una industria de millones de reproducciones para unos pocos; hay canciones que no salen de cero reproducciones

Cada vez más la música es un emprendimiento como cualquier otro. No se hace tanto por el gusto de hacerlo, sino por las posibilidades que representa, por lo que es, porque el camino al éxito parece estar ya trazado, porque no se necesita saber de música para hacerla y, sobre todo, por lo que la mayoría de los artistas repite cada tanto, que si ellos pudieron llegar donde están, cualquiera puede, porque los sueños sí se cumplen.

Las cifras dan cuenta de ello. Según Luminate , una empresa que lleva más de 30 años analizando y midiendo el consumo de música, cine y televisión, este año el total de reproducciones de música bajo demanda (ya sea audio o vídeo) en el mundo aumentó un 33.7%, pasando de 5.3 en 2022 a 7.1 trillones en 2023.

Una cifra enorme, alentadora, pero no tanto. Luminate rastreó 184 millones de canciones de todas las diferentes plataformas del mundo y encontró que durante el 2023 más de 45 millones de canciones no obtuvieron ni una sola reproducción y 79.5 millones solo tuvieron entre 0 y 10 reproducciones y apenas 10 canciones superaron el billón de reproducciones.

Cualquiera puede hacer música, porque puede y porque quiere, pero la música es un buen negocio para muy pocos. Las cifras siguen: 45.2 millones de canciones tuvieron entre 11 y 100 reproducciones. 33.7 entre 101 y 1000, 23.1 entre 1000 y 100.000. Sólo 1.9 millones tuvieron entre 100.000 y 1 millón de reproducciones y solo 380 mil canciones tuvieron entre 1 y 10 millones.

Frente a esta realidad, Spotify empezó a tomar medidas y en noviembre del año pasado anunció su nueva política de regalías. “A partir de principios de 2024, las canciones deben haber alcanzado un umbral de al menos 1000 reproducciones en los últimos 12 meses para que se incluyan en el cálculo de fondo de regalías de música grabada”, anunció la plataforma en su página web.

Según la plataforma, las canciones que tienen entre 1 y 1000 reproducciones anuales generan $0.03 dólares al mes, pero ese dinero nunca llega a la persona que sube el contenido, pues no alcanza los mínimos ni las tarifas para que valga la pena retirarlo. Eso sí, esos pequeños pagos de tantos contenidos que no pasan de las 1000 reproducciones, sumados, alcanzan casi 40 millones de dólares al año, “un valor que podría aumentar los pagos a los artistas que más dependen de las regalías del streaming”, dicen.

Así, las ganacias de todos se concentraran en los artistas con las reproducciones suficientes para ser elegibles.

El informe de Luminate revela otros datos. Por ejemplo, que los géneros de más rápido crecimiento en el mercado estadounidense son ‘World’ –que incluye casi todo lo que venga de afuera de Estados Unidos, que no sea latino– ‘Latino’ y ‘Country’. Y dentro de lo latino lo que más creció fue la música regional mexicana.

¿Está en crisis la industria musical?

Varias compañías de la industria musical –desde disqueras hasta medios especializados– han anunciado despidos en los últimos meses. Según el crítico Ted Gioia, la causa de la crisis tiene que ver con que los principales sellos discográficos están invirtiendo enormes sumas de dinero en la adquisición de catálogos de canciones antiguas y las plataformas han fomentado una escucha pasiva de modo que la gente ni sabe a que artistas escucha. “La situación idea era cambiar a los oyentes a pistas generadas por AI, propiedad de la plataforma de streaming, así no era necesario pagar regalías”, escribió Gioia. Él apunta a que este plan será un fracaso, aunque dice que todavía falta lo peor por venir.