“A Garca Verdura ni os acerquis, no protestis, no le digis nada”, sera el consejo que debera dar un entrenador a sus jugadores despus de ver estos datos. El colegiado cataln es el rbitro de LaLiga que tiene el porcentaje ms alto de amarillas por protestar respecto al total de sus cartulinas. El 26,19% de las veces que se ha llevado la mano al bolsillo para sacar una amarilla ha sido para responder a una queja.
El acabose sera que pitase un partido del Barcelona, que es el equipo con mayor porcentaje de tarjetas amarillas por protestar del total de recibidas (12 de 48, el 25%). Pero ese combo es imposible de unir, ya que Garca Verdura es un rbitro del Colegio Cataln. Los de Xavi no son los que ms cartulinas han recibido por quejarse, porque el Getafe suma 13, pero los de Bordals han visto muchas ms amarillas (78) y su porcentaje es ms bajo (16,67%).
Las diferencias entre rbitros son notables. O el criterio de lo que es protesta merecedora de amarilla no est claro o hay colegiados que tienen la mecha ms corta. Porque hay cuatro trencillas con un porcentaje de amarilla por protestar superior al 20%. Es decir. Una de cada cinco tarjetas que sacan es por protestar. Son Garca Verdura (26,19%), Muiz Ruiz (23,73%), Gonzlez Fuertes (23,26%) y Soto Grado (20,51%).
Menos protestas o rbitros ms permisivos?
En el otro lado de la clasificacin, en la zona relajada, con ms paciencia o ms tolerancia ante las quejas, el canario Pulido Santana. De las 60 amarillas que ha sacado en la temporada, slo tres han sido por protestar, un 5%. Tambin respiran y cuentan hasta diez Munuera Montero (4 de 56, un 7,14%) y Snchez Martnez (5 de 65, un 7,69%).
Porque algo de meditacin y autocontrol debe haber para encontrar unos datos tan diferentes entre rbitros que se enfrentan a los mismos jugadores. Aunque entre los jugadores tambin hay diferencias. O ms bien entre los equipos. Si decamos antes que una de cada cuatro amarillas que ve el Bara son por protestar, en el otro extremo encontramos a Athletic y Cdiz, que apenas ven cartulinas por este motivo.
Los de Ernesto Valverde slo han visto dos tarjetas por protestar esta temporada de las 47 totales. Y el Cdiz, 3 de 63. En ambos casos, menos de un 5% del total. O sus jugadores no protestan o no demuestran la vehemencia de otros compaeros de otros clubes… o les han tocado unos rbitros ms permisivos en la protesta.
“Seguimos viendo mobbing a los rbitros”
Medina Cantalejo, presidente del CTA, en su valoracin pblica sobre el primer tercio de competicin, habl sobre el aumento de cartulinas a los futbolistas por las protestas: “Las protestas han subido en los jugadores y ha bajado en los entrenadores, pero no hemos encontrado un argumento para saber por qu. Los jugadores saben desde principio de temporada que iba a haber tolerancia cero con las protestas”.
Tambin identific Medina Cantalejo uno de los momentos en los que menos se respeta a los colegiados: “Seguimos viendo mobbing a los rbitros. Seguimos viendo ese recorrido cuando va a haber un on field review como los jugadores acompaan a los rbitros hasta el final y que esa zona que deba ser zona de tranquilidad es imposible. Ha subido la amonestacin a jugadores y ha bajado a entrenadores”
El futuro: de amarillas a ‘expulsiones’ de diez minutos
Las protestas a los rbitros y el mantenimiento de la autoridad de los mismos es uno de los temas que ms preocupan a nivel mundial. La IFAB, encargada de modificar las normas, estudi en su reunin anual del pasado mes de noviembre la opcin de introducir una nueva sancin, temporal, a los jugadores que protesten las decisiones del colegiado.
Slo el capitn tendra derecho a acercarse al colegiado en determinadas situaciones, como explic Lukas Brud, director ejecutivo de IFAB, a The Times: “Estamos analizando qu podemos hacer a travs de las Reglas del Juego. Los ‘sin bins’ (expulsiones temporales) para las protestas han funcionado bien en el ftbol base, y algunos creen que tambin podran probarse a un nivel ms alto, con pruebas en el ftbol de alto nivel. Puede que a los jugadores no les preocupe tanto recibir una amarilla por decir algo inapropiado a un rbitro, pero puede marcar una gran diferencia si saben que significa pasar una importante parte del partido fuera del campo. Si el capitn puede acercarse al rbitro, despus podr explicar a sus compaeros lo sucedido. Esto ha funcionado bien en otros deportes como el rugby y el baloncesto”.
