para visibilizar un asunto de vital importancia.

«Nosotras corremos siempre con la camiseta naranja porque nos parece muy importante colaborar con la causa y visibilizar la importancia de donar médula», declaraba Sara, algo fatigada, al cruzar la línea de meta.

Concluida su carrera, multitud de corredores se aglomeraban en la céntrica calle de La Estación aguardando el segundo pistoletazo. Todo ello, en un ambiente festivo en el que la Banda de Música de Miranda también ha querido aportar su granito de arena.

Un nutrido número de componentes de la formación han sacado sus instrumentos a la calle para poner la nota musical a la prueba mirandesa. Un par de ‘Retazos Navideños’ bastarían para amenizar la espera y levantar el ánimo de quienes, con algo de frío, esperaban en el punto de salida, que en efecto, se ubicaba en La Estación, en confluencia con Francisco Cantera.

Como en la edición pasada, la organización de la carrera ha situado la salida en la dirección contraria a la que solía ser habitual, de tal manera que en lugar de subir la calle de la Estación, los corredores la han bajado en dirección a la rotonda de la ‘M’. Pasadas las 19:00 horas, Miranda se teñía de naranja en una nueva edición que también incluyó dosis de comedia: corredores disfrazados, diademas con motivos navideños y algunos rezagados en patines.

Centenares de residentes de Miranda, tanto adultos como niños, se unieron a esta tradicional celebración atlética que, pese a no ser competitiva, sí registraba un nombre ganador: Carlos Jiménez volvía a cruzar la línea de meta en primera posición parando el cronómetro a los 12 minutos y 17 segundos.

Rebajaba en nueve segundos la marca del año pasado, confesando —eso sí— que había sido «una de las San Silvestres más sufridas». En cualquier caso, lograba una muy buena marca que a muchos habrá dejado boquiabiertos teniendo en cuenta que más de un cuarto de hora después todavía seguían llegando corredores a la meta.