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Pasó de entrevistar a Zidane a medirse a él como técnico: “No estaba bien visto salir en la tele y ser entrenador” – Relevo



“Desde Lanzarote, para Telemadrid, Mateo García”, despedía, un 28 de noviembre del año 2001, su pieza en el informativo presentado por Manolo Lama. Un joven Mateo García, por aquel entonces de 25 años, cubría el día a día del Real Madrid, de Zidanes y Pavones, para la televisión autonómica madrileña. Por aquellos años, la FORTA (Federación de organismos de radio y televisión autonómicos) retransmitía en abierto los partidos más atractivos de LaLiga y salir los domingos por la noche en “Fútbol es Fútbol” era el trending topic de la época, casi a la altura de los influencer en TikTok de la actualidad.

Ese Mateo García periodista empezó a compatibilizar su labor en Telemadrid con la de entrenador de fútbol, en las categorías inferiores del Real Madrid, Rayo Vallecano y hasta la selección madrileña de fútbol de categoría Infantil, con Dani Carvajal, Koke o Pablo Sarabia en aquel combinado. “Pude gracias a jefes que tuve por aquella época, como Joaquín Martín y otros tantos, que me dejaban escaparme antes de tiempo de la redacción para ir a partidos o entrenamientos”, recuerda.

Pero en diciembre de 2012 sufrió en sus propias carnes el capítulo más triste de la historia de la televisión pública madrileña, con el ERE que dejó sin trabajo a 829 de los 1.161 profesionales que formaban la plantilla. Tras 12 años en el oficio periodístico es cuando se vio obligado a cambiar y se lanzó definitivamente al mundo de los banquillos, donde la estabilidad y las condiciones laborales son, en la mayoría de las ocasiones, peor incluso que en el Periodismo.

Pero confió en lo que latía desde su corazón, porque el fútbol siempre fue su gran ilusión. Getafe B, Sanse, Guijuelo, Gimnástica Torrelavega, Lanzarote y ahora CUC Villalba como primer entrenador, además de experiencias en el extranjero como en Lugano (Suiza) o China. “Soy un guardiolista convencido, pero con el paso de los años he ido abrazando más estilos y hasta me he vuelto más gruñón”, confiesa con una sonrisa.

Pasó de entrevistar a jugadores como Zidane a medirse contra él en el área técnica, cuando el extécnico del Real Madrid, con tres Champions en su palmarés, arrancaba su carrera en el Castilla. Ya no hace entradillas para televisión, pero muestra la misma cercanía de siempre. En eso, el fútbol todavía no le ha cambiado…

Has estado en los dos lados de la trinchera. ¿Nos falta a los periodistas un poco de formación para hablar de fútbol?

Quizás sí (ríe). Por haber estado en los dos lados, ahora hay cosas que me chirrían un poco. Yo tenía un profesor, Juan Carlos Mandià, que entrenó en el Hércules y otros equipos, que me decía: “Joder, está bien que un periodista se saque el curso de entrenador, así habláis con un poco más de poso”. Ayer, por ejemplo, en una radio decían: “Este equipo se ha preparado bien físicamente”. Mi preparador físico, que iba al lado, me decía: “Debe ser que los otros no se preparan tan bien en pretemporada”. A veces sí que hay comentarios que te chirrían desde dentro, porque no es todo tan así, pero me imagino que el periodista lo intenta hacer de la mejor manera posible.

Con el paso del tiempo, ¿qué cosas decías como periodista que ahora las ves una burrada como entrenador? 

Buf, han pasado un montón de años. Desde la mitad del año 2000, cuando narraba y demás, hasta ahora. Pero seguro que metía la pata en situaciones tácticas o en lecturas de partidos. Eso seguro me pasaba, porque ahora sí vas al detalle o intentas ver cómo inician el juego o cómo presionan.

