El silencio se rompe en el tenis entre líos: “Baja aquí y dímelo a la cara” – El Mundo

Baja aqu y dmelo a la cara, le gritaba Novak Djokovic desde la pista a un aficionado durante su encuentro de segunda ronda del Open de Australia contra Alexei Popyrin y poda parecer un hecho aislado. Un espectador faltn, incluso un chalado o un borracho. Pero no lo era. El propio Djokovic ya pidi en primera ronda que expulsaran a un fan irrespetuoso de las gradas del Rod Laver Arena y este domingo, en cuarta ronda ante Adrian Mannarino, lanz besos al pblico, que le silbaba.

La relacin entre el nmero uno del mundo y la aficin australiana es especial, extraa, algo desagradable, pero en los ltimos aos tambin se han quejado del alboroto otras tenistas, como Daniil Medvedev, Stefanos Tsitsipas o Holger Rune, e incluso el otro da lo hizo John McEnroe. Invitado por el Grand Slam para entrevistar a Carlos Alcaraz despus de su partido de primera ronda ante Richard Gasquet, un aficionado espaol no paraba de gritar durante la conversacin entre ambos y el estadounidense tuvo que parar y soltarle en castellano: Cllate la boca!.

En el Open de Australia o en el US Open, en el Mutua Madrid Open o el Masters 1000 de Pars, en los ATP 500 de Buenos Aires y Ro… desde la pandemia las quejas de los jugadores por la actitud de los aficionados se han vuelto habituales. Tanto que en los vestuarios ya se repite una pregunta: Se ha roto el silencio en el tenis?

“Los tiempos estn cambiando”

Los tiempos estn cambiando y entiendo que el deporte tiene que evolucionar. El tema del ruido, el tema de moverse, es un cambio lgico, siempre que haya respeto. Hay torneos con ms cultura tenstica, donde se mantiene ms ese silencio, explica David Ferrer, ex nmero tres del ranking mundial y actual director del trofeo Conde de God, en conversacin con EL MUNDO. Junto a Rafa Nadal, Feliciano Lpez y Fernando Verdasco vivi varios de los partidos ms ruidosos que se recuerdan, en la final de la Copa Davis 2011 ante Argentina en Sevilla, pero en el torneo por pases el barullo siempre fue aceptado. Ahora ese ambiente se ha trasladado a la mayora de pistas. Es normal que el jugador se queje porque el tenis es un deporte de precisin. Es difcil acostumbrarse pero con el paso del tiempo los jugadores lo tendrn ms asumido, finaliza Ferrer que entiende que todo parte de la tradicin.

Porque el tenis siempre fue respetuoso con sus protagonistas hasta la exageracin: el silencio y la quietud del pblico. El uso de cualquier comportamiento antisocial, agresivo, molesto o peligroso, de lenguaje grosero, abusivo o racista puede resultar la expulsin de las gradas, se puede leer en las reglas de Wimbledon, pero ningn torneo obliga a los aficionados a que estn sentados y callados. Es una norma no escrita, parte del deporte.

Una tradicin aristcrata

Quienes impulsaron el tenis nunca quisieron que fuera un deporte de masas. Todo nace de aqu, analiza a este peridico Rob Lake, profesor de Ciencias del Deporte de la Universidad Douglas de Vancouver y autor de numerosos estudios sobre la evolucin del tenis. El tenis naci en el siglo XVI entre la realeza y la aristocracia europea, especialmente en Francia e Inglaterra, y los partidos entonces se disputaban en salas con escaso pblico. Quienes jugaban eran reyes, duques y marqueses, quienes observaban, tambin, y la relacin extremadamente decorosa que se estableci a ambos lados enraiz como parte de la disciplina. Esa distincin luego fue abrazada por la burguesa que hizo crecer el deporte en los barrios ricos de las afueras de Londres, Nueva York o Pars y lleg al siglo XXI como algo inamovible. Hasta ahora.

Quiet, please [Silencio, por favor], reclaman una y otra vez los jueces de silla en numerosos torneos mientras el ruido y hasta los improperios se multiplican. Algunos tenistas consideran que la construccin de grandes estadios cubiertos, como el propio Rod Lover Arena o el estadio Arthur Ashe de Nueva York, imposibilita que haya paz: todo se oye. Otros juguetean con su papel de villano para la aficin como Medvedev, Rune y Djokovic en determinadas circunstancias. Y unos ltimos abrazan el folln y desean que se rompa de una vez por todas la imposicin del silencio en las gradas.

Tenistas en defensa

Imagnate ir a un partido de la NBA y no poder decir nada. Tenemos que empezar a cambiar las cosas para atraer a fans ms jvenes, reclam el ao pasado el estadounidense Frances Tiafoe abriendo as el debate. En la era del entrenamiento constante quiz el tenis necesita dejar de ser tan estirado. Qu difcil es ahora estar tres o cuatro horas sentado y callado, ms teniendo en cuenta los muchsimos ratos muertos que hay durante los partidos.

De hecho, tanto el US Open como el Open de Australia han cambiado recientemente sus protocolos para permitir que los aficionados accedan a sus asientos cuando deseen, sin necesidad de esperar a que acabe un juego. El ajetreo, el ruido y hasta los insultos han llegado al tenis para quedarse: para bien o para mal, el deporte est cambiando.