En esos aos 70 para cambiar de canal de televisin haba que hacer deporte no olmpico, o lo que es lo mismo levantarse del silln y apretar una tecla del aparato. Los sbados por la tarde a las 15.30 apareca por el televisor en el UHF, ahora La2, el torneo V Naciones de rugby. S, V Naciones y no seis, pero es que el deporte ha cambiado, como la Supercopa de ftbol que se juega en Arabia por l
os ‘palos’ a repartir entre avispados.
Antes de ir al polideportivo a pasar la tarde haba que disfrutar con esos partidos de baln ovalado
que nunca bamos a tocar. En mi grupo de gente flaca y con arrojo
extremo
tenamos claro que algo que nos daba dolor de slo verlo en el silln no era sano, aunque de mels s exista cierta prctica por alguna actividad indecorosa entre pandillas en el colegio.
Por parecernos marcianos, los jugadores de rugby se convertan en tipos heroicos merecedores de entrar en el guin de las charlas de bancos.
Entre esos tipos de otro planeta estaba JPR Williams, el patillas de Gales, con un apndice capilar en los extremos en forma de hacha tan frondoso y alargado que se podra esconder un comando,
un tipo al que veamos como un bailarn que driblaba rivales sin parar con el ‘meln’ en su poder.
Williams, con el nmero 15, serpenteaba con las medias bajadas casi siempre,
y entregarle el baln supona un espectculo. El especialista televisivo, el
histrico Celso Vzquez,
nos narraba a los alumnos que su puesto era de zaguero. Nos daba igual el oficio.
Era un Garrincha
con el baln en la mano.
Un western en cada partido
El escapista Williams empez a formar de la cultura general del grupo,
igual que Edwards u otros monstruitos de su deporte. Puede que fuera la primera vez que nos parbamos en Pas de Gales. La enseanza no tiene lmites
. Una de las maneras infalibles de aprender geografa era leer los sorteos de competiciones europeas
y ver de dnde era cada equipo.
A la misma hora de la panda de Williams,
en la llamada primera cadena de Televisin Espaola, lo normal es que se emitiera una del Oeste, aquella racin de whiskys, sheriffs, cartucheras, indios, vaqueros y caballos. Los taraditos que optbamos por el rugby ya tenamos nuestro western,
aquellos partidos con camisetas embarradas, peleas nobles y gradas que celebraban una carrera como si hubieran aparecido los Beatles.
JPR Williams falleci la tarde del lunes, la misma en la que se conoci la desaparicin de Franz Beckenbauer,
el defensa que opositaba a mayordomo. Todo se va, como las tardes de los sbados en las que haba rugby y una del oeste.