Quien no haya conocido al Mateo García periodista, cuéntanos un poco tu trayectoria…

El año pasado tenía un grupo de jugadores en Lanzarote que encontraron un vídeo en YouTube, fíjate, de cuando no tenía ni canas. Me acuerdo cubriendo aquel Lanzarote-Real Madrid de Copa del Rey, que me tocó cubrirlo en la isla y, casualmente, casi 20 años después me tocó entrenar al Lanzarote. Los jugadores descubrieron esa faceta que no conocían de mí. Imagínate el vacile que he tenido durante dos años con ese video. Estudié Periodismo por vocación, porque es lo que me ha gustado siempre. Y encima caí en una redacción de deportes, que era mi pasión de siempre y lo que me gustaba los domingos por la mañana. Luego empecé a cubrir al Real Madrid: estuve unos años viajando con ellos y trabajando en partidos de Champions, partidos de Liga, finales… Y luego tuve otra etapa en la que narraba partidos, sobre todo de Segunda B, en La Otra, que es el segundo canal de Telemadrid.

Y la verdad es que lo he disfrutado mucho. Entonces, es cierto que sí ha habido algún jugador al que he narrado partidos y luego lo he entrenado; por ejemplo, ahora en el Villalba, que es filial del Rayo Majadahonda, narraba partidos en los que jugaba mi preparador de porteros. Luego, ya sabes, dejé de trabajar en la tele por el ERE y estaba en el filial del Getafe.

Te hago la misma pregunta que me hacen a mí muchos amigos fuera de la profesión: ¿cuándo trabajabas de periodista te regalaban entradas para ver el fútbol? ¿Qué jugadores eran los más majos?

Bueno, coincidí en la época de los Zidanes y Pavones. Fue con los Beckham, los Figo, los Roberto Carlos, los Zidane… En Telemadrid éramos cuatro compañeros los que seguíamos la información del Real Madrid: Teo Pereiró, Chus Galán y Raquel Criado. Rotábamos para ir a los entrenamientos, a la Ciudad Deportiva antigua, luego a Las Rozas y Valdebebas. Creo que la relación entonces con los jugadores era un poquito más cercana que ahora, que me consta que sea cero en la actualidad. Y también viajábamos con ellos. Tampoco era una relación fácil porque era todo un Real Madrid.

Tenía mejor relación, por ejemplo, con los chicos que iban subiendo de la cantera. Los Rául Bravo, Portillo, Borja Fernández… Pero sí tengo un recuerdo bonito de aquella época, aunque tampoco te daban mucha bola en el día a día. Recuerdo que un domingo me encontré con Figo en un centro comercial y que vino a saludarme. Me dijo: “¿Qué haces aquí? ¿De día libre?”. Le dije que no, el día libre era para él porque yo me tenía que volver a la tele luego por la tarde porque me lo encontré a la hora de comer. Y recuerdo ese gesto como un poco de normalidad. Y con Valdano también, un día por la Gran Vía, que se acercó él. En definitiva, eran personas normales y mucho más diferentes de lo que eran con las pantallas.

En aquella época, al menos, hacías entrevistas a los jugadores, ¿no? 

Sí, hacíamos entrevistas. Sobre todo para los programas del domingo, con Fútbol es Fútbol, aunque a veces a los jugadores les costaba pararse, pero siempre te dejaban un par de ellos, con las prisas de que perdíamos el avión porque íbamos en el mismo chárter. Hay jugadores más cercanos que otros, evidentemente. Míchel Salgado siempre era muy cercano y encima sabes que hablaba bien; con Roberto Carlos, bien; con Casillas, en general, bien. Y luego había otros que eran un poco más complicados. Pero sí que tengo un recuerdo bonito de aquella época porque la disfruté mucho.

“Cuando Reyero nos pedía a Guti para Fútbol es Fútbol sabías que estaba más complicada la cosa”

MATEO GARCÍA
Sobre su época como redactor de Telemadrid

Fútbol es Fútbol, frase mítica de Boskov y mítico programa de Telemadrid… 

El programa estrella de los domingos, sí, con Javier Reyero. Era con conexiones en directo, desde el campo o en plató y hacíamos resúmenes. Entrábamos en directo, desde el Bernabéu, en nuestros partidos de las ocho o de las nueve de la noche. Fue una época bonita. También tuvimos derechos de la Champions y se emitía el programa Zona Champions, con Javier Callejo y Beatriz Pino. Me encantaba el fútbol y el Periodismo. Fútbol es Fútbol era el programa estrella y Reyero por ejemplo nos decía: “Tiene que venir Guti”; pero ya sabías que Guti iba a ser un poco complicado y te tenías que pelear (ríe).

