El acelerón del turismo en el resto de España frena las visitas a Aragón – El Periódico de Aragón

Donde se encuentran diferencias señalables es dependiendo en el tipo de alojamiento a lo largo de la comunidad. En este punto se aprecia a la perfección la corriente al alza en los últimos tiempos en los que los turistas intentan viajar más pero gastando menos. Por ello, en Aragón ha aumentado sobremanera las reservas en albergues (33%) y en campings (6,3%). Por el contrario, en lo que respecta al alojamiento en apartamentos turísticos, la cuota de mercado de la comunidad con respecto al porcentaje de viajeros en España es de 1,38%, lo que supone una variación interanual de un -11,3%. Un dato que baja hasta el -15,4% si se miden las pernoctaciones. Por su parte, la ocupación hotelera ha tenido en 2033 cifras muy similares a las de su año predecesor aunque la estancia media ha disminuido casi dos puntos.

Pese a ello, el director general de Turismo de la DGA, Jorge Moncada, valora positivamente el año en Aragón, con un turismo que, en cualquier caso, sigue «a la expectativa» del cierre de las estaciones de esquí. Moncada reconoce que, debido a las temperaturas, las cifras «no están siendo las esperadas», aunque se espera acabar con números similares a los de 2019, último año prepandemia. Asimismo, el director general cree que otros factores externos como la inflación «no van a afectar demasiado a Aragón», debido a que su turismo «no es tan estacional» como el de otras comunidades. «Al estar tan diseminado entre la nieve, el verano… y no ser un destino especialmente caro, no creemos que la inflación vaya a notarse tanto», señala Moncada.

Novedades

Con la pandemia y el boom que supuso para el turismo de la comunidad ya olvidado, desde el Ejecutivo de Azcón esperan que este año incremente el número de otros tipos de viajes, como el relacionado con las autocaravanas o el cicloturismo, donde destacan pruebas como la famosa Quebrantahuesos. Además, la DGA, para evitar que Aragón sea considerada una tierra de paso, espera que las pernoctaciones en las capitales aumenten, con el objetivo de llegar a una media de dos noches por viajero en Zaragoza capital (ahora es de 1,4), así como conseguir que Huesca empiece a ser importante en ese ámbito, ya que, actualmente, es la ciudad «que más preocupa».

Aunque es el turismo rural el que más sostiene los datos del sector en Aragón, desde las organizaciones de este ámbito consideran que el 2023 no ha cumplido las expectativas con las que empezó. «No ha sido malo, pero desde luego no para tirar cohetes», asegura Jesús Marco, presidente de la Federación Aragonesa de Turismo Rural (Faratur), que subraya que los datos han sido «muy parecidos» a los del pasado año. «Estamos en la misma línea que el pasado, notando las consecuencias del cambio de preferencias de los viajeros», reflexiona Marco.

Aun manteniéndose los datos de turistas, el porcentaje de ocupación ha sido sensiblemente menor debido a que en los últimos años el aumento de la demanda provocó también un aumento de oferta que ahora Aragón no es capaz de completar, en especial en los meses centrales del año. «Llevamos dos veranos que, sin ser catastróficos, han sido especialmente flojos. La gente que apostó por el turismo seguro que, con mucho esfuerzo, pudimos ofrecer en la pandemia, ahora quiere sol y playa», analiza Jesús Marco.

Con respecto al tipo de turista que llega a la comunidad, el viajero español sigue siendo el rey. Nueve de cada diez que eligen el turismo rural aragonés es del país. «Los extranjeros son menos pero gastan más. La mayoría son franceses y del centro de Europa. Eso sí, no suelen pasar de los Pirineos», subraya el presidente de Faratur.

No obstante, Marco no pierde la esperanza de recuperar los datos que se vivieron al comienzo de la década: «El turismo, como muchas otras cosas, es cíclico. Mucha gente nos conoció en ese momento, quedaron encantados y estoy seguro que cuando se cansen de aglomeraciones, volverán».