Por qué el nuevo inversor de Aston Martin es bueno para la F1 – Motorsport.com – ES

La operación se produjo poco después de una inversión similar, pero de mayor perfil, en Alpine, por parte de un grupo que incluía a la estrella de Hollywood Ryan Reynolds, y a una serie de leyendas del deporte. Y sigue el patrón de recibir financiación de Estados Unidos. que también ha visto a equipos como Williams y McLaren.

La conclusión es que la Fórmula 1 se considera ahora un buen negocio en el que participar, esencialmente por el sistema de franquicias que mantiene el valor de los equipos. El empuje del nuevo reglamento financiero, que ha mantenido el gasto bajo control mientras aumentaban los ingresos, ha contribuido a aumentar esos valores. 

El caso de Aston Martin es intrigante porque pocos pensaban que Lawrence Stroll estaría dispuesto a ceder una participación en el equipo. “Los conocimos hace dos años”, dice Jefferson Slack, director general de Aston, refiriéndose a Arctos. “Son realmente los mejores de su clase. Se han especializado en participaciones minoritarias a largo plazo y en franquicias de primer nivel“.

“No hay mucha gente que se dedique a esto, aunque cada vez entra más dinero en el deporte, capital institucional. Estos chicos han sido los líderes en hacerlo. Mucha gente se ha dirigido a nosotros y a Lawrence para invertir en el equipo. Y estamos en una situación única, tenemos un propietario que controla todo el equipo, y puede decidir en el almuerzo si es el acuerdo correcto. No es un proceso complicado, simplemente estos tipos eran claramente los adecuados, sobre todo desde un punto de vista estratégico”.

Puede que Arctos no esté asociada a ningún nombre conocido, pero tiene un fuerte componente que proviene del mundo del espectáculo. Su socio gerente, David “Doc” O’Connor, trabajó 32 años en la agencia de talentos CAA, donde coincidió con estrellas como Sean Connery, Robert Redford, Michael Douglas, Bruce Willis y Eddie Murphy, entre otras.

Después fue Consejero Delegado del grupo Madison Square Garden, que, además del recinto deportivo y de ocio más famoso de Nueva York, es propietario del Radio City Music Hall, de cadenas de medios deportivos y de los New York Knicks, de la NBA, y los New York Rangers, de la NHL.

Fue tras dejar ese cargo en 2019 cuando O’Connor dirigió su atención a la inversión en el deporte, promovido por un gran cambio en el panorama. El valor de las franquicias estaba subiendo en todas las grandes ligas deportivas estadounidenses y, en efecto, empezaba a poner el coste de poseer equipos fuera del alcance incluso de los individuos más ricos.

Las ligas empezaron a darse cuenta de que tenían que relajar la normativa que antes impedía a las instituciones financieras invertir en equipos, y que en el caso de la NFL se denominaba en broma la “regla de las dos piernas”, porque había que ser una persona física.

“Creo que el evento catalizador para la creación de Arctos fue a mediados de 2019”, dice O’Connor. “La Major League Baseball [liga profesional de beisbol de Estados Unidos] cambió sus reglas de propiedad y, por primera vez, permitió la entrada de capital institucional en el béisbol. Pensamos que, debido a las mismas fuerzas que estaban incentivando a la MLB a cambiar, las otras ligas seguirían su ejemplo”.

“Así que lanzamos Arctos a finales de 2019. Nuestro primer acuerdo fue con Fenway Sports Group, que posee los Boston Red Sox [equipo de la MLB], el Liverpool FC, y una serie de activos inmobiliarios y estadios. Y, muy rápidamente, la NBA, la NHL y la MLS cambiaron sus reglas. Eso abrió las puertas a Arctos para invertir en una amplia gama de equipos de varios deportes estadounidenses, creando una cartera que ahora incluye a los Houston Astros, los Chicago Cubs, los LA Dodgers [los tres de la MLB], los Sacramento Kings, los Golden State Warriors, y muchos otros”.

Además de su participación por delegación en el Liverpool a finales del año pasado, la empresa entró en el fútbol europeo con inversiones en el París Saint Germain y en el Atalanta. Y la F1 también entró en el radar de O’Connor, animado por el impulso que Netflix dio a la categoría.

“El acontecimiento catalizador fue Drive to Survive“, afirma. “Creó una ventana de comprensión de todo este ecosistema. Y gracias a esa ventana, nos resultó fascinante”. Por otra parte, el estudio del aspecto financiero del Gran Circo convenció a O’Connor de que la F1 podía ser un buen negocio para Arctos.

Y es que, por coincidencia en el mundo del entretenimiento, ya conocía a muchos de los actores clave de Liberty Media, como el presidente, John Malone, el consejero delegado, Greg Maffei y el antiguo jefe de la Fórmula 1, Chase Carey.