Hacíamos resúmenes en directo desde las cabinas también. Esa época estuvo muy bien porque teníamos derechos de todo. Teníamos derechos de Segunda División y yo narraba partidos de Segunda B, en la época de Anquela y el Alcorcón.

¿Quién te despierta el gusanillo de ser entrenador?

Antonio Díaz Carlavilla, un profesor que tuve y que hoy en día es uno de los ayudantes de Quique Sánchez Flores; puede que fuera el mejor profesor que he tenido y el que me enseñó a ver esa nueva visión del fútbol. Hice un curso de fútbol base y a partir de ahí, el resto de niveles. Luego, mientras trabajaba en la tele, estuve un año en el Real Madrid, Rayo Vallecano, Getafe o la Selección Madrileña de Fútbol Infantil, con Koke, Carvajal y Sarabia…

¿Y se acuerdan ellos de ti?

Sí, se acuerdan porque me he encontrado con Carvajal hace un año o así y me llamó la atención porque se acordaba de todo. Fue una generación muy buena: estaban él, Fran Sol, Sarabia y Morata creo que no fue porque estaba lesionado. Siempre lo cuento, cada vez que me he vuelto a encontrar con ellos se acuerdan perfectamente: han venido a saludar, han sido súper majos y súper atentos.

¿Y en ese Madrid Alevín, cuando tú eras más joven, qué jugadores tenías que militen hoy en Primera?

Era la generación del 94, el Alevín B. Los nombres que más pueden sonar son los de Raúl de Tomás (Rayo), Gonzalo Melero (Almería) o Alfonso Herrero (Málaga). Con estos dos últimos sí que tengo cierta relación, y luego hay otros que se quedan en el camino incomprensiblemente. En el Rayo también tuve muy buena generación y en el Getafe, con Pere Milla (Espanyol) o Emi Buendía (Aston Villa). Con Emi sí que tengo una relación más cercana porque le tuve tres años de juvenil. También nombres como Sergio Bermejo (Zaragoza) o Carlos Vigaray (Fuenlabrada).

“Tuve una charla con Del Bosque. En el Madrid no gustaba tener un periodista-entrenador en la casa”

MATEO GARCÍA
Sobre su salida del club blanco en 2004

¿Y cómo llevabas esa fama de salir en la tele y luego ponerte el chándal de entrenador en tus primeros años?

La primera vez que te veían los chicos salir en la tele los domingos, pues les hacía gracia y te mandaban una foto y alguno te vacilaba. No es una cosa que me haya gustado mucho. Me daba un poco de vergüenza, entre comillas, el rollo de salir en la tele y luego entrenar. Nunca he tenido esa enfermedad de querer salir en pantalla, no me gustó especialmente. Lo hacía porque era mi trabajo y lo tenía que hacer. No ha estado bien visto el rollo del ser periodista y que salga en la tele con ser entrenador.

¿En serio?

De hecho, tuve una conversación del Bosque sobre esto, porque yo salgo del Real Madrid un poco por ese tema. Al final, creo que en el Madrid no gustaba tener un periodista-entrenador en la casa.

¿Quién era jefe de la cantera en aquella época?

Alberto Giráldez. A mí la época en el Madrid me pilla entrenando en el Alevín B, que era el penúltimo equipo del eslabón prácticamente. Es decir, no era un equipo de mucha repercusión porque eran pequeñajos. Pero es verdad que ese año también era uno de los años que salía mucho por la televisión, en Fútbol es Fútbol, y esa relación no estaba bien vista. Ese año no lo pasé bien. No me renovaron porque era periodista. Fue una situación compleja: un periodista metido en el club. Yo decía que lo que quería era simplemente entrenar y hacer mi trabajo, que es lo que me encanta y encima en el Madrid, que como dice un amigo mío: “Es como la NASA porque lo tienes todo y sin problema”. Ni siquiera fue un año malo, porque salimos campeones, que era de lo de menos, pero no fue una situación agradable.

Parece mentira, pero lo que en un principio parecía que te podía ayudar, tu condición de periodista, te acabó perjudicando. Porque otro asunto debe ser el del mundo de los representantes…

No he tenido nunca un representante y seguramente por eso sigo entrenando en Tercera División. A veces sí que echas en falta que tienes mil amigos, mil conocidos a los que incluso les has hecho favores, pero luego tú tampoco les das a ellos ese beneficio: “Oye, te voy a mover aquí y yo me voy a llevar equis”. A día de hoy, si no tienes a alguien que te ayude, es complicado. A mí solamente han venido a buscarme una vez, que fue cuando ascendí con el Sanse y el Guijuelo llamó a mi puerta. Ahora en el Villalba ha sido por situaciones y personas que conocía de antes.

