Vergil Ortiz está de regreso. El texano, de 25 años, se subió al ring por primera vez desde agosto de 2022. En ese tiempo de ausencia intentó volver varias veces, pero lo hizo sin éxito. El corte de peso le derivó en una enfermedad que descomponía sus músculos. Se recuperó y hubo que cambiar el rumbo, por ello este sábado debutó en el peso superwelter. Era superior a su rival, pero pocas conclusiones se pueden sacar sobre él ya que el pleito ante Fredrick Lawson duró menos de un round. La sensación era que iba a ganar antes del límite, pero el árbitro, Tony Weeks, se precipitó demasiado a la hora de detener las acciones. “Ojalá haber podido hacer más rounds, los necesito”, apuntó el púgil tras el pleito.
Lawson fue valiente y no rehuyó el tú a tú que siempre propone Ortiz. El estadounidense fue conectando su potente jab. Boxeó tranquilo, sin precipitarse, pero imponiendo un ritmo alto. Con un jab en la zona de la carótida Vergil dañó a Lawson, quien al sentir el golpe se arrugó y se fue contra las cuerdas. Ortiz sacó un carrusel de golpes. Es cierto que no hubo respuesta del rival, pero ninguna de las manos impactó de manera clara. Todas en la guardia. Era una defensa, pasiva, pero defensa. El árbitro, muy criticado por este tipo de acciones, se excusó diciendo que le vio la mirada perdida, según informó tras el duelo ESPN. Vergil aseguró que el referí “le había salvado” de un castigo mayor.
Weeks nos hurtó asaltos, aunque el final parecía el mismo. Las sensaciones para Ortiz fueron buenas, pero insuficientes. Lo lógico es que tenga otro combate del estilo pronto antes de acometer un gran enfrentamiento. Aún así, Vergil fue claro sobre el ring y retó al campeón WBO del superwelter, Tim Tszyu (24-0, 17 KO). El australiano, de 29 años, es otro de los nombres que apunta a ser el dominador de la división en los próximos años. El órdago es grande y fue ampliado por Óscar de la Hoya, promotor de Ortiz, quien indicó que estarían dispuestos a acudir a Australia si es necesario. El campeón, por su parte, respondió en X (antes, Twitter) que hay disposición por su parte.
En el combate coestelar de la noche, Ismael Barroso se proclamó campeón mundial Interino WBA del superligero al noquear en el primer asalto a Ohara Davies. El venezolano, de 40 años, tiene una gran pegada y lo demostró. Con un jab a la contra desarmó al inglés. Le conectó justo en el botón. Davies intentó seguir, pero tras la segunda caída el árbitro detuvo el pleito. Esta vez sí fue un buen trabajó del referí, Ohara no estaba para seguir. Por último, Golden Boy aprovechó la velada para anunciar el fichaje del excampeón mundial unificado del peso ligero José Carlos Ramírez.
