No importa cuán compatibles sean dos personas en una relación, las discusiones y los conflictos siguen siendo inevitables. Y sin duda que por ser esto normal, no tiene por qué convertirse en cotidiano, porque entonces sí tendrás un problema muy grave en tu vida amorosa.
Toda pareja debe aprender a resolver los conflictos con respeto y priorizando el amor, si no estarías entrando en una relación tóxica de las que cada día, escuchamos más y debemos aprender a no romantizar.
Por ello, hoy en Debate te presentamos seis señales que delatan que estás en una relación tóxica y no lo sabías. Toma estos ejemplos como una guía y determina qué es lo más sano para tu estabilidad y tu paz mental.
Cómo saber qué estoy en una relación tóxica
Discutir para demostrar poder: Las parejas tóxicas discuten no para encontrar una solución al problema, sino para ganar la discusión a toda costa. Quien se ocupa de intentar ser superior a la otra persona y tener razón en una discusión no puede realmente escuchar, asumir responsabilidades, ponerse en el lugar de la otra persona y resolver el conflicto.
Ataques personales: Las parejas tóxicas suelen recurrir a ataques personales cuando la discusión se intensifica. Se hacen comentarios hirientes o insultos en lugar de centrarse en el problema real. El objetivo no es encontrar una solución, sino lastimar a la otra persona.
Usa el pasado como arma: En lugar de centrarse en el presente, las parejas tóxicas utilizan los errores del pasado como arma en las discusiones. Se abren viejas heridas para evocar sentimientos de culpa y fortalecer la propia posición.
Ignora los sentimientos: Nunca se puede discutir sobre sentimientos y necesidades. Están ahí, tienen su derecho a existir y nunca se les debe negar. Sin embargo, las parejas tóxicas tienden a descartar las emociones o exagerarlas en vez de mostrar empatía.
Culpar: Las parejas tóxicas se culpan mutuamente por los problemas. En cuanto se critica a uno de ellos, se excusa el comportamiento, culpándose mutuamente de errores que también se han cometido. Esto conduce a un círculo vicioso en el que ambos bandos están en una batalla constante por una supuesta superioridad moral.
Silencio: Durante el tratamiento silencioso, lo ignoran o lo mantienen en silencio deliberadamente para que no pueda hablar sobre sus sentimientos y preocupaciones. En cambio, se niega la comunicación, lo que exacerba una atmósfera ya de por sí tensa.
