Paula Badosa, que había hecho dos muy buenos partidos en el Open de Australia, ante la estadounidense Townsend y la rusa Pavlyuchenkova, topó este viernes en la tercera ronda como una pagadora, Amanda Anisimova, que impuso su potencia para apear a la española, a la que no se había enfrentado antes. La americana de 22 años y 442º del mundo, que juega con ranking protegido porque estuvo ocho meses de baja para cuidar de su salud mental, venció por 7-5 y 6-4 en 1h28, a pesar de unas molestias estomacales por las que fue atendida al final del primer set. El domingo, en octavos, se enfrentará a la bielorrusa Sabalenka, que pasó encima de la ucraniana Tsurenko con un doble 6-0.
Badosa, que también pasó un largo tiempo alejada de las pistas, en su caso algo más de seis meses por una lesión vertebral en la espalda, peleó en todo momento con buena actitud, pero no pudo jugar con la profundidad suficiente para evitar que su rival le pegara a gusto a la bola. Anisimova, poseedora de una derecha letal, colocó 40 golpes ganadores, que contrarrestaron sus 29 errores no forzados. “Me siento muy bien después de ese tiempo libre que me tomé”, dijo Amanda, que alabó el carácter competidor de Badosa.
El partido tuvo dos mangas completamente diferentes. En la primera, el protagonismo lo tuvieron los restos, con siete quiebres. Paula se adelantó en dos ocasiones, pero Amanda igualó el marcador de inmediato y después tomó distancia con un parcial de 4-0. En el duodécimo juego, la española salvó seis puntos de set en plena crisis de su oponente, visiblemente dolorida. El juez de silla le perdonó un segundo aviso por pérdida de tiempo antes de sacar y el séptimo sí lo aprovechó.
Cambio de tendencia
La segunda manga fue mucho más ordenada, las dos sacaron mucho mejor y no se rompió esa dinámica hasta el quiebre que puso a Anisimova con 4-3 y servicio. Badosa, que falló muy poco (10 errores no forzados), no pudo contener la pegada de la americana y se despide del torneo sin poder igualar su mejor actuación en Melbourne. El año pasado se lo perdió por una lesión en el muslo derecho. Su objetivo es recuperar su mejor nivel a medio plazo, con Roland Garros en el punto de mira, cuando el físico, que cuida con mimo y dedicación, esté aún más a punto que ahora. Su adiós deja al Open de Australia con Carlos Alcaraz como único exponente en los cuadros individuales.
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