Derriban la estatua decicada a Federico Martín Bahamontes en Toledo – infobae

La estatua que homenajea en Toledo al ciclista Federico Martín Bahamontes ha aparecido este viernes derribada de su pedestal y ha sido retirada de su ubicación por los bomberos, mientras que la Policía Local ha abierto una investigación para encontrar al autor o autores del acto vandálico.

La vicealcaldesa y concejal de Seguridad Ciudadana y Protección Civil, Inés Cañizares, ha dado a conocer el suceso en un audio enviado por el Ayuntamiento y ha anunciado que el Consistorio se personará como perjudicado en la denuncia que se ha puesto, por los daños que se han ocasionado.

En este sentido, ha afirmado que no sólo se han producido daños materiales, sino que se ha dañado la imagen pública de la ciudad, porque la estatua está dedicada a uno de sus personajes más ilustres, que falleció el pasado 8 de agosto a los 95 años, y que fue el primer español en ganar el Tour de Francia.

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Es la segunda vez que sufre un acto vandálico la estatua de Bahamontes, ubicada en la calle Real del Arrabal, en la zona del Miradero, dentro de la subida a la plaza de Zocódover, y que ya fue derribada en julio de 2019, poco más de un año después de que fuera inaugurada en mayo de 2018.

En esa ocasión, resultaron rotas varias partes de la escultura de bronce, que tiene 1,90 metros de altura y reproduce a tamaño real la figura del que fue calificado con el apelativo de ‘El Águila de Toledo’, por la facilidad que tenía para afrontar subidas en las grandes vueltas.

Bahamontes, primero de nuestros deportistas en ganar un Tour de Francia en 1959, hizo podio en 1963 y 1964, quedando segundo y tercero, respectivamente. En seis ocasiones lideró además la clasificación de la montaña, su gran especialidad además de las escapadas, considerado muy combativo. Se retiró con 74 victorias como profesional.

En contra del dicho popular, él sí fue profeta en su tierra, querido, y en 2018 Toledo rindió homenaje a su más aclamado ciclista, rodeándole de continuadores como Miguel Indurain, Pedro Delgado, Carlos Sastre y Óscar Pereiro, también sabedores de lo que es llegar a París con el maillot amarillo. Ese día se descubrió en la ciudad la escultura, de Javier Molina Gil, que representa al héroe en su habitual posición de esfuerzo subiendo uno de los puertos míticos. Tirando de buen humor, el protagonista criticó la tardanza de los fastos en su honor (ya tenía 90 años): “Lo que hemos tardado para estar aquí. Más que cuando me hizo novio con Fermina”.

(Información elaborada por EFE)