Celebridad

Robos de garrafas y parejas abrasadas por el fuego


En Salta se producen robos, estafas, apuñalamientos, tiroteos y hechos de corrupción política, casi como en cualquier otra parte del globo, pero si nos dejamos llevar por la prensa policial más superficial, en nuestra provincia se cometen ciertos crímenes que tienen el inconfundible sabor de la tierra.

Por ejemplo, los robos de garrafas, de secarropas centrífugos o de amoladoras, que ocupan cinco de cada ocho noticias policiales.

Otro ejemplo -un poco menos trivial- es la tentativa de asesinato de personas mediante el horrible método de prenderles fuego. No por nada, pero en Salta este delito -al menos estadísticamente- parece tener un cierto sesgo de género, ya que los registros judiciales dicen que en su mayoría son mujeres las que recurren a él.

Al parecer, algunas féminas aprovechan la profunda borrachera de sus cónyuges o parejas (maltratadores, abusadores y misóginos) para pegarles fuego mientras duermen la mona después de regresar a casa y revisarle el celular a la mujer.

Se trata de una especie aún no suficientemente estudiada de legítima defensa diferida que incluso ya ha propiciado algunos pronunciamientos indulgentes por parte de los tribunales.

A algunos de estos especímenes (a los incendiados nos referimos) hay que rociarlos previamente con nafta, pero en una buena cantidad de casos es suficiente con acercarles un fósforo encendido a pocos centímetros del cuerpo. La macha que traen es suficientemente inflamable.

Pero mientras en casos como estos alguna explicación (no digamos justificación) existe para la conducta criminal, para el robo de garrafas, de secadoras o de amoladoras no hay explicación científica ninguna. Ni su valor venal en el mercado negro explica esta curiosa especialización criminal.

Todos los días los cacos rompen ventanas, revientan portones y saltan tapias, pero no para apoderarse de joyas, de dinero o de aparatos caros. Van a por las garrafas, los secarropas y las amoladoras. Incluso le perdonan la vida a los chanchos, tan apetitosos y deseados en estas fechas.

Esta curiosa actividad criminal ha hecho que alguna gente ponga más celo en la vigilancia de la seguridad de las garrafas que en el bienestar de los propios hijos.

Bien visto, las garrafas pueden llegar a ser necesarias en caso de que el incendio de la pareja (sea casual o premeditado) requiera de la acción de un soplete.



Source link

Antea Morbioli

Hola soy Antea Morbioli Periodista con 2 años de experiencia en diferentes medios. Ha cubierto noticias de entretenimiento, películas, programas de televisión, celebridades, deportes, así como todo tipo de eventos culturales para MarcaHora.xyz desde 2023.

Related Articles

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Back to top button