Monica Seles, el espejo de Djokovic cuya carrera ‘terminó’ por una puñalada histórica – Relevo

Novak Djokovic está a un paso de volver a una final del Open de Australia, su jardín particular. El actual número 1 del mundo ha ganado 10 veces el primer Grand Slam de la temporada y nunca ha perdido una final en la Rod Laver. Además ha igualado el récord de victorias consecutivas en el torneo oceánico con 33 triunfos, igualando el registro que en su día logró su compatriota Monica Seles.

Nole puede superar dicha marca si se impone a Sinner en las semifinales de esta edición. Sería el mejor homenaje para una tenista que ha marcado la carrera del serbio, con la que compartió descubridora y por la que siempre ha sentido admiración. “Con los títulos de Grand Slam de Novak dejé de contar hace mucho tiempo porque sabía que rompería todos los récords… Sólo desearía que jugáramos en la misma época, ya que hubiera sido genial jugar dobles mixtos juntos”, apuntaba Seles en sus redes sociales al ver cómo Djokovic le arrebataba su récord.

“Significa mucho, pero es más especial para mí que lo comparta con Monica. No lo sabía”, recuerda su primer encuentro con Seles, que a sus 50 años continúa viviendo en Estados Unidos. “Estaba muy nervioso, hablamos el mismo idioma porque nació en Serbia. Todos nos preguntamos dónde hubiera llegado de no haber tenido que pasar por lo que pasó”, recordó ‘Nole’ tras superar su marca en Melbourne. “Sólo tengo palabras bonitas para ella”.

Ese “dónde hubiera llegado” que pronunció Djokovic es uno de los grandes interrogantes de la historia no sólo del tenis, sino del deporte. Una pregunta que se quedó en el aire el 30 de abril de 1993. Ese día la que era número 1 del mundo disputaba un partido ante la búlgara Magdalena Maleeva, a quien dominaba por 6-4 y 4-3. Cuando las dos tenistas estaba en la silla para tomar aire, un aficionado alemán saltó a la pista y apuñaló a Seles por la espalda.

La gran dominadora del tenis mundial

“Durante el descanso, tras un juego, apuré hasta el final porque no había bebido nada de agua y de pronto sentí un dolor horrible en mi espalda… Me giré buscando de dónde venía el dolor y vi a un hombre detrás de mí levantando un cuchillo contra mí”, declaró Seles tiempo después sobre un incidente que le cambió la vida y que supuso un punto y aparte para una carrera que nunca volvería a ser igual.

La tenista serbia intentó volver a la pista. De hecho se levantó antes de dejarse caer sobre las dos personas que la ayudaban a mantenerse en pie. La puñalada fue rápida pero no certera porque apenas penetró tres centímetros provocándole una herida superficial. Al menos en su cuerpo. Las lesiones psicológicas fueron mucho más difíciles de sanar tras la acción de un hincha enajenado.

El aficionado en cuestión era Günter Pache, un alemán obsesionado con Steffi Graff a la que Seles había desbancado como gran dominadora del circuito mundial. El aficionado teutón estuvo encarcelado más de seis meses y luego pasó dos años en libertad condicional antes de volver a su vida. Algo que Seles nunca pudo hacer en su totalidad. “Parche reconoció haberme acuchillado y volvió a su vida normal mientras yo aún me recupero de una agresión que me pudo haber matado”, señaló años después.

Esa acción terminó con la fulgurante carrera de la tenista de Novi Sad. Al menos con la trayectoria que la había catapultado hasta lo más alto del ranking. Seles acumulaba 32 títulos del circuito y llevaba nada menos que 178 semanas al frente del ranking mundial de la WTA. El 11 de marzo de 1991, con sólo 17 años, había desplazado de la cúspide a Graf.

De hecho, antes del ataque, con apenas 19 años, la fantástica jugadora yugoslava ya había ganado ocho trofeos de Grand Slam: había conquistado Roland Garros en 1990, 1991 y 1992, el Abierto de Australia en 1991, 1992 y 1993, y el US Open en 1991 y 1992. Era la gran dominadora del tenis mundial y así lo había demostrado dos mese antes con la conquista del Grand Slam australiano.

Todo se detuvo aquel día en Hamburgo y aunque Seles volvió a las pistas, nunca volvió a ser la misma. De hecho tardó en volver casi dos años. Lo hizo en Toronto en 1995 visiblemente pasada de peso. A pesar de todo ganó el torneo y sólo perdió un set. Dos semanas después llegó al Open Estados Unidos y se plantó en la final donde sólo Graf pudo detenerla.

Precisamente la tenista alemana, que visitó a Seles en el hospital cuando se recuperaba de la puñalada, se convirtió en la némesis de la balcánica. Sobre todo una semana después de lo ocurrido, cuando el entonces presidente de la WTA se reunió con 17 de las 25 mejores jugadoras del circuito para consultarles si mantenía el ranking de Seles tras la puñalada. Graf fue una de las jugadoras que votó en contra. “El resultado fue casi unánime en contra de la protección de mi ranking. Todas las jugadoras votaron en la misma línea, con la única excepción de Gabriela Sabatini. Me decepcionó que Steffi Graf haya votado en contra. Habíamos llorado juntas cuando estaba en el hospital en Hamburgo”, recordaba en su biografía una jugadora que hizo historia hasta que un cuchillo se la cortó.

Apasionado
del
baloncesto
desde
niño,
Guillermo
García
ha
conseguido
hacer
del
deporte
de
la
canasta
su
profesión.
Licenciado
en
Humanidades
por
la
Universidad
Carlos
III
y
con
un
Master
en

Periodismo,
empezó
a
trabajar
en
Marca
en
el
año
2003,
donde
tuvo
tiempo
para
hacer
desde
fútbol
hasta
reportajes
y
opinión,
pasando
por
la
sección
de
cierre.
En
2011
comenzó
como
redactor
en
la
página
oficial
de
NBA
en
español
y
desde
entonces
cubre
la
información
de
baloncesto
con
especial
atención
a
lo
que
ocurre
en
EE.UU.
Además,
ha
cubierto
dos
Eurobasket,
dos
mundiales
y
dos
Juegos
Olímpicos,
junto
a
multitud
de
playoffs
de
la
ACB,
NBA
y
partidos
de
la
Final
Four
de
la
Euroliga.
También
ha
podido
entrevistar
a
figuras
de
otros
deportes
como
Usain
Bolt,
Simone
Biles
o
Armand
Duplantis.


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