Ciudad de México /
El futbol americano colegial está listo para conocer a su próximo monarca. Este lunes se enfrentan Michigan Wolverines y Washington Huskies en el College Football Playoff National Championship, que define al campeón de la División I en la National Collegiate Athletic Association (NCAA).
Será un juego, en el papel, desequilibrado. Michigan es el favorito para hacerse con el campeonato. En un juego apretado contra Alabama, los Wolverines eliminaron a Crimson Tide, que se ha caracterizado por la constancia de su programa deportivo. Y si bien Washington ha brillado por ganar sus últimos diez partidos por 10 puntos o menos, aquí el reto de los Huskies será mayúsculo y las previsiones no consideran que tengan un escenario favorable.
Los pronósticos están de la siguiente manera:
A ganar: WASH (+170) vs MICH (-200)
Altas y bajas: 110
Favorito: Michigan, por 4.5 puntos
J.J. McCarthy ha demostrado tener la capacidad para jugar grandes partidos y comandó triunfos importantes ante Ohio State y Alabama, con un arsenal que no tiene los reflectores merecidos, como Blake Corum y Roman Wilson.
Pero la defensiva será clave. Los Wolverines consiguieron seis capturas ante Alabama, por lo que Michael Penix Jr. tendrá que tener cuidado. Los Huskies aún así tienen un as bajo la manga: su línea ofensiva es de las más sólidas a nivel colegial, aunque Michigan representará su principal prueba en el NRG Stadium. Un choque de fuerzas colosales en el que se verá cuál será la que ceda.
Blake Corum anotó 26 veces, 25 por la vía terrestre, la cantidad más alta en esta temporada de NCAA. Si establecen el ataque terrestre con efectividad, ponen en marcha series ofensivas largas para cansar a la defensa y Penix está la mayor parte del tiempo fuera del emparrillado, Jim Harbaugh tiene todo a su favor para conseguir el título nacional y coronar una temporada exitosa para Michigan. Pero en el futbol americano nada está escrito y decir que los Huskies están acabados antes de hacer el primer snap sería una suposición demasiado delicada.
No hay seguridad de que sea un partido apretado (el año pasado, Georgia apaleó 65-7 a TCU, pero hay quienes todavía creen que será un campeonato con marcador apretado como en 2015-16 (Alabama ganó 45-40 a Clemson), 2016-17 (Clemson tuvo revancha 35-31) o 2017-18 (Alabama ganó 26-23). Lo descubriremos.
AVV