¿Cuál es la realidad de un entrenador de fútbol? ¿Cuál puede ser el sueldo medio en la categoría actual que entrenas?

Somos muchos y es complicado. El tema de los sueldos depende de los equipos, evidentemente, los que estamos en filiales, pues estás un poco mejor… Pero no sé, tampoco quiero decir nada que me esté equivocando. Yo entiendo que neto, desde ocho, nueve o diez mil euros al año en una capital de provincia con equipo en Tercera. Al final es un trabajo, yo llego a las 8 a la oficina y entrenamos a las 9 de la mañana.

¿Unos ocho o diez mil euros netos al año me has dicho?

Sí. Por eso hay muchos entrenadores que tienen otro trabajo también, porque los entrenamientos son por la tarde. También hay que ver casos de cada uno. Hay clubes que pagan muy bien, hay otros clubes que pagan normal y hay otros clubes que pagan que no es normal. Pero, a lo que voy, es que al final tienes que dedicarle tiempo, ver muchos partidos… Nosotros ayer jugamos por la mañana (la entrevista se realizó el lunes 11 de septiembre después de su debut ante el Alcorcón, donde empató a cero) y por la tarde fuimos a ver otro partido; y por la noche estaba haciendo el video del partido nuestro. Al final es así, le tienes que echar mucho tiempo, le tienes que dedicar horas, pero también lo hago porque me gusta, nadie me obliga…

Y en Tercera ya tenéis casi una estructura profesional con videos y más cosas…

Sí, ha evolucionado mucho a nivel de analistas. Yo creo que todos los equipos tienen su analista y todo eso te hace sentirte un poco más profesional. Nosotros intentamos ponerles el lunes un video, también depende de cómo se graba, cómo te llega, un poco para que vean los propios errores de ellos y los aciertos de nuestro partido; luego más adelante durante la semana el video del rival que vamos a tener el domingo.

Hoy dicen que los jóvenes no son capaces de aguantar la concentración más de 15 segundos, por eso los videos de TikTok triunfan tanto. ¿Cómo haces tú para captar su atención?

Mi preparador físico se mete conmigo porque dice que hablo demasiado, no sé si será por el rollo este de periodista que llevo dentro. Pero es cierto que intentamos que las charlas sean de seis o siete minutos. Como algún jugador lea esta entrevista va a decir: “¡Qué dice!”. Antes por ejemplo, les ponía un video del rival los jueves, pero con el tiempo he visto que es mejor ponérselo el mismo día antes de jugar porque muchas veces no se acuerdan. Les intento poner ese día de partido un recordatorio, más breve, con el plan de partido: cómo vamos a atacar, cómo vamos a defender y un poco el tema de balón parado.

¿Alguna anécdota que puedas contar en estos años de charlas?

No sé, el otro día tengo uno que me bostezó dos veces en el vídeo y no le quise mirar mucho. Y luego también tienes que tener un poco de cuidado con los chicos extranjeros, porque les cuesta entender más. Por lo general, no he tenido quejas porque suelen prestar bastante atención. En Lanzarote, por ejemplo, hay un video que pongo tras una mala racha que es un punto de inflexión porque fui señalando uno a uno con el dedo las cosas malas y ese video tuvo mucho de bueno porque cambió la dinámica.

¿Cómo te defines como técnico? No me vengas con tópicos, que necesito nombres propios en los titulares…

Me gusta coger cosas de todos, sí que reconozco que siempre he sido muy guardiolista porque creo y siento esa manera de entender el juego. Creo que con el paso del tiempo me he hecho un poco más… No sé como decirlo, no soy tan valiente como para seguir fallando y seguir intentándolo, a veces hay que pegarla para arriba y ya está…

¿Te has vuelto más cholista?