O’Connor deja claro por qué el Mundial tiene tanto atractivo: “El nuevo Pacto de la Concordia, las regulaciones financieras, la dirección de Liberty como accionista mayoritario, el hecho de que sea una plataforma global extraordinaria, además de un impulso en Estados Unidos, que es el mayor mercado del mundo… Eso es lo que despertó nuestro interés. Aston Martin en particular era nuestra máxima prioridad“.

Subraya que Lawrence Stroll y su proyecto actual representaban una oportunidad irresistible. “Creo que se reduce a cuatro cosas. En primer lugar, un compromiso con las infraestructuras. Lawrence ha invertido mucho en la infraestructura de este equipo, el túnel de viento, la fábrica y todo lo que ha construido en Silverstone“.

“Se trata de la gente, de su inversión en las personas y de traer a los mejores que pueda encontrar en cada categoría. Tanto en el aspecto técnico como en el comercial, ha atraído a gente de muy alto nivel, con una visión detrás. Se trata de procesos, ya sea la nueva relación con Honda, o los procesos técnicos en torno al equipo”, continúa.

“Y yo diría que el cuarto punto es la asociación. Ha traído socios increíbles, como Aramco, y obviamente Honda como el mejor fabricante de motores de la Fórmula 1, además de las otras asociaciones comerciales que ha hecho. Lawrence tiene una visión de la mentalidad del consumidor, y una visión sobre la marca y la calidad y las marcas de lujo, que muy poca gente tiene“.

Todo ello unido al evidente atractivo del nombre ‘Aston Martin’, potenciado a lo largo de las décadas por la asociación con el personaje de James Bond, interpretado en su día por el antiguo cliente del propio O’Connor, Sean Connery.

Aparte de la financiación, ¿qué puede aportar Arctos a Aston Martin F1?

“Uno de nuestros activos es que, cuando invertimos en todas estas ligas, geografías y mercados diferentes, tenemos una visión que nos es exclusiva”, dice O’Connor. “Tomar los datos y la inteligencia que hemos recopilado de nuestra exposición allí y llevarlos a la F1 creemos que será muy valioso para Lawrence”.

“La F1 tiene 24 grandes premios en todo el mundo, de los cuales sólo cinco se celebran en Norteamérica. La audiencia que crea la F1 en todo el mundo, las sinergias que podrían existir con, digamos, la NBA, que quiere crecer en ciertos territorios como Europa… Podría haber algunas cosas interesantes”.

El jefe comercial de Aston Martin, Slack, está de acuerdo en que el nuevo acuerdo no sólo tiene que ver con las finanzas del equipo, sino también con el conocimiento de otros deportes en los que Arctos tiene presencia.

“Obviamente, está la inversión, pero también lo que aportan a la fiesta. Trabajan con algunas de las mejores franquicias del mundo. Y como estadounidense sé lo especialmente buenas que son las franquicias del país en la creación de empresas deportivas. Hay que aplicarlo correctamente, ya sea en el béisbol, en el fútbol o en la F1. Se aprende mucho de eso, de formar parte de un grupo. Y creo que viceversa, ojalá podamos ayudarles“.

“Creo que hay que tener la mente abierta. Nadie hace las cosas a la perfección ni de la mejor manera. Y hay que mirar fuera de la burbuja para decir: ‘¿Cómo podemos, como empresa, hacer las cosas mejor?’ Hay toda una gama de cosas de las que podemos aprender. Y puede que esas organizaciones aprendan cosas de nosotros, porque somos una empresa global, mientras que muchas de las franquicias serán más locales. Es una verdadera relación estratégica, y son el tipo de personas con las que hay que hacer negocios. Al fin y al cabo, era algo con lo que Lawrence se sentía muy cómodo”, explica.

Lo más importante es el mensaje positivo que el acuerdo entre Aston Martin y Arctos envía a Wall Street y a los inversores de capital riesgo, especialmente tras el anterior acuerdo con Alpine. “Es bueno para todo nuestro deporte”, sigue Slack. “Valora el deporte y dice: ‘Eh, esto es como comprar un equipo de la NBA o de la NFL. Esto es lo que obtienes cuando entras en la F1’. Creo que eso es bueno para el negocio”.

“Específicamente para nuestro equipo, hemos hablado del nuevo campus, del nuevo túnel de viento, de los motores Honda, de duplicar la plantilla. Esta es la próxima evolución, y esto también nos da el socio financiero adecuado para hacer lo que necesitamos e invertir como necesitamos. No es que Lawrence no pudiera hacerlo, pero ahora tiene un verdadero socio que se gana la vida con esto“, finaliza.