Martín Pérez Marianetti: de San Rafael a Guinea Ecuatorial para dejar su legado en el rugby – Diario San Rafael

Martín Pérez Marianetti es uno de los embajadores de San Rafael por el mundo. Ha estado viviendo en Guinea Ecuatorial durante varios años y su presencia en este país centroafricano ha dejado una huella en el ámbito del rugby. A través de su pasión por el deporte (practico rugby en San Jorge), ha logrado trascender las barreras de la pobreza y ha construido un proyecto que no solo fomenta el rugby, sino que también brinda oportunidades y esperanzas a la juventud local.
“Yo desde San Rafael me fui a Madrid primero y después de 10 años me fui a vivir a Guinea Ecuatorial”, comenzó Martín su relato a Diario San Rafael y FM Vos 94.5. “Luego en Guinea Ecuatorial ya conocí a un amigo, Pablo, que jugaba al rugby en España y ahí surgió la idea de irme a Guinea Ecuatorial. Nació la idea de hacer algo de rugby porque no existía ese deporte ahí”.
En un país donde el rugby era prácticamente desconocido, Martín y su amigo Pablo decidieron emprender un proyecto audaz: introducir el deporte de la guinda en Guinea Ecuatorial y así surgió “academia de rugby Malabo”. Comenzaron con lo esencial: una pelota y cinco o seis niños en un paseo marítimo. Cuatro años después, la iniciativa ha crecido de manera impresionante, a pesar de los desafíos, especialmente la interrupción causada por la pandemia.
“Han pasado muchas cosas entremedio, antes de la pandemia llegamos a tener 120 chicos en la academia, chicos y chicas de todas las edades. Luego se vino abajo, por supuesto”.
El impacto positivo del rugby en la comunidad fue innegable, y Martín destacó que, a pesar de las adversidades, el proyecto siguió adelante. “Este año en concreto, han pasado muchas cosas porque Pablo Marley, que es un árbitro de URBA, de Buenos Aires, y su novia Ana se han enterado del proyecto nuestro y se han venido, ya están acá”, expresó Martín.
La presencia de Pablo y Ana no solo significa apoyo moral, sino que también abrió nuevas oportunidades para el desarrollo del rugby en Guinea Ecuatorial. El sanrafaelino señaló: “Eso va a hacer que podamos abarcar un montón de proyectos que teníamos con respecto al rugby y que no habíamos podido hacer”.
Con tan solo dos pelotas y una visión compartida, Martín y sus colaboradores comenzaron a introducir el rugby en la vida de los niños locales. “Hicimos, a lo largo de estos cuatro años algunos torneos de rugby tag, o tocata, como se llamaba, y ahora ya tenemos una liga de rugby seven”.
El proyecto ha evolucionado significativamente, pasando de improvisados torneos en el paseo marítimo a una liga de rugby seven organizada. “Ya hicimos una rugby seven hace tiempo, pero ahora ya está planteada para hacer cuatro torneos anuales, en los que hemos fundado cinco equipos que van a ir a jugar entre ellos, hay una clasificación anual, o sea, está mucho más organizado”.

Recientemente, el proyecto recibió un importante reconocimiento por parte del Comité Olímpico y el Ministerio de Deporte de Guinea Ecuatorial, un logro que llevó cuatro años alcanzar. Martín explica la importancia de este reconocimiento: “Con esto podemos solicitar espacios del gobierno como canchas o espacios verdes para poder entrenar, y lo que significa es que cuando haya más de cinco clubes fundados, aparte del nuestro, se puede hacer una asamblea para hacer una federación”, argumentó el sanrafaelino.
Los pasos que se están dando actualmente involucran la vinculación con los colegios locales. “Ya hemos empezado por dos colegios porque es fundamental acercar el rugby a los colegios y que los niños lo vean ahí. Les damos unas charlas de los valores del rugby y por lo menos que tengan una noción de lo que es el deporte”.
El crecimiento de la academia Malabo no solo se limita a la cantidad de jugadores y equipos, sino que también abarca la formación de entrenadores y árbitros locales. Martín explica que, aunque su familia tiene raíces en Guinea Ecuatorial, la idea es dejar un legado sólido. “La idea es que el rugby quede y que nosotros formemos la máxima cantidad de entrenadores y árbitros posibles para que esto se propague y el rugby se quede como un deporte ya en Guinea. Ese es otro de los proyectos que tenemos dentro de la academia”.
Guinea Ecuatorial, un país con poco más de un millón de habitantes, se ha destacado por su economía centrada en la producción de petróleo y gas. Martín describe la realidad económica del país: “El petróleo da muchísimo trabajo y hay muchas empresas petroleras aquí. Y después empresas que dan servicio a esas empresas petroleras. Entonces al final es la parte económica más potente.”

A pesar de los desafíos económicos y sociales, el proyecto de Martín ha ganado apoyo y reconocimiento. “Un saludo a mi equipo San Jorge Rugby Club. Siempre está presente y siempre me han apoyado. Así que está muy adentro de todo lo que planteamos con el rugby. Siempre San Jorge está ahí”, finalizó orgulloso el sanrafaelino