No del todo, pero hay cosas que me gustan, evidentemente, no lo voy a negar. Ahora me gusta mucho el italiano del Brighton, De Zerbi, por esa manera que tiene de construir desde atrás; Maurizio Sarri también. Ahora, esta temporada estoy bastante enganchado a Eder Sarabia porque le vi bien en el Leganés-Andorra, de la primera vuelta, y me volví loco la manera de jugar. ahora lleva tres derrotas seguidas y tengo algún amigo que me escribe mensajes diciéndome: “Mira, que también pierden estos”. Intento coger cosas de todo, me parece que Emery es una barbaridad y cada temporada lo sigue demostrando. Entonces, como dice Guardiola, hay que ir robando ideas y luego pasarlas un poco por tu filtro y adaptarte a lo que tienes.

Cuéntame un poco el proyecto del CUC Villalba y el Rayo Majadahonda…

Estoy encantado. El Villalba y el Majadahonda hicieron un acuerdo de filialidad: el Villalba compite con el nombre del Villalba, pero es como si fuera el Majadahonda B por decirlo de alguna manera. Estoy encantado con la confianza de la gente de Majadahonda desde el principio, con Néstor Susaeta (director deportivo), que también nos conocimos hace mucho tiempo, en la época en la que Néstor jugaba en Alcorcón. Por ejemplo, Alejandro Arribas que ahora es el dueño del Majadahonda y fue jugador mío en cadetes. Y con la gente de Villalba, con Piero Capponi (presidente) y con Sergio Vázquez (director deportivo), estoy muy a gusto. Me encuentro en un club organizado en todos sus aspectos.

El equipo que tengo es joven, un filial en el que son Sub-23 todos. Eso tiene sus cosas buenas y malas. Ese punto de estar un poco verde por la falta de experiencia, pero es verdad que a nivel de piernas, de correr, de energía, de apretar y de entrenar es una maravilla. Luego es un equipo muy bueno técnicamente con los pies. Hay chicos interesantes y hemos tenido muchos de ellos con el primer equipo, lo cual siempre es importante para un filial y para el entrenador: que el míster del primer equipo, en este caso Carlos Cura, tire de ellos.

Y entre nombres mediáticos, por ejemplo, tiene al hijo de Etoo…

Sí, Etienne, que es un chico maravilloso y que está trabajando más allá del apellido que tenga, que ya he hablado alguna vez con él: debe trabajar con el nombre de Etienne no con el apellido que tiene. Está acompañado de chicos procedentes de la cantera del Rayo, de Leganés, de Majadahonda y el objetivo es que lleguen al primer equipo, con la ayuda que tenemos de sus recuperadores y nutricionista.

Al Periodismo no vuelves, ¿no?

Periodísticamente, cuando salimos de Telemadrid, con aquel ERE en 2013, mi idea era reengancharme, pero luego iba hablando con compañeros y te decían que esto cada vez está más complicado: los periódicos cada vez van a peor, las teles, las radios… En fin. Yo soy de los que todos los días estoy enganchado a la radio porque siempre me ha gustado, leo Prensa y esa parte la mantengo porque me gusta. Soy del pinganillo, como mi amigo José María Bonilla. Pero es verdad que ahora mismo soy muy feliz entrenando, luego ganaré más o menos, evidentemente eso es así, pero soy feliz entrenando y me encanta lo que hago.

¿Cuál es tu sueño en el mundo del fútbol?

Disfrutar de cada temporada, intentar hacerlo bien y si cada año puedo mejorar un poquito en algo, mejor. Creo que este año he mejorado a nivel de club, a nivel de organización; aunque me encuentre en la misma categoría del año pasado, donde jugamos playoff con el Lanzarote, pero este año el club es más organizado. No me pongo metas porque al final y al cabo tampoco tengo ya 25 años, pero los entrenadores tampoco tenemos edad de retirada…

Gracias Mateo por la charla y por compartir en Relevo tus experiencias.

A vosotros.

José Luis Guerrero

José
Luis
Guerrero
coordina
los
contenidos
de
la
redacción
de
Relevo
además
de
cubrir
la
información
del
Atlético
de
Madrid.
Licenciado
en
Periodismo
por
la
Universidad
Complutense
de
Madrid,
empezó





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Rohit Palit

Periodista deportivo y graduado en Ciencias de la Comunicación de Madrid. Cinco años de experiencia cubriendo fútbol tanto a nivel internacional como local. Más de tres años escribiendo sobre la NFL. Escritor en marcahora.xyz desde 2023.

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