Detroit Lions y Houston Texans son los renacidos que cautivan con cada aparición en los actuales playoffs de la NFL. Después de vivir dos temporadas en el abismo de la liga, despertaron bajo la confianza en sus quarterbacks, Jared Goff y CJ Stroud, y están frente a una oportunidad histórica este fin de semana.
Entre el sábado y domingo se disputará la Ronda Divisional de la temporada 2023, que equivaldría a una fase de cuartos de final rumbo al Super Bowl. Pero antes de pensar en ese sueño, Lions y Texans están concentrados en sumar un triunfo más y así quitarse el peso de sus maleficios históricos.
Detroit enfrentará a Tampa Bay en la Ronda Divisional, recordando que el ganador calificará a la final de la Conferencia Nacional contra el ganador de la serie entre San Francisco 49ers y Green Bay Packers.
Si bien los Lions ganaron cuatro títulos de futbol americano en la década de los 50, a partir de la era Super Bowl (1967) no han tenido una sola postemporada en la que consigan al menos dos triunfos. Hasta el momento, ya tienen uno por haber vencido a Los Ángeles Rams en wildcard, pero viene la prueba histórica.
Es cierto que Detroit ya sabe lo que es jugar una Final de Conferencia, pues lo hizo en 1991 y perdió ante Washington. Sin embargo, aquella vez sólo tuvo que obtener un triunfo para llegar a esa instancia (superando a Dallas Cowboys); ahora debe pasar por encima de los Tampa Bay Buccaneers.
Tampa Bay es un equipo duro y de ataque, eso es evidente. Es un equipo muy agresivo y que siempre vuela, así que sabemos que tendremos las manos ocupadas. Pero será una imagen reflejada de nosotros, seremos dos pesos pesados”, advirtió el entrenador en jefe de los Lions, Dan Campbell.
Pasaron más de tres décadas para que Detroit volviera a ganar un partido de postemporada en NFL, por lo cual los boletos se inflaron. Ticket Smarter le dijo a USA Today a inicios de esta semana que tenían los precios más caros de los playoffs actuales, rondando entre los 646 y 1,080 dólares, aunque en la reventa han superado los 12,000.
Los Lions ya lograron llegar más lejos que otras nóminas poderosas como los Cowboys y Giants. Era un panorama inesperado, pues apenas en la temporada 2021 terminaron como el peor equipo de su conferencia (NFC) y en 2022 se quedaron en la orilla de los playoffs al terminar en el octavo peldaño.
La confianza que le ha dado la institución a su entrenador en jefe y a su quarterback, Jared Goff, ha impulsado un recambio a pesar de que ellos estuvieron en esas dos nefastas temporadas anteriores. Dan Campbell ahora está viviendo su tercera campaña al frente y esta es la primera con récord positivo (12-5).
“Lo que traía Dan, junto con el gerente general, Brad Holmes, era un plan. Detroit apostó por una nueva reconstrucción, pero esta vez a través del Draft, con jugadores jóvenes que estén dispuestos a poner al equipo primero y entrar a la nueva cultura del club (…) Los Lions apostaron por un camino diferente, lejos de los gurús ofensivos o la solución rápida a través de la agencia libre. Todo parece indicar que tras la larga espera hay un futuro brillante”, analizó el portal Yahoo Sports.
Texans: la estabilidad al fin llegó
En el caso de los Houston Texans, su situación es todavía más especial, pues nunca han logrado llegar más allá de la Ronda Divisional, por lo que el partido de este fin de semana ante Baltimore Ravens brilla como esa oportunidad, sin olvidar que los Ravens fueron los mejores sembrados de la Conferencia Americana (AFC).
Los Texans tuvieron antecedentes aún peores que los Lions en las dos temporadas más recientes. Fueron el peor de la AFC en 2022 y el segundo peor en 2021. Las últimas veces que aparecieron en playoffs fue cuando todavía estaban bajo el liderazgo del quarterback Deshaun Watson, en 2018 y 2019.
Watson llegó al equipo en 2017 como una esperanza para hacerlos protagonistas, pero no pudo hacer algo diferente a la historia de los Texans en playoffs y se fue por la puerta de atrás, ya que desde inicios de 2021 recibió demandas por acoso sexual por parte de masajistas del propio equipo de Houston.
Después de él estuvieron cuatro quarterbacks intentando adueñarse de la regularidad y triunfos en Houston: David Mills, Tyrod Taylor, Kyle Allen y Jeff Driskel, pero ninguno logró más de seis victorias (Mills fue el mejor con cinco).
Ahora, en apenas una temporada desde su extracción del futbol colegial, CJ Stroud ya suma nueve victorias como quarterback titular de los Texans. Si consiguiera una más ante los Ravens de Lamar Jackson en la Ronda Divisional de este fin de semana, se convertirá en el primer quarterback en la historia de la franquicia con dos triunfos en playoffs.
Ocurrió algo similar con su head coach: los Texans han probado cinco de 2020 a la fecha. Esta es la temporada de debut de DeMeco Ryans y empiezan a encontrar estabilidad, logrando la primera temporada con récord positivo para la franquicia desde 2019. Ryans viene de la escuela de los 49ers, donde fungió como entrenador defensivo de 2017 a 2022.
“Tenemos mentalidades muy similares, siento lo mucho que queremos ganar, lo duro que trabajamos, la concentración que sabemos que se necesita para ganar juegos. Venimos de culturas y equipos ganadores, así que realmente dependía de nosotros hacer funcionar este equipo”, señaló Stroud sobre el entrenador Ryans, tomando en cuenta que Stroud fue figura en la Universidad de Ohio State.
Texans y Lions componen el grupo desafortunado de cuatro equipos que nunca han, siquiera, llegado al Super Bowl, junto a Cleveland Browns y Jacksonville Jaguars. Los que nunca lo han ganado, aunque ya lo jugaron, son: Cincinnati Bengals, Carolina Panthers, Atlanta Falcons, Arizona Cardinals, Tennessee Titans, Minnesota Vikings y Buffalo Bills. Así que hacia el Super Bowl LVIII, Texans, Lions y Bills tienen algo nuevo por buscar.